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Sangre nueva en la cúpula del poder del Partido Comunista de China

Cuatro políticos pertenecientes a la generación que sucederá al actual liderato chino del presidente Hu Jintao se han incorporado a la cúpula del Partido-Estado

AGENCIAS

Cuatro políticos pertenecientes a la generación que sucederá al actual liderato chino del presidente Hu Jintao se incorporaron hoy a la cúpula del Partido-Estado: el Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh).

De los nueve miembros que conforman el Comité Permanente, cinco continúan y los otros cuatro son nuevos y pertenecen a la 'quinta generación' de líderes chinos: el secretario del PCCh en Shanghai, Xi Jinping (54 años), el secretario en Liaoning, Li Keqiang (52), He Guoqiang (63), responsable de personal en el PCCh, y Zhou Yongkang (64), ministro de Seguridad Pública.

Los líderes comunistas de cada generación fueron: Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y el actual presidente, Hu Jintao.

Hu (64) destacó la juventud de Xi y Li y éstos entraron precediendo a los otros dos nuevos en el hemiciclo, dos gestos interpretados como un guiño del secretario general por mostrarlos como posibles sucesores.

Ambos están considerados las dos 'estrellas nacientes' en el Partido.

Todo puede cambiar en los próximos cinco años (se espera que Hu se retire en 2012), pero de momento el que se considera más 'presidenciable' es Xi Jinping, un 'príncipe del Partido' ('Taizidang', hijo de un veterano) cuya falta de definición ideológica no molesta a ninguna de las facciones del PCCh.

La entrada de estos 'príncipes' representa una cierta 'institucionalización' en el sistema de elección de la oligarquía comunista.

Los dos benjamines de la nueva dirección suprema china, Xi y Li, pertenecen a la generación de la Revolución Cultural. Xi tenía apenas 13 años, y Li 11, cuando comenzó la Revolución Cultural, que permitó a Mao deshacerse de sus rivales pero instaló el caos y la guerra civil, abriendo la vía a diez años de terror.

Enviados al campo por Mao

Cuando eran jóvenes adolescentes fueron enviados al campo por Mao Zedong como millones de muchachos y muchachas chinos de la ciudad a partir de 1968. Oficialmente para mezclarse con el pueblo, pero principalmente para meter en vereda a una juventud demasiado turbulenta.

Xi conoció la región de Shaanxi (noroeste) y Li la de Anhui (centro), dos provincia pobres.

Sin embargo, a diferencia de otros 'jóvenes instruidos' a los que les costó regresar a la ciudad, Xi Jinping, hijo de un héroe revolucionario víctima de una purga política en 1962, y Li Keqiang, pudieron marcharse rápidamente.

En opinión de Michel Bonnin, historiador, sinólogo y especialista del movimiento de 'jovenes instruidos', esta generación 'se vio profundamente marcada por una experiencia tan particular'.

Pese a haber pasado por el molde del partido, Xi Jinping y Li Keqiang, pueden mostrar 'un estilo de gobierno sensiblemente diferente cuando tengan vía libre, es decir, normalmente a partir de 2012', juzga el sinólogo.

'A personas que han conocido la libertad (pese a estar manipulada) de la Revolución Cultural, y después la vida en el campo, las dudas profundas sobre el sistema e incluso para algunos la prisión (como el ministro de Comercio, Bo Xilai) les costará seguramente encerrarse en la monotonía ideológica y la ortodoxia política en las que Hu Jintao se siente tan agusto', afirma.

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