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El peronista Sergio Massa se enfrentará a Javier Milei tras dar la sorpresa y ganar la primera vuelta

El candidato de Unión por la Patria ganó la primera vuelta electoral en Argentina. Se enfrentará a Javier Milei, que quedó a más de seis puntos de distancia, dejando fuera de la pugna a la candidata Patricia Bullrich.

El candidato presidencial Sergio Massa habla tras conocerse los resultados de la primera vuelta de las elecciones argentinas.
El candidato presidencial Sergio Massa habla tras conocerse los resultados de la primera vuelta de las elecciones argentinas. Enrique García Medina / EFE

La jornada electoral terminó con sorpresa en Argentina. El peronismo con Sergio Massa a la cabeza ganó la primera vuelta con 36.64% de los votos. Le siguió el ultraderechista Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza con 30.01%, y Patricia Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio, alcanzó 23.83% de los sufragios, quedando así fuera de la segunda vuelta que tendrá lugar el 19 de noviembre.

Una segunda vuelta entre Massa y Milei era el escenario más repetido en los pronósticos. Sin embargo, no lo era que el peronismo lograra el primer puesto con seis puntos sobre el libertario, y alcanzara una victoria con casi 20 puntos de diferencia en la determinante provincia de Buenos Aires, donde el actual gobernador Axel Kicillof fue reelecto con 44.90%, frente a 26.60% del aliado de Bullrich, Néstor Grindetti, quien salió segundo.

Una segunda vuelta entre Massa y Milei era el escenario más repetido en los pronósticos

"Quiero agradecerles a los más de 25 millones de argentinos que fueron a votar, votaran por quién votaran, porque a 40 años de nuestra era democrática, los argentinos manifiestan y abrazan este sistema", dijo Massa parado solo en lo alto del escenario, ante la concentración que desbordó el búnker de campaña con bombos, banderas y cánticos.

"Sé que muchos de esos que nos votaron son los que más están sufriendo, no les voy a fallar, sepan que como presidente desde el 10 de diciembre no les voy a fallar", afirmó en un discurso de tono de próximo mandatario, algo que para muchos, tanto dentro como fuera del peronismo, parecía improbable tan solo dos meses atrás, y durante estas últimas semanas con picos de inflación y devaluación de la moneda.

El ascenso peronista

El peronismo sumó casi tres millones de votos entre las primarias del 13 de agosto y la primera vuelta: de 6.719.042 a 9.645.438 el domingo. Las hipótesis de por qué sucedió la remontada fueron varias, como las medidas económicas tomadas para paliar la pérdida de poder adquisitivo, así como una campaña de miedo ante las candidaturas de Bullrich y particularmente de Milei.

El aumento de electores peronistas se ha producido en el contexto de un incremento del 7% de la participación

A eso se sumó lo que habría sido una movilización de las estructuras partidarias del peronismo en las diferentes provincias, en particular en la de Buenos Aires, donde Kicillof logró más de dos millones de nuevos votos, para un total de 4.233.092 electores. Los resultados en el interior de la provincia, subdividida en intendencias, también fueron favorables al peronismo.

El resultado dentro del Legislativo se tradujo en que el peronismo tendrá 107 legisladores propios, seguido de Juntos por el Cambio con 94, y La Libertad Avanza con 38. En el Senado contará con 35 senadores, recuperando la primera minoría, seguido de 24 escaños de Juntos, y ocho de la fuerza de Milei.

La cantidad de nuevos electores obtenida por el peronismo ocurrió en el contexto de un aumento de cerca del 7% de la participación: de 70.43% en agosto a 77.7%. La mayoría de la afluencia de nuevos votantes fue captada por el peronismo, a diferencia de sus rivales políticos que o bien se mantuvieron sin lograr expandirse, como Milei, o perdieron votantes, como Bullrich.

El techo de Milei y la caída de Bullrich

Milei optó por una estrategia de campaña que en lugar de moderarse para buscar votantes más de centro, fue hacia una radicalización de formas y contenidos. Acentuó la reivindicación de la última dictadura, la necesidad de dolarizar, mantuvo ideas como la venta de órganos, la negación del cambio climático, o utilizó una motosierra como metáfora para su ataque contra el Estado y la llamada "casta".

Milei, en lugar de moderarse para buscar votantes más de centro, fue hacia una radicalización de formas y contenidos

Su crecimiento fue pequeño: de 7.352.244 votos en agosto a 7.884.199 el domingo, medio millón de votos más, en lo que podría ser el techo de una estrategia política de esa naturaleza. "Tenemos que trabajar juntos para terminar con el kirchnerismo (...) el kirchnerismo es lo peor que le ha pasado a la Argentina", dijo durante su discurso en un mensaje hacia la otra figura de la derecha, Bullrich, y su base votante, tomando como central el eje de la tercera en la elección, es decir el antikirchnerismo.

Bullrich, por su parte, aceptó la derrota acompañada de gran parte de la dirección de Juntos por el Cambio, en particular el expresidente Mauricio Macri. La coalición que gobernó entre 2015 y 2019 y soñaba con regresar en diciembre a la presidencia, logró menos votos que en las primarias, decreciendo de 6.895.941 a 6.266.840 votos. Bullrich no logró retener la totalidad de votos que habían ido a su contrincante interno, Horacio Rodríguez Larreta, y podría haber perdido votos propios a favor de Milei.

Juntos por el Cambio está ahora ante una fuerte tensión interna: Milei busca una alianza con Bullrich y el sector más duro de la coalición, mientras que Massa intenta traccionar a los actores de ese espacio que difícilmente votarían a Milei, algo que hizo público durante su discurso. Una situación que augura una probable ruptura y reconfiguración de las actuales fuerzas opositoras al gobierno.

La segunda vuelta

"Vamos a convocar a un gobierno de unidad nacional (...) con los mejores, sin importar su fuerza política", repitió Massa como lo venía haciendo durante la campaña. Esa unidad significaría sumar a actores o votantes procedentes de un sector de Juntos por el Cambio, de quien llegó en cuarto lugar, Juan Schiaretti, con 6.78%, y en menor medida de la izquierda trotskista, representada por Miriam Bregman, que alcanzó 2.69%.

El objetivo de Massa parece ser el de lograr una nueva coalición, con el difícil propósito de terminar con la división en bloques que viene rigiendo Argentina en los últimos 15 años. "La grieta se murió", señaló, utilizando el término mediático para referirse al enfrentamiento kirchnerismo/antikirchnerismo.

El objetivo de Massa parece ser el de lograr una nueva coalición

Milei, por su parte, está ante el desafío de sumar a la mayor cantidad de votos de Bullrich, con la dificultad de haber exacerbado el enfrentamiento al calificarla, por ejemplo, de "terrorista" por su pasado en la organización Montoneros. A su vez, debe resolver cómo moverse: si manteniéndose en una posición de inclaudicable radicalidad, o buscando votos hacia el centro o "la casta", para desazón de su base votante movilizada por su disruptividad e intransigencia.

Queda menos de un mes para la segunda vuelta de una elección inédita en Argentina y mirada con atención en el mundo. Tanto por parte de quienes le dieron el apoyo a Milei, como el brasileño Eduardo Bolsonaro que viajó a Argentina para la elección, como por quienes respaldan a Massa: "Recibí muchos mensajes de muchos presidentes y dirigentes de otros países que obviamente miraban con enorme interés qué pasaba", afirmó ante una celebración del peronismo ilusionado de quedarse en la Casa Rosada con un nuevo gobierno.

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