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El exconcejal de Ponferrada Pedro Muñoz, condenado a casi 17 años de cárcel por dejar tetrapléjica a su exmujer

El político golpeó y arrojó por la terraza de su casa a la que entonces era su pareja, para después volverla a agredir con patadas, golpes y un palo en varias partes del cuerpo.

10/1/24- Imagen de archivo de Pedro Muñoz a su llegada a la Audiencia Provincial de León.
Imagen de archivo de Pedro Muñoz a su llegada a la Audiencia Provincial de León. J. Casares / efe

La Audiencia Provincial de León ha condenado a 16 años y 11 meses de cárcel al exconcejal de Ponferrada Pedro Muñoz, quien golpeó y arrojó por la terraza de su casa a la que entonces era su mujer, causándole lesiones neurológicas que la dejaron tetrapléjica.

La Sala le condena por un delito de lesiones agravadas, con las circunstancias agravantes de parentesco y discriminación por razón de género a 12 años de cárcel; por tres delitos de maltrato familiar a 29 meses en total, y un delito de maltrato familiar habitual a 2 años y medio de prisión.

Los magistrados describen una "relación tóxica" marcada por el "comportamiento violento e intimidante" del político, que maltrató física y psicológicamente a la que era su pareja desde del comienzo de su relación, en la que eran habituales empujones, golpes, palizas y humillaciones, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

En la sentencia, la Audiencia absuelve al encausado de los delitos de asesinato y homicidio en grado de tentativa, "por la concurrencia de la excusa absolutoria de desistimiento voluntario". También ha sido absuelto de los delitos de amenazas y del delito leve de injurias en el ámbito familiar de los que había sido acusado.

La lanzó al vacío por el balcón y después la agredió

La sentencia considera probado que el 27 de mayo de 2020, tras una discusión, "el acusado con la intención de acabar con la vida de la denunciante la lanzó al vacío por el balcón o barandilla que soportaba el remate de la terraza, cayendo y golpeándose contra el suelo y contra un pozo que había en la zona, especialmente en la cabeza y en la espalda, quedando inmóvil y tirada boca abajo".

"Inmediatamente después, bajó desde la terraza al piso inferior de la vivienda, se acercó al lugar donde se encontraba tirada, y volvió a agredirla con patadas, golpes y un palo en varias partes del cuerpo, en especial en las manos y en las piernas", indica la resolución.

La Sala, que apoya su decisión en jurisprudencia del Tribunal Supremo, descarta el asesinato intentado y el homicidio en grado de tentativa porque concurre el desistimiento o arrepentimiento activo. El Tribunal justifica esta decisión alegando que fueron sus acciones posteriores las que evitaron el fallecimiento de la víctima tras la agresión.

"El acusado realizó actos voluntarios, positivos y eficaces para evitar la culminación de la muerte de su esposa, lo que demuestra su interés en neutralizar lo que antes había puesto en marcha para perpetrar la infracción penal, por lo que la aplicación del desistimiento voluntario resulta de obligado cumplimiento", explica el Tribunal.

Una relación de maltrato habitual

El acusado, en un principio, negó los hechos y aseguró que la caída desde la terraza fue accidental. Sin embargo, los magistrados entienden que el relato de la víctima "sobre el maltrato habitual que sufrió como consecuencia del comportamiento agresivo, posesivo, violento e intimidante del acusado cumple con todos los parámetros necesarios para servir como prueba de cargo suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado".

En 2018, la víctima denunció por primera vez durante una agresión, pero la ayuda nunca llegó, y en 2019 tuvo que firmar ante notario, bajo presión, que no sufría malos tratos. Como consecuencia de la última agresión, la mujer, abogada de profesión, sufre una paraplejia que la mantiene postrada en una silla de ruedas y le hace necesitar ayuda para todas las actividades básicas de la vida diaria, imposibilitándola para la realización de cualquier oficio o profesión.

Después de casi cuatro años buscando justicia, por fin ha tenido respuesta. La sentencia también fija una indemnización a favor de la víctima de 1,5 millones de euros. Sin embargo, la sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

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