Este artículo se publicó hace 2 años.
Las experiencias en los colegios mayores, un modelo marcado por el machismo, la hostilidad y el elitismo
Saludos e himnos franquistas, humillación contra las mujeres y masculinidad tóxica son algunos de los elementos que aclimatan el ambiente de estas residencias, especialmente controladas por órdenes religiosas.
Madrid-Actualizado a
El episodio en el Colegio Mayor Elías Ahuja no es un caso aislado. Los comportamientos machistas y las actitudes elitistas parecen una constante en este tipo de centros después de que antiguos residentes compartieran públicamente sus experiencias tras haber vivido en ellos durante su etapa universitaria.
Al menos un centenar de jóvenes comenzaron a gritar desde las ventanas del edificio insultos machistas contra las colegialas del centro Santa Mónica, situado justo enfrente. Una práctica habitual, según contaron a este medio antiguas alumnas del colegio mayor femenino, que denunciaron los comportamientos que suelen tener los estudiantes del edificio contiguo —que es exclusivamente masculino y está dirigido por la orden religiosa de San Agustín—.
A pesar de estas actitudes, algunas residentes del Santa Mónica han defendido esta "tradición" que los chicos suelen llevar a cabo en el arranque del curso como una novatada. Mientras, la dirección del órgano ya ha expulsado a varios jóvenes y ha señalado que tomará medidas, como impartir cursos de concienciación en igualdad de género.
Aunque el subdirector del Elías Ahuja, Álvaro Nieto, ha indicado que antes esta práctica se limitaba a emitir sonidos de animales desde la ventanas (costumbre que se conocía como "La granja"), ya en 2021, los estudiantes efectuaban el discurso misógino al grito de "Mónicas, putas", en referencia al calificativo con el que se denomina a las chicas del colegio femenino.
En 2020, en España había 178 colegios mayores
Esta dinámica machista y elitista no parece ajena al clima habitual de estos centros. En 2020, en España había 178 colegios mayores. En total, suman 21.967 plazas, según datos recogidos en el informe sobre residencias de estudiantes que elabora la compañía de servicios inmobiliarios JLL. El trabajo recoge que, en Madrid, el 72% de las residencias y colegios mayores son mixtos mientras que el 16% son exclusivamente femeninos y el 12% son masculinos.
Aunque sobre la tipología el trabajo no ofrece datos disgregados, sí apunta que "los colegios mayores para estudiantes de un mismo sexo están operados, generalmente, por órdenes religiosas". Además, los agustinos, orden que controla el Elías Ahuja, se encuentra entre los diez operadores de oferta de camas en Madrid. En la capital, aproximadamente, el 60% de las camas están gestionadas por operadores privados.
Franquismo: fotografías con el saludo romano
Dos antiguas colegialas del Santa Mónica explican a este medio que las novatadas de los residentes del Elías Ahuja llegan a "niveles extremos, con comas etílicos, peleas y discusiones", donde son capaces de que "te hagan realizar actos sexuales con piedras o árboles". Una de ellas relata cómo ha acudido a alguna barrilada, fiesta universitaria "donde solo bebes alcohol hasta las trancas". Después, explica la joven, "desde las ventanas gritan cosas como 'sois unas putas, ¡guarras!". "Solo saben gritar y gritar", sentencia.
Otra joven, Carlota, ha decidido contar su experiencia en TikTok y se ha sorprendido que este tipo de cosas aún sigan ocurriendo. Ella estuvo en un colegio mayor femenino de Madrid. "Se nos hacía cantar una canción repitiendo el nombre de Franco y se nos decía que debíamos censurar esa palabra cuando salíamos de la residencia", explica en el fragmento. También ha añadido que había grupos que se fotografiaban haciendo "el saludo fascista".
Machismo: masculinidad tóxica
Los comportamientos machistas eran la tónica habitual, pues a las jóvenes se les hacía cantar letras misóginas cuando eran mezcladas con residentes varones de otros centros. Carlota explica que una de las novatadas era "asignarte con un chico mayor de un colegio masculino". "No importaba si querías o no, se te obligaba a tener citas con él e ir a las fiestas con él, donde el chico daba por hecho que te ibas a liar con él", ha subrayado.
José Pablo López, director de contenidos de RTVE, también fue a un colegio mayor y ha defendido que este tipo de actitudes "no son hechos aislados". "Los que hemos vivido allí sabemos la masculinidad tóxica que se respira", ha lamentado.
La periodista Ángela Ruiz, que fue al Santa Mónica, ha contado cómo hace diez años escuchaba "este tipo de gritos cada día" durante los dos cursos que pasó. En la misma línea, Francisca González, antigua colegiala, recuerda que "en el 94 ya nos gritaban 'putas' por las ventanas". Ella estuvo en el Colegio Mayor Miguel Antonio Caro.
Clasismo: exclusividad para la élite
No obstante, no solo hay un problema de machismo, también de clasismo, pues estos centros alimentan el elitismo de aquellas familias que se pueden permitir llevar a sus hijas e hijas a este tipo de centros. La pensión mensual del Elías Ahuja es de 1.190€. El periodista Pablo R. Roces, que intentó acceder a este centro, ha contado su experiencia, en la que su padre llegó a proclamar: "Mi hijo ni es ni quiere ser de la élite".
"Uno de los directivos del centro y de la orden religiosa nos hizo la entrevista y empezó a preguntarme si tenía pareja estable, dónde había estudiado, qué tipo de familia éramos, si era creyente...", narra. El momento notorio de la historia llega cuando explica cómo al entrevistador le cambió la cara cuando dijo que su padre era un minero prejubilado y su madre tenía una tienda de moda. "Aquí estamos formando a las élites de nuestro país", le respondió el representante del colegio mayor. Finalmente se levantaron y se fueron tras la sentencia del padre y su rechazo al elitismo. "Viendo la élite que están formando es una gozada no pertenecer a ella. Tampoco me ha ido tan mal", concluye.
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