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Venezuela 6-D: Cierre de campañas con pronósticos contradictorios

Los 167 escaños de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento) serán renovados este domingo en unas elecciones a las que están convocados 19.496.365 inscritos en el Registro Electoral venezolano.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, asiste al cierre de campaña de la coalición oficialista Gran Polo Patriotico (GPP).- EFE

CARACAS.- Este jueves, a sólo tres días de las decisivas elecciones parlamentarias, miles de venezolanas y venezolanos se lanzaron a las calles a apoyar sus candidatos.

En Caracas, el chavismo desplegó una multitud en la mítica Avenida Bolívar, en el centro de la ciudad, mientras que la oposición derechista realizó un acto frente al Parque Cristal, una zona de clase media alta ubicada al este de la capital del país.

Chavismo muestra masividad

Desde el mediodía, miles de personas acudieron a la convocatoria del Gran Polo Patriótico, la alianza de partidos que se identifican con la Revolución Bolivariana. En un ambiente de música y alegría, se mostraron optimistas ante la elección del 6 de diciembre.

Iraida Morocoima es integrante del Movimiento de Pobladoras y Pobladores, el movimiento urbano más importante del país, con gran presencia en Caracas y los distritos que rodean a la capital, en el estado Miranda. Mientras agitaba una bandera tricolor, afirmó: "Estamos seguros que este pueblo otra vez vamos a lograr la victoria. Tenemos que ganar y después, profundizar el socialismo. No podemos seguir perdiendo el tiempo en radicalizar el proceso revolucionario".

Sobre la discordancia entre los diferentes pronósticos y el escenario de violencia a que pueden dar lugar, la militante expresó a Público que "ellos no aguantan más una derrota y van a seguir usando todos los mecanismos para que intervenga el imperio. Nosotros vamos a celebrar y mantener la calma, pero el año que viene vamos a estar activados, porque el capitalismo, cada vez que hay una victoria del proceso revolucionario, también se radicaliza. La Patria Grande otra vez depende de Venezuela y nosotros, los hijos de Chávez y Bolívar, no vamos a defraudar a la Patria Grande".

Desde la tarima principal, el presidente Nicolás Maduro se refirió a las elecciones con el mismo tono. "Tenemos que liberarnos de la burguesía que le ha hecho la guerra al pueblo. Les digo a las mujeres que han sido víctimas de la guerra económica, que estoy dispuesto a hacer todo para echar a andar un proceso de radicalización de la revolución económica productiva. Pero necesitamos la victoria del domingo para darle una lección a la burguesía parasitaria. Sería triste que el pueblo fuera derrotado por la guerra económica, sería un lanzazo en el alma de la Patria", arengó

Simpatizantes de la coalición oficialista Gran Polo Patriotico (GPP) asisten al cierre de campaña de las elecciones legislativas en Caracas (Venezuela).- EFE

Simpatizantes de la coalición oficialista Gran Polo Patriotico (GPP) asisten al cierre de campaña de las elecciones legislativas en Caracas (Venezuela).- EFE

La oposición va por un cambio

El acto de cierre opositor fue presentado como un "concierto de la unidad", en el que participaron grupos musicales y conocido humoristas de la radio y la televisión. Durante la concentración, que reunió menor cantidad de personas que la oficialista, una de las canciones entonadas fue la clásica "Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer", que data de las movilizaciones previas al fallido golpe de Estado de abril de 2002.

Entre el público abundaban las remeras con alusiones al cambio, que fue la frase más repetida por los dirigentes políticos presentes en el acto. Entre ellos se encontraba Miguel Pizarro, candidato por uno de los circuitos del estado Miranda, quien durante los últimos días se vio envuelto en una significativa polémica.

Sucede que el 22 de noviembre, en una caravana proselitista por el popular barrio de Petare, un grupo de encapuchados vestidos con camisas rojas y portando armas largas amedrentó a los asistentes a la actividad. Las fotos rápidamente dieron la vuelta al mundo como muestra de la violencia que, según afirmaron, descargaba el gobierno de Maduro sobre la oposición. Sin embargo, el caso dio un giro espectacular el miércoles 2 de diciembre, con la detención de Manuel Furelos, el jefe de la policía del Municipio Sucre, donde sucedieron los hechos y que está gobernado por la propia oposición.

