Los franceses tratan de recomponerse de la masacre en Charlie Hebdo. Un atentado que ha conmocionado a un país que no sufría un atentado de tal calibre en 50 años.

Mientras unos 90.000 efectivos policiales intentan dar caza a los asesinos, que supuestamente lanzaron gritos de índole intregista, no ha faltado quien ha utilizado el asesinato para explotar sus posiciones ultras.

Uno de ellos ha sido Marine Le Pen, presidenta del ultraderechista Frente Nacional, que no se ha resistido en sus primeras declaraciones tras el ataque a abrir el debate sobre los supuestos "peligros" del islamismo. Su oposición a la inmigración, en particular de países musulmanes, es uno de los puntos cardinales del FN, que en las elecciones europeas de mayo del pasado año se convirtió en el partido más votado de Francia y que se mantiene en cabeza en las encuestas de los últimos meses.

Este jueves, Le Pen ha ido más allá y ha defendido que no sólo basta con llevar ante la Justicia a los supuestos autores del ataque a la revista satírica y abogado por realizar un referéndum en Francia sobre la pena de muerte. "A título personal, creo que debería existir tal posibilidad", publicaba la cuenta en Twitter de la presidenta del FN.

El tweet ha superado los 3.800 retweets y ha conseguido unos 1.500 favoritos, aunque también ha suscitado multitud de respuestas criticando la ocurrencia de Le Pen. 

Uno de ellos ha sido Pablo Iglesias. El líder de Podemos ha recordado, también vía Twitter, que no se trata de "pena de muerte u odio", sino que es la "justicia la que hace a un pueblo fuerte y libre.

Para terminar, Iglesias remarcaba, en francés, que, precisamente, esa idea "fue Francia la que nos la enseñó".