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La primera ministra de Nueva Zelanda aplaza su boda por las restricciones de la pandemia

La decisión de Jacinda Ardern viene precedida por la aparición en el país de un brote de nueve casos de la variante ómicron tras una celebración nupcial. Las medidas restrictivas que ella misma ha aprobado le obligan a posponer su enlace. 

Jacinda Ardern
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, durante una conferencia de prensa en Wellington el 4 de septiembre de 2021. Mark Mitchell / AFP

Frente a los desmanes festivos de Boris Johnson en Reino Unido, la actualidad nos reporta una primera ministra que sí da ejemplo. Es el caso de Jacinda Ardern, al frente del Ejecutivo de Nueva Zelanda, que se ha visto obligada a cancelar su propia boda debidos a los rigores preventivos que ha impuesto su propio Gobierno.

Unas restricciones que buscan frenar la expansión de la variante ómicron y que imposibilitan la celebración nupcial. "Mi boda no tendrá lugar [...] No soy distinta de otros miles de neozelandeses que han tenido impactos mucho más devastadores por la pandemia, de los que el más descorazonador es no poder estar con un ser querido cuando está enfermo. Eso supera de lejos la tristeza que siento", ha explicado Ardern en rueda de prensa.

Desde que ocupara el cargo en 2017, Jacinda Ardern no ha dudado en compartir con sus conciudadanos a través de las redes sociales los pequeños éxitos y las tribulaciones de tener que compatibilizar la maternidad con el ejercicio de la política. Es precisamente esa capacidad a la hora de mostrar su lado más humano lo que explicaría la elevada popularidad de la primera ministras neozelandesa.

En el caso que nos ocupa, la decisión de cancelar su enlace viene precedida por la aparición de un brote de nueve casos de la variante ómicron después de una boda. Un hecho que ha motivado la implementación desde la próxima medianoche normas más estrictas sobre el uso de la mascarilla y la limitación de personas en eventos.

Bares, restaurantes y eventos como las bodas tendrán una afluencia máxima de 100 personas (25 si no se exige el pasaporte covid), lo que obliga a la propia primera ministra a cancelar su enlace.

Nueva Zelanda, que mantendrá sus fronteras cerradas a los viajeros extranjeros hasta abril de 2022, fue uno de los países que actuó antes y de forma más contundente contra la covid y ha conseguido mantener el número de contagios a unos 15.550 y en el de fallecimientos en 52.

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