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Oriente Próximo Los palestinos aguardan con ansiedad un enérgico golpe de timón en Washington

Después del mandato de Donald Trump, los palestinos han depositado todas sus esperanzas en la nueva administración. Los palestinos esperan que Biden resuelva el conflicto central de Oriente Próximo.

Joe Biden.
Joe Biden. EFE

Casi dos semanas después de entrar en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden no se ha puesto en contacto con ningún líder de Oriente Próximo, un comportamiento inusual entre los mandatarios de ese país que suelen llamar a toda prisa a sus homólogos israelíes y a los de otros países aliados de Washington.

Durante la campaña presidencial, Biden y varios de sus asesores demócratas indicaron de manera implícita o explícita que una de sus prioridades consistirá en regularizar las relaciones con los palestinos, quienes sufrieron un severo castigo tras otro durante el mandato de Donald Trump.

Pero Biden deberá andarse con sumo cuidado si no quiere enfurecer al poderoso lobby judío americano, siempre atento a las instrucciones que recibe de Tel Aviv y para el que Trump ha sido una auténtica bendición de Dios al haber obedecido puntual y ciegamente cada una de las órdenes del primer ministro Benjamín Netanyahu.

Varios altos funcionarios civiles y militares israelíes han filtrado a los medios de comunicación que el objetivo de Biden debe ser Irán, olvidándose de la brutal ocupación militar de los territorios palestinos, es decir que debe ignorar la creciente expansión colonial judía que está haciendo irreversible la ocupación.
En relación con los palestinos, el presidente Mahmud Abás ha dado orden de que se prepare la reapertura de la representación diplomática en Washington, cerrada durante la época Trump. Además, espera que los Estados Unidos reanuden la ayuda financiera interrumpida por la administración republicana.

En el marco de esa preparación, Abás emitió recientemente un decreto convocando elecciones parlamentarias para el mes de mayo y presidenciales para el mes de julio, después de un hiato de más de una década, y de enfrentamientos y fricciones constantes entre las dos principales fuerzas palestinas, Fatah y Hamás.

Fuentes palestinas citadas por medios árabes han confirmado que en las últimas semanas la dirección palestina ha intentado contactar con la nueva administración, y que ha recibido garantías del partido demócrata de que Biden va a rectificar algunas de las controvertidas decisiones adoptadas por Trump.

Para los palestinos, lo más importante es que se deshaga el llamado acuerdo del siglo, que en la práctica consistió en un pacto que permite la continuidad de la expansión colonial judía y elimina cualquier posibilidad de crear un estado en los territorios ocupados en la guerra de 1967.

Para los palestinos, lo más importante es que se deshaga el llamado acuerdo del siglo

Naturalmente, los palestinos son conscientes de que Biden deberá andar con todas las precauciones posibles, especialmente ahora que Israel se encuentra en campaña para las elecciones de marzo, las cuartas en dos años, unos comicios donde según los sondeos el bloque de Netanyahu podría obtener una mayoría absoluta en la Kneset que reforzaría las posiciones intransigentes del primer ministro.

Sin embargo, Washington debería considerar que en algún momento tendrá que ejercer toda la influencia posible para meter en cintura a un Israel que lleva décadas ignorando las leyes y convenciones internacionales sin pagar ningún precio, y que cuanto antes lo haga será mejor para llevar paz y estabilidad a Oriente Próximo, así como para bloquear buena parte de las malas consecuencias que ese conflicto tiene para el conjunto de Occidente.

Esperar a que se celebren las elecciones el 24 mayo de no es una buena opción, pues significa seguir aplazando la resolución de un problema que debe estar por encima de las coyunturas. El cuento de las elecciones israelíes, como el cuento de la estabilidad en Israel, que durante décadas han utilizado los dirigentes de ese país, tendría que pasar a mejor vida, y cuanto antes mejor.

Además, no debe dejarse de lado el hecho de que la "oposición" de Yair Lapid, Gideon Saar y Nafatalí Bennett piensa exactamente lo mismo que Netanyahu de la cuestión palestina. Lo más probable es que Biden esperará a después de los comicios, y luego a la formación de gobierno, y luego a que pase el verano, y esta no es una buena idea si de lo que se trata es de resolver el conflicto, es decir sacar a Israel de los territorios ocupados.

Reanudar el proceso de paz

Fuentes palestinas citadas por la prensa árabe señalan que el ministerio de Exteriores ya ha solicitado la discusión del "proceso de paz", aunque por ahora no ha habido respuesta de Washington. Es importante que el diálogo se retome pronto puesto que reabrir la representación de la OLP en la capital americana y reanudar la ayuda financiera a los palestinos no bastará para enderezar los males causados por Trump.

Según esas fuentes, la nueva administración no se ha comprometido a devolver la embajada a Tel Aviv ni a reconocer Jerusalén como capital del futuro estado al que aspiran los palestinos, pero sí que ha indicado que tiene intención de reanudar el proceso de paz "pronto", sin especificar lo que quiere decir con esa palabra.

Al margen de las elecciones israelíes, otra circunstancia que podría demorar la intervención americana son las elecciones palestinas convocadas para mayo y julio. Pero si por una u otra razón se va aplazando el meollo del problema, se ha de ser consciente de que cada mes que pase será más complicado resolverlo y que Biden solo dispone de cuatro años para lograrlo.

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