Este artículo se publicó hace 2 años.
La Justicia británica rechaza frenar las deportaciones de migrantes a Ruanda
La Corte de Apelaciones confirma la decisión tomada por un juez la semana pasada. El primer ministro, Boris Johnson, argumenta que el plan es necesario para desincentivar la llegada de migrantes a través del Canal de la Mancha.
La Corte de Apelaciones británica descartó este lunes frenar los planes para deportar a Ruanda a solicitantes de asilo que el Gobierno considera que han llegado al Reino Unido de manera ilegal. Los jueces respaldan así la decisión que ya tomó la semana pasada el Tribunal Superior de Londres, que falló en contra de adoptar medidas cautelares contra las deportaciones antes de que en julio se celebre un juicio completo sobre su legalidad.
El Ejecutivo espera que mañana, martes, despegue un vuelo con los primeros once demandantes de asilo que serán enviados al país africano, donde sus solicitudes serán evaluadas.
El primer ministro, Boris Johnson, ha argumentado que el plan es necesario para desincentivar la llegada de personas en pequeñas embarcaciones a través del canal de la Mancha. Según Johnson, es "inevitable" que los vuelos para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda afronten "una gran cantidad de acciones legales en contra". "Pero lo que estamos intentando hacer es detener el modelo de negocio de las bandas criminales que se aprovechan de la gente haciéndoles atravesar el canal de la Mancha en embarcaciones inseguras, arriesgando sus vidas", agregó a guisa de justificación Johnson.
Los migrantes que hayan entrado de forma irregular en el país tendrán que desplazarse a Ruanda, donde sus peticiones serán procesadas, según los planes del Gobierno del primer ministro Boris Johnson. Eso implica deportar al país africano a miles de solicitantes de asilo a cambio de pagar una jugosa cantidad al Gobierno ruandés. Una vez allí, se valorará su solicitud y, si es aceptada, se les ofrecerá alojamiento de larga duración en Ruanda.
"Espantoso"
Una buena parte de la sociedad británica se muestra contraria a estos planes del Gobierno de Johnson. "Estamos extremadamente decepcionados, porque aún no sabemos si este proceso es legal", declaró a la cadena BBC Mark Serwotka, secretario general del sindicato PCS, que agrupa a más de un 80% de los empleados del sistema de aduanas británico.
El sindicato, junto con dos organizaciones no gubernamentales, había apelado a la Justicia para tratar de congelar de inmediato los vuelos a Ruanda.
A la polémica se han sumado unas declaraciones privadas del príncipe Carlos, heredero al trono del Reino Unido, que según ha desvelado el diario The Times ha calificado de "espantosos" los planes de Johnson, a pesar de la tradicional neutralidad política de la monarquía británica.
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