Un 57,7% de las mujeres jóvenes reconoce que ha mantenido relaciones sin deseo sexual, según el estudio Sexualidad de las mujeres jóvenes en el contexto español, encargado por el Instituto de las Mujeres con encuestas a 1.516 jóvenes de entre 18 y 25 años.

Las encuestadas han calificado su grado de satisfacción con su vida sexual con 6,6 puntos de media. A pesar de que lo que más valoran es el placer que les proporciona la masturbación, la penetración es la práctica más habitual (74,6% frente al 66,5 %) y muchas no la experimentan hasta después de haber mantenido relaciones.

Otros elementos valorados son la receptividad de la pareja, la periodicidad de las relaciones y la frecuencia de los orgasmos. La encuesta también evidencia una ruptura con ciertos elementos tradicionales como el rechazo a la cosificación del cuerpo de las mujeres y la crítica generalizada a la pornografía.

La violencia sexual es la principal preocupación

Dentro de las principales preocupaciones entre las jóvenes, la posición central la ocupa la violencia sexual. Las encuestadas la sitúan como un problema social de primera magnitud, con un grado de sensibilización mayor entre aquellas que se identifican con el feminismo.

Un 67,4% de las jóvenes asegura haber recibido comentarios sexuales o sexistas inapropiados en espacios públicos, un 46% ha recibido imágenes o comentarios de índole sexual no deseados a través de redes sociales y un 36,2% ha sufrido tocamientos sexuales no deseados.

Estas cifras explican el miedo que sienten las mujeres en su vida: un 60,7% declara haber sentido miedo de que alguien pudiera ejercer algún tipo de violencia sexual sobre ellas en espacios públicos y hasta un 41,6% ha experimentado temor en lugares de ocio nocturno, mientras que un 20% tiene miedo a sufrir una agresión sexual en su entorno (escuela, trabajo o pareja).

Una de las grandes demandas que realizan las encuestadas es la educación sexual, ya que se sienten insatisfechas con la recibida. Por ello, solicitan una mayor y mejor formación afectivo-sexual, y preferiblemente en la escuela.

Críticas con la pornografía

Dentro del ámbito de la educación sexual la pornografía juega un papel muy importante, ya que las encuestadas la consideran una "escuela sexual" que crea nociones y expectativas sobre la sexualidad que pueden suponer un riesgo por su distorsión de la realidad.

Cerca de la mitad de las mujeres de entre 18 y 25 años declara haber consumido pornografía, con una edad media de acceso de 15,5 años, y en algunos casos, incluso menor. Su consumo entre las jóvenes se reduce a una vez cada tres meses (muy inferior al que realizan los hombres), según ha detallado la responsable del estudio, Silvina Vázquez.

Un 37,3% afirma haber mantenido conversaciones o intercambio de imágenes de índole sexual a través de la red y un 24,3% ha empleado, además, aplicaciones de citas.

Casi la mitad ha recurrido a la píldora del día después

Cerca de la mitad de las encuestadas (43,5%) reconoce haber recurrido a la píldora del día después y un 20% reconoce que nunca o casi nunca usas métodos anticonceptivos cuando mantiene relaciones sexuales.

La edad media de la primera relación sexual es de 16,7 años y, aunque el preservativo masculino es el método anticonceptivo empleado con mayor frecuencia (así lo indican el 83,6%), casi la mitad ha tenido que recurrir en alguna ocasión a métodos anticonceptivos de emergencia.

Además, un 5,7% se ha sometido a un aborto, donde tan solo el 40% recibieron el apoyo de su pareja, un 27,7% de su madre, y un 14,4% de una amiga. Un 4,6% manifiesta haber pasado sola por este proceso, bien porque no ha pedido ayuda, o bien por falta de apoyos.