Decenas de intelectuales de todo el mundo han mostrado su apoyo al plan de Gustavo Petro, candidato a la presencia de Colombia, de descarbonizar la economía del país y dar la espalda a los combustibles fósiles. En una carta, nombres destacados del pensamiento ecosocial como el de Naomi Klein, Noam Chomsky, Vandana Shiva o Boaventura de Sousa Santos "saludan" la propuesta energética que habla de dejar de explorar y extraer más hidrocarburos en el Estado latinoamericano.

"La extracción de combustibles fósiles en Colombia ha sido fuente de contaminación (afectando a valiosos ecosistemas en el segundo país más biodiverso del mundo), corrupción, erosión cultural y conflictos socioambientales, derivando en violencia, amedrentamientos y asesinatos de defensoras y defensores del ambiente. La necesidad de superar esta condición, resultado de décadas de inversión en una economía extractiva, implica también atender el llamado del momento histórico, decisivo tanto en materia ambiental como climática, mediante el replanteamiento de nuestra relación con la energía mediante una transición energética que deje atrás los hidrocarburos", dice la misiva.

Colombia es actualmente el quinto exportador mundial de carbón y uno de los mayores productores de petróleo del planeta, con una explotación diaria que, según recuerdan los firmantes de esta carta de poyo, llega hasta el millón de barriles de crudo al día. En la actualidad, el Gobierno de Iván Duque ha dado la espalda a las políticas de transición energética y prosigue en la búsqueda de nuevos yacimientos tanto en tierra firme como en los pozos marinos. Petro, sin embargo, quiere virar la política nacional y ponerse a la cabeza del continente en políticas verdes.

En la propuesta del candidato y exalcalde de Bogotá se habla de "un desescalamiento gradual de la dependencia económica del petróleo y del carbón" de tal forma que se apunta a la "prohibición" de las exploraciones y explotaciones de yacimientos. De una forma ambiciosa, Petro plantea detener los proyectos de fracking y las prospecciones en los yacimientos "costa afuera", así como el fin de las nuevas licencias para la búsqueda de hidrocarburos en territorio nacional. Una iniciativa inédita para un territorio con unas importantes reservas de combustible y poco común en toda América Latina.

Los intelectuales que han firmado la carta de apoyo consideran que esta línea de actuación presenta además un cambio "gradual" de "transición justa" que no dejará a ningún sector atrás. "La propuesta implicaría no solo cambios en la matriz energética, sino la oportunidad para impulsar la diversificación y descentralización económica de Colombia", dicen los firmantes.

"Se trata de una apuesta por otras fuentes de ingresos, muchos de ellos basados en la rica biodiversidad del país, que facilitaría la generación de condiciones de vida digna para muchas personas, especialmente pueblos indígenas, afrocolombianos, campesinos y víctimas del conflicto armado y de los megaproyectos energéticos. Este camino ubicaría al país a la vanguardia de la lucha climática efectiva y brindaría las condiciones necesarias para proteger sus valiosos ecosistemas, fundamentales para la preservación de la vida en el país y el planeta", valoran.

No es la primera vez que Petro apuesta todo por políticas ambiciosas en materia ambiental. Tanto es así que durante su etapa de alcalde en Bogotá inició un proceso importante para desprivatizar el servicio de recogida de basuras, a pesar de las presiones de los lobbies empresariales, que trataron de boicotear la remunicipalización de los servicios.