La visita a los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos del enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, para la resolución de este histórico conflicto ha llegado marcada por un fuerte aumento de la represión marroquí contra la población saharaui.

Así lo ha denunciado el Frente Polisario en un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Información de la República árabe, en el que denuncia un "endurecimiento del asedio militar impuesto a las ciudades saharauis ocupadas" y el "despliegue de más fuerzas policiales y de seguridad en varias ciudades saharauis".

Destaca, según medios saharauis, el "despliegue militar y paramilitar" en El Aaiún ocupado, con vehículos y cañones de agua para evitar manifestaciones. El Polisario no ha facilitado por el momento una cifra de heridos o detenidos. 

"Marruecos, con el apoyo y el beneplácito de Francia, continúa actuando con impunidad y con sus prácticas coloniales y sus intentos de imponer la política de hechos consumados por la fuerza en el Sáhara Occidental ocupado", ha advertido el representante del pueblo saharaui.

Siempre según en Polisario, las fuerzas marroquíes continúan cargando contra protestas pacíficas de activistas por la independencia del Sáhara en las ciudades ocupadas saharauis, como El Aaiún, y "restringiendo las actividades de organizaciones saharauis de derechos humanos".

En su comunicado da fe de que ha "recrudecido la represión contra activistas saharauis" y de que "ha desatado una frenética campaña de  persecución y acoso" a estas personas, que han sufrido incluso allanamientos de sus domicilios.

El Frente Polisario hace una llamamiento para que la visita de De Mistura "impulse el establecimiento de un mecanismo independiente y permanente de las Naciones Unidas para proteger los derechos humanos y proporcionar informes periódicos y de campo sobre la situación en la región a los órganos pertinentes de las Naciones Unidas".