¿Sirven de algo las flotillas a Gaza que acaban secuestradas por Israel? Sí, es "munición moral" para los palestinos
Desde 2008, medio centenar de expediciones por barco han intentado romper el bloqueo israelí sobre Gaza. Ninguna lo ha conseguido. ¿Vale la pena seguir intentándolo?
La Global Sumud Flotilla prevé salir de Barcelona hacia la Franja el próximo 31 de agosto y aspira a convertirse en la mayor misión de solidaridad de la historia.

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El viernes 22 de agosto, con apenas unos minutos de diferencia, Naciones Unidas declaró oficialmente la "situación de hambruna en la Franja de Gaza", mientras en Barcelona se anunciaba la partida de la “mayor misión humanitaria rumbo a Gaza” con la partida de decenas de barcos que buscan romper el bloqueo que sufre la Franja. Una iniciativa que Israel ya ha anunciado que "va a detener", tal y como ha hecho con todos los navíos que han intentado llegar a las costas palestinas en los últimos 17 años.
Desde 2008, cada pocos meses, parten barcos repletos de voluntarios y ayuda humanitaria rumbo a Gaza. En casi dos décadas, de medio centenar de expediciones que han partido, solo las cinco primeras consiguieron llegar a las costas palestinas; el resto fue interceptado por Israel. ¿Sirve de algo seguir enviando barcos que Israel secuestrará? Para el movimiento solidario "merece la pena sin ninguna duda".
Para Santiago González Vallejo, voluntario español detenido en el último barco que partió a Gaza este mes de julio, cada intento "es una gota que está llenando el vaso de la paciencia de la sociedad civil". Es una forma de "decirle a los palestinos que no están solos y de exigirle a nuestros gobiernos que cumplan con la legalidad internacional", asegura.
Manu Pineda, histórico activista de la causa palestina, vivió tres años en Gaza y antes trató de llegar a la Franja en la Flotilla de la Libertad del año 2011. "Sirve para poner en la agenda el bloqueo que sufren nuestros hermanos palestinos", afirma. Estas iniciativas "merecen la pena si uno se cree lo que hace, y nosotros creemos que desde 2008 ya era fundamental y ahora lo es más en pleno genocidio", sentencia.
Historia de la Flotilla de la Libertad
En el año 2006, en plena ofensiva israelí contra el Líbano, un grupo de cooperantes internacionales decidió organizar el envío de barcos cargados de ayuda humanitaria a la castigada Franja de Gaza. Ese mismo año Hamás venció en las elecciones legislativas, lo que derivaría en la ruptura entre facciones palestinas y en la imposición de un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo sobre la Franja.
Nada de esto frenó a los voluntarios que, tras dos años de preparativos, consiguieron recaudar cerca de 700.000 dólares que hicieron posible fletar dos barcos –el Freedom y el Free Gaza– con 44 voluntarios a bordo. El 23 de agosto de 2008, los dos navíos llegaron a las costas de Gaza con toda la ayuda humanitaria que podían transportar aquellos destartalados barcos pesqueros.
Cuatro barcos más conseguirían llegar a Gaza entre el 23 de agosto y el 27 de diciembre de 2008. Ese día Israel lanzó una gran ofensiva contra Gaza, y desde entonces el ejército israelí frenó, a través de la fuerza, cualquier intento de llegada de nuevos barcos humanitarios. Pese a todo, en 2010 nació la coalición internacional Flotilla de la Libertad, una red de organizaciones solidarias que intentó profesionalizar y perfeccionar esta iniciativa. Desde entonces, cada año parten nuevos barcos rumbo a Gaza, aunque ninguno consigue alcanzar su destino.
En el mismo 2010, el ejército israelí asaltó el barco principal de la Flotilla de la Libertad, el Mavi Marmara, matando a diez voluntarios turcos. "¿Merece la pena? Esos diez compañeros entregaron su vida para denunciar el criminal e ilegal bloqueo que sufre Gaza", recuerda Pineda, que se embarcó en la Flotilla en la siguiente expedición que la coalición organizó. "Matando a nuestros compañeros pensaban que iban a frenarnos, pero no lo consiguieron".
Desde que el genocidio israelí contra la Franja se recrudeció, a partir de octubre de 2023, la Flotilla de la Libertad ha incrementado sus esfuerzos por burlar el bloqueo israelí. Con la iniciativa que partirá el día 31 de agosto desde Barcelona, serán cuatro las expediciones que han zarpado este 2025.
Santiago González se embarcó en el Handala en julio de este año. "Estamos haciendo lo que deberían hacer los gobiernos, que es exigir que se cumpla el derecho internacional". Pese a no conseguir el objetivo de alcanzar Gaza, considera que una de las virtudes de la Flotilla es "la constancia, porque ayuda a que haya memoria en la ciudadanía y es una llamada de atención constante a la incoherencia de la comunidad internacional".
"Munición moral para los palestinos"
Según Pineda, la Flotilla cumple un triple objetivo: "Poner el genocidio en la agenda, señalar la complicidad de los gobiernos occidentales y dar munición moral a nuestros hermanos palestinos".
"Yo he vivido la flotilla desde dentro, como voluntario a bordo, y desde fuera, estando en Gaza y esperando su llegada. Y te aseguro que estas iniciativas dan mucha energía a los gazatíes". Pineda recuerda cómo, durante su estancia en la Franja, la población se juntaba en la playa y miraba al horizonte confiando que en algún momento apareciese un barco.
"Cuando decimos que esto sirve para que no estén solos no es un eslogan, yo puedo dar fe de que a la gente de Gaza, aun siendo conscientes internamente de que no van a llegar, les da esperanza. Es muy importante, les da munición moral y política a los palestinos para echar a andar en un mundo que es totalmente hostil", afirma el exeurodiputado de Izquierda Unida y actual responsable de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España (PCE).
No obstante, pese al valor simbólico y moral de la flotilla, ambos voluntarios coinciden en señalar que sigue siendo fundamental que España corte todos los vínculos económicos y políticos con Israel. "Igual que se hizo con la Sudáfrica del apartheid, hay que boicotear deportiva y comercialmente para que la sociedad reaccione", considera González.
"La mayor misión internacional de solidaridad" con Gaza partirá de Barcelona
El próximo domingo 31 de agosto zarpará desde Barcelona la Global Sumud Flotilla, presentada como la “mayor misión humanitaria” para romper el bloqueo en Gaza. La iniciativa, que reúne a activistas de 44 países, pretende abrir un corredor marítimo de ayuda a la población palestina, sometida a 22 meses de asedio. Los portavoces, Saif Abukeshek y Thiago Ávila, adelantaron que centenares de personas participarán en una travesía de una semana, aunque evitaron precisar detalles logísticos por razones de seguridad, tras denunciar "brutales intentos de sabotaje".
Independientemente de que esta iniciativa logre su objetivo o no, para Pineda "merece la pena intentarlo para que cuando pasen los años y nos pregunten qué ocurrió en Gaza no agachemos la cabeza, hicimos lo que teníamos que hacer y lo que pudimos hacer, y si no hicimos más es porque no nos dejaron". "Estuvimos en el lado correcto de la historia", concluye.


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