Este artículo se publicó hace 16 años.
Roma rearma a sus policías locales
La medida se suma a la campaña de mano dura de Berlusconi
“Después de 35 años, la policía municipal de Roma vuelve a tener un arma que les garantice su defensa y la defensa de los ciudadanos”. El anuncio de este jueves del alcalde de la capital, Gianni Alemanno (del partido neofascista Alianza Nacional) era una vieja reclamación de los sindicatos policiales y entrará en vigor en septiembre, pero ha despertado las críticas de los grupos sociales temerosos de la escalada de agentes armados que está viviendo la ciudad desde hace varias semanas.
De este modo, “Roma seguirá el ejemplo de Milán, Turín, Bolonia, Génova, Florencia, Nápoles, Palermo y Catania”, aseguró el secretario del sindicato Sulpm, Alessandro Marchetti. Durante más de tres décadas, la dotación armamentística de sus 6.000 agentes locales se había reducido a un spray de defensa personal y la porra reglamentaria, como es normal en otras capitales europeas. La presencia de armas atemoriza tanto a turistas como a residentes y Alemanno es consciente de ello.
El 30 de julio, el primer ministro, Silvio Berlusconi, anunció que sacaría a 3.000 soldados a las calles de Roma, Milán y Nápoles y otras seis ciudades para combatir el crimen. Los 1.060 destinados a Roma tenían entre sus misiones vigilar los principales monumentos como el Coliseo, la Fontana de Trevi o el Foro, pero el alcalde los reubicó en embajadas y estaciones de transporte para evitar la sensación de “militarización” de la Ciudad Eterna.
Ahora, la presencia de pistolas no será tan vistosa, pero será permanente (la medida militar era para seis meses) y mucho más extensa.
Además, la medida se suma a las que los alcaldes italianos han aprobado en la última semana para prevenir y hacer frente a problemas de seguridad, tras la firma del decreto Incolumidad urbana y seguridad pública, del ministro de Interior, Roberto Maroni, que pidió “creatividad” a los regidores para sus nuevos poderes. Y éstos no se han hecho de rogar, al margen de su signo político.
En Roma, se anunciaron medidas extraordinarias contra la prostitución, la venta ambulante y la mendicidad, además de prohibir la actividad de los limpiadores de cristales de coches en los semáforos, a cambio de la voluntad de los conductores.
Alemanno había previsto también dictar una ordenanza que prohibía “revolver en los cubos de la basura” para conseguir vestidos, objetos o comida, pero una intensa campaña de las organizaciones caritativas le obligó a echarla atrás.
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