Este artículo se publicó hace 2 años.
Por qué España está abocada a involucrarse en la guerra de Ucrania
Mientras prosigue la sangrienta invasión del régimen de Putin a Ucrania, Europa se posiciona en bloque contra esta guerra. España ha enviado tropas, cazas y barcos a países cercanos al conflicto por sus compromisos internacionales.
Madrid-Actualizado a
España participa de manera activa en la guerra que ha provocado el régimen de Moscú al atacar e invadir suelo ucraniano. No sólo ha enviado ya militares, aviones, barcos o material 'defensivo', sino que la pertenencia a la Unión Europea implica sumarse a las medidas consensuadas en Bruselas, y como miembro de la OTAN también obliga a aportar fuerza y apoyo militar.
Por un lado, como país miembro de la UE, España participa en el conjunto de medidas para responder a la agresión de Rusia contra Ucrania, tal y como anunció recientemente el Consejo de Europa. Así, Bruselas tirará del llamado Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP) para "reforzar las capacidades y la resiliencia de las Fuerzas Armadas ucranianas".
Es decir, España va a participar a través de este mecanismo, que prevé gastar 500 millones de euros, en la compra y provisión de equipos militares, suministros y, "por primera vez", armas letales con destino a Ucrania y para aumentar su capacidad de defensa frente a la agresión rusa.
En palabras de Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, ese dinero servirá para "financiar el suministro de material letal y no letal al ejército ucraniano; es la primera vez en la historia en que la UE suministrará equipos letales a un tercer país".
"España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo"
"España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo", ha confirmado Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno de este miércoles. Declaraciones que contrastan con las realizadas días atrás en las que aseguró que solo se enviaría material de asistencia humanitaria, mientras que la entrega de armas estaría enmarcada en la respuesta comunitaria europea.
España es el séptimo vendedor de armas del mundo, según datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) del pasado año, y las ventas supusieron el 3,2% del total global entre 2016 y 2020. Turquía es uno de los principales clientes de material bélico español (junto a Arabia Saudí, entre otros) aunque la información de las exportaciones y transferencias de este tipo de material está especialmente protegida como "información clasificada".
Esta futura venta de armas ha sido criticada por las fuerzas de la izquierda en el Congreso de los Diputados y ha generado "incomodidad" en el grupo de Unidas Podemos, socio de Gobierno de Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Ejecutivo.
OTAN
Por otro lado, la pertenencia de España en la OTAN -su incorporación plena a la estructura militar integrada de la Alianza Atlántica tuvo lugar el 1 de enero de 1999- vincula especialmente al país en sus decisiones. En este caso, hay casi 350 hombres y mujeres militares españoles desplegados en Letonia, en su mayoría de la Brigada "Guzmán el Bueno" X (Córdoba), en la misión aliada "enhanced Forward Presence (eFP)", integrados en el Battle Group liderado por Canadá.
Próximamente las Fuerzas Armadas enviarán un refuerzo de 150 militares también a Letonia y bajo la mencionada misión, un "ajuste" que "está contemplado en los acuerdos del Consejo de Ministros sobre misiones de paz en el exterior", según informa el Ministerio de Defensa.
Además, cuatro cazas C.16 'Eurofighter' españoles y 130 militares del Ejército del Aire están desplazados a Bulgaria, en donde realizan tareas de vigilancia aérea en principio hasta el 31 de abril, junto dos aeronaves MiG-29 de la Fuerza Aérea búlgara.
Está previsto que otros seis aviones de este tipo se incorporarán en Lituania a labores de seguridad no ofensivas, en el marco de operaciones ordinarias de la OTAN, a partir de abril.
Este tipo de operaciones de "policía aérea" tienen lugar, según Defensa, "en cumplimiento de los compromisos internacionales de España en beneficio de la disuasión y de la defensa de los países de la OTAN".
En enero se adelantó el envío de hasta tres buques de guerra para participar, como cada año, en España uno de los despliegues que organiza también la OTAN. En este caso, el Mar Negro -cuya salida está bloqueada por Turquía, también miembro de la OTAN- es un escenario clave al alojar una parte importante de la flota rusa. Recientemente el Kremlin anunció unas "maniobras previstas" en los que se movilizarán más de 20 barcos -entre los que figuran buques de guerra, fragatas, patrulleros o naves antisubmarinos- en esa zona.
Por último, España acoge en su territorio dos cuarteles generales de alta disponibilidad, uno marítimo a bordo del buque "Castilla", con base en Rota, y otro terrestre situado en Bétera, (València), que podría tener gran relevancia en el caso de que escalase las operaciones militares. Hay más instalaciones de apoyo a los miembros de la Alianza Atlántica en suelo español, así como dos bases de uso conjunto hispano-estadounidenses en Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla).
Ojo a la economía
Precisamente por ser país miembro de la UE, España participa en todos los paquetes de sanciones aprobados en Bruselas contra personas y entidades, restricciones a las relaciones económicas y al acceso de Rusia a los mercados y servicios financieros y de capitales de la Unión. Una de las consecuencias que se notan desde el inicio de las hostilidades es el precio del gas, que se ha disparado por la falta de este combustible. Y el Gobierno ya anunciado que España sufrirá más consecuencias negativas debido a esta guerra, especialmente en el bolsillo del ciudadano. También se ha cerrado el espacio aéreo a cualquier aeronave rusa , una decisión que ha sido de cada país -soberano de su espacio aéreo- salvo situaciones de emergencia. Es una respuesta a las restricciones aéreas impuestas por Moscú en su propio espacio aéreo, muy relevante en las rutas comerciales entre Europa y Extremo Oriente.
Según datos del INE referidos por el ICEX, España exportó a Rusia servicios (excluidos los servicios turísticos) por valor de 411,047 millones de euros, es decir, un 14% más que el año anterior. Eso sí, Rusia no está entre los principales socios de España en lo que al comercio de servicios se refiere, ya que representa un 0,56% del total exportados en 2020. En 2019, el stock de inversiones rusas en España fue de 657 millones de euros, principalmente en ladrillo.
Mientras, la balanza comercial española con Ucrania es tradicionalmente deficitaria. Los últimos datos recogidos por el ICEX señalan que en el periodo enero-agosto de 2021 las exportaciones alcanzaron 435 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 897,4 millones de euros, esencialmente cereales y aceite de girasol.
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