La Policía israelí ha matado este sábado un joven palestino con autismo en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este ocupado por Israel, al sospechar que iba armado, según la versión oficial.

El fallecido ha sido identificado como Yihad Elkhalak, de 32 años, que se dirigía a un centro de educación especial de la Ciudad Vieja, a pocos metros de lugar en el que le dispararon. Los policías le ordenaron que se detuviera al identificar un "objeto sospechoso que parecía una pistola". El chico salió corriendo y durante la "persecución", los "oficiales abrieron fuego" causándole la muerte, aunque más tarde, el portavoz policial confirmó a Efe que "no encontraron ningún arma en la escena del suceso".

El Ministerio de Justicia ha abierto una investigación preliminar, según confirmó un portavoz policial a Efe, y ha solicitado revisar las cámaras de vigilancia. También se ha interrogado a los agentes que le dispararon.

"En lo que a ellos respecta, era un terrorista por todas las intenciones y propósitos. Actuaron de acuerdo a la orden explícita que recibieron de sus superiores", ha declarado su defensa al diario Haaretz.

Según este mismo medio, uno de los agentes argumentó en el interrogatorio que sospechó que era terrorista porque "llevaba guantes".

El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó el incidente "de asesinato" con el lema "No puedo respirar", en referencia a los ruegos de Floyd, el afroamericano que murió a manos de la policía el lunes pasado en Mineápolis.

Los innumerables excesos israelíes

No es la primera vez que se acusa a las fuerzas de seguridad israelíes por "excesivo uso de la fuerza" contra los palestinos y la falta de procesos judiciales para esclarecer los hechos, destacó hoy el diputado de la Lista Unida árabe, Ayman Odeh.

Ayer, un palestino murió por disparos del Ejército israelí al intentar atropellar presuntamente a soldados cerca de la ciudad de Ramala, en Cisjordania ocupada, una acusación que su familia negó más tarde.

Desde que comenzara en 2015 una ola de ataques palestinos —mayoritariamente con arma blanca y atropellos intencionados y en menor medida con arma de fuego— más de dos terceras partes de los atacantes o supuestos atacantes han sido abatidos por las fuerzas de seguridad israelíes.

Los agentes hoy aludieron a estos ataques, muchos de los cuales se han producido en la Ciudad Vieja, para defender su actuación: "Estaban convencidos de que estaban evitando otro ataque terrorista, similar a los muchos que ha visto esta área, que se han cobrado la vida de ciudadanos y policías", añadió el abogado defensor de los agentes.

Varias ONG israelíes y palestinas han denunciado reiteradamente que los disparos no siempre responden a una amenaza real para los agentes.

En 2018, un policía de frontera israelí fue condenado a nueve meses de cárcel por matar a un adolescente palestino desarmado que no representaba una amenaza real.