El candidato a diputado a la Asamblea Nacional Miguel Pizarro por parte de la coalición opositora Mesa de Unidad Democratica.- EFE

De acuerdo a la imputación realizada por la Fiscalía, existe evidencia de que el comisario Furelos fue quien organizó el ataque, con miras a plantar el episodio como una operación mediática que culpabilizara mediáticamente al chavismo. Esto fue rechazado por Pizarro, quien consideró que la detención era "absurda e injusta". En el acto de cierre, el diputado no se refirió directamente al tema, aunque señaló que "quienes saben que están derrotados, buscan apelar a lo peor de la política, como lo hace este gobierno".

Otro de los presentes fue el veterano secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien consideró que "este 6 de diciembre ganamos como sea, con una avalancha de votos”.

Campaña, denuncias y polémica en el terreno internacional

Ramos Allup es el protagonista de una polémica similar a la de Pizarro, aunque de características mucho más graves y significativas. El miércoles 25 de noviembre, cuando terminaba un acto opositor en Altagracia de Orituco, estado Guárico, fue asesinado el referente de Acción Democrática del lugar, Luis Manuel Díaz.

De inmediato, Ramos Allup, máximo dirigente del partido a nivel nacional, informó a través de twitter que Díaz se encontraba en la tarima del acto junto a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López y que había muerto "por disparo arma de fuego hecho por bandas armadas PSUV desde vehículo". Es decir, acusó directamente al gobierno, lo que fue replicado por Tintori, que incluso señaló que había sido un atentado contra su vida, afirmando: “Me salpicó la sangre”.

El suceso alcanzó pronto repercusión internacional. Al caso se refirieron el primer ministro británico, James Cameron; el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, el ex presidente de Chile Ricardo Lagos; el presidente Mariano Rajoy y el ex presidente Felipe González, en una carta abierta en la que consideraron que el hecho ejemplificaba que “el ambiente electoral está dominado por la violencia, las amenazas y la intimidación a la oposición”. La precandidata demócrata a la presidencia de EEUU, Hillary Clinton; el secretario general de la OEA, Luis Almagro y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tuvieron similares apreciaciones.

'Me quieren matar', afirmó Tintori en una rueda de prensa y responsabilizó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, del 'atentado' del que, dijo, fue víctima ayer en el poblado de Altagracia de Orituco, en el estado Guarico.- EFE

"Me quieren matar", afirmó Tintori en una rueda de prensa y responsabilizó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, del "atentado" del que, dijo, fue víctima ayer en el poblado de Altagracia de Orituco, en el estado Guarico.- EFE

Con el correr de las horas, aparecieron varias contradicciones. Las más evidentes fueron que Luis Manuel Díaz no se encontraba en la tarima junto a Lilian Tintori y que no se le había disparado desde un vehículo. Nuevas informaciones revelaron que Díaz, además de su actividad política, estaba involucrado en un grupo delictivo dedicado al secuestro, el abigeato y la extorsión; y que se hallaba amenazado por integrantes de una banda rival.

Finalmente, el 30 de noviembre fueron detenidos tres implicados en el asesinato, quienes reconocieron que se trató de una disputa por negocios del hampa. A esa altura, la verdad no tuvo tanta repercusión como las primeras denuncias: Ramos Allup y Tintori no volvieron a referirse al hecho, tampoco quienes habían dado por válidas las denuncias. El esclarecimiento fue omitido por los medios más importantes, confirmando la crisis de valores que afronta el periodismo tradicional.

Pero la disputa por el sentido de lo que sucede en Venezuela no descansa. En los últimos días han arribado al país varias figuras políticas. Entre ellas, José Luis Rodríguez Zapatero, invitado por el órgano electoral, quien aseguró que las elecciones se desarrollarán en un ambiente de “convivencia y respeto”.

En otro episodio que involucra al Reino de España, la canciller venezolana Delcy Rodríguez respondió duramente a su homólogo José Manuel García Margallo, quien había pedido al gobierno de Venezuela que "garantice que las elecciones van a ser limpias, justas y transparentes, que no va a haber violencia y que se va a aceptar el resultado de las urnas". Rodríguez le recordó por twitter: "García Margallo parece no estar informado sobre la negativa de la oposición venezolana en reconocer los resultados electorales", aludiendo a que la MUD no ha querido firmar un compromiso de aceptación de los resultados ante el Consejo Nacional Electoral. Para finalizar diciendo: “Venezuela no acepta ningún tipo de injerencismo y rechaza la campaña internacional que pretende desconocer nuestras instituciones legítimas”.

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