Latinoamérica se vuelca para demandar un cambio global

América Latina se volcó con entusiasmo en la convocatoria indignada. En todos los países de la región, desde México hasta Argentina con la excepción de Cuba, se organizaron manifestaciones en más de cien ciudades.

Atentos al éxito de la marcha mundial, los indignados latinoamericanos esperaron unas horas hasta hacer suyo el reclamo global. Sólo en Brasil se celebraron eventos en unas 45 poblaciones. Los argentinos prepararon a su vez una decena de actos por todo el país. Ciudades como Córdoba, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, Neuquén, Rosario, San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy se sumaron a las protestas. Buenos Aires, por su parte, preparó una gran marcha que partió del Congreso y pasó por la avenida 9 de julio.

Los indignados en Argentina, que acamparon durante más tres meses frente a la Embajada de España hasta que fueron expulsados, forman uno de los movimientos más activos del continente. Comenzaron a reunirse en mayo en solidaridad con los de Madrid, pero después la plataforma cobró fuerza propia, supo incorporar demandas locales y desde entonces un grupo de jóvenes se ha coordinado en comisiones y asambleas permanentes. En Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela salieron a las calles conscientes de que, unidos por un cambio global, sus reclamos eran más posibles que nunca.