Este artículo se publicó hace 14 años.
Grecia vive hoy una huelga general contra el plan anticrisis del Gobierno
La UE exige al país conseguir este año una reducción de 4 puntos del déficit público
Los trabajadores griegos están convocados hoy a una huelga general de 24 horas con la que pretenden paralizar la vida del país, incluido el transporte por tierra, mar y aire, en protesta por las medidas de ahorro anunciadas por el Gobierno para hacer frente a su grave crisis económica.
Según todas las previsiones, los colegios, los hospitales, las oficinas públicas, los ayuntamientos, las aduanas y el sector privado no funcionarán, y sus empleados se han dado cita en diversas manifestaciones en el centro de Atenas y en otras grandes ciudades.
Los periodistas y los técnicos de la televisión se han sumado al llamamiento, lo que se traducirá en un apagón informativo de 24 horas.
Un total de 400 vuelos, incluidos los internacionales, han sido cancelados debido a la participación en el paro de los controladores aéreos.
A partir de la medianoche de hoy, el espacio aéreo permanecerá abierto sólo para vuelos de emergencia.
También se han suspendidos los viajes en barco a las islas griegas y hacia Italia. En todo el día de mañana tampoco funcionarán los trenes de larga distancia, ni los de cercanías, ni el metro y los tranvías. El resto de la locomoción pública efectuará diversos paros durante la jornada.
La huelga la ha convocado la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE) en respuesta al plan del Ejecutivo de recortar en un 10% los gastos públicos este mismo año, congelando los salarios y aumentando la edad de jubilación.
Contra las presiones de los mercados"Hemos convocado a una huelga de carácter político", declaró ayer a la prensa Gianis Panagopulos, presidente de la GSEE, que representa a un millón y medio de trabajadores.
"El gobierno no sólo debe sentir las presiones de los mercados, sino también la de la gente. Los mercados piden medidas más drásticas y nos desangran", añadió.
La Unión de Funcionarios Civiles (ADEDY), con medio millón de afilados, y el sindicato comunista PAME han anunciado que se sumarán a la iniciativa de la GSEE.
"La huelga de mañana debe de ser una respuesta al gobierno contra las amenazas de nuevas medidas que bajan la calidad de vida y desalientan el poder de compra", declaró Spiros Papaspiros, presidente de la ADEDY.
El Gobierno del socialista Giorgos Papandreu ha dejado claro que no hay alternativa a la dolorosa austeridad para superar la crisis económica que padece el país y que, sin precedentes en las últimas décadas, amenaza la credibilidad de la zona euro.
Los socios de Grecia en la Moneda Única Europea exigen a Atenas conseguir este año una reducción de 4 puntos del déficit público, del 12,7% al 8,7% del Producto Interior Bruto (PIB).
El déficit, el mayor de la zona del euro, y la deuda pública de 300.000 millones de euros, junto a la acusación de supuesta falsificación de datos estadísticos sobre la economía, han mermado la credibilidad de Grecia en los mercados internacionales.
Actualmente, un equipo de observadores de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo se encuentra en Grecia para supervisar la puesta en práctica de las medidas exigidas para superar la crisis.
Grecia se ha convertido así en el primer país de la zona euro sometido a un estricto control de sus socios.
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