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El servicio secreto de Israel presenta sus agentes en la web para reclutar personal

Cuatro empleados del Shin Bet describen sus experiencias laborales de espiar a los territorios palestinos ocupados

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

La modernidad y la cibernética llegan a los servicios secretos de Israel, aunque sea con notables limitaciones y sin ofrecer más detalles de la cuenta. El objetivo es reclutar agentes, concretamente especialistas en alta tecnología.

El Shin Bet, los servicios secretos israelíes para el interior y los territorios ocupados, han lanzado al espacio una página web en la que varios de sus agentes explican su vida cotidiana de una manera casual y que pretende ser atractiva para navegantes y curiosos.

Los jefes del Shin Bet, las letras iniciales de Servicios de Seguridad General, han entendido que los tiempos están cambiando y es necesario modernizar los sistemas de reclutamiento sin perder el anonimato que corresponde a una organización de este tipo.

Cuatro agentes, tres hombres y una mujer, cuyas siluetas aparecen en la página principal, narran a la vista de todo el mundo algunas vicisitudes de su trabajo y su vida ordinaria. Se les identifica sólo con sus iniciales.

No se puede hablar del trabajo

Y., que dice tener 34 años, asegura que normalmente vuelve a casa a las seis y media de la tarde y que su salario 'no es peor que el que se ofrece en cualquier otra compañía' dedicada a la alta tecnología. En Israel los salarios que pagan este tipo de compañías se consideran los más altos del mercado laboral.

J., la mujer, se identifica como ingeniera, explica que 'hay cosas que incluso no puedo contar en detalle a mi marido, aunque de cualquier forma, no nos gusta hablar del trabajo cuando estamos en casa'. Sólo algunos miembros de su familia más directa saben que trabaja para el Shin Bet.

Las oficinas del Shin Bet 'no son relucientes ni están diseñadas a la última moda como en las que trabajaba antes, pero no están mal', comenta J.

A., que se presenta como ingeniero de programación, se lamenta de que el Shin Bet no le ha dado algunas prerrogativas que le hubiera gustado tener. 'Aunque me parece injusto, no me han dado una sirena para el coche y yo también tengo que soportar los embotellamientos en la carretera', se queja el agente.

Los cuatro agentes no se refieren en ningún momento a los palestinos, que constituyen el principal objetivo de la observación del Shin Bet. Tampoco se presentan como aventureros, románticos o idealistas. Al contrario, mencionan otros aspectos relacionados con un empleo que ellos ven como un trabajo más, a veces incluso anodino, similar al de un funcionario.

Sobre el éxito de la iniciativa de reclutar refuerzos a través de Internet caben ciertas dudas. La página del Shin Bet permite que los navegantes escriban comentarios. 'Quizás he visto demasiadas películas de James Bond, pero el vuestro me parece un trabajo gris y sin encanto', comenta una navegante.

Y.

El llamado ‘cerebro tecnológico’ es un ingeniero en sistemas de integración con doce años de experiencia, especializado en sistemas de combate.

J. 

‘La mujer secreta’ se identifica como una ingeniera con seis años de experiencia, a quien le gusta pasar el tiempo libre con su familia y leer.

A.

‘El experto’ se presenta como un ingeniero de software con más de cinco años de experiencia a quien le gusta jugar al baloncesto.

N.

Es jefe de los equipos de calidad en el trabajo con más de ocho años de experiencia. Le gusta pasear por la naturaleza y practicar deportes acuáticos.

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