La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha afirmado este domingo que las feministas deben estar "organizadas" para hacer saber que están "en todos los lugares del mundo" y reconocerse de forma mutua para crecer y "pelear juntas" en la conquista "de los espacios de poder del patriarcado".

Así lo ha dicho en la sesión de clausura del Encuentro Internacional Feminista organizado por el ministerio que dirige, bajo el lema "We call it feminism. Feminismo para un mundo mejor" y celebrado desde el viernes pasado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Esta última jornada, una sesión de debate que contó con la presencia de propia Montero, la antropóloga argentina Rita Laura Segato y con Irina Karamanos, quién recientemetnen renunció al puesto de primera dama de Chile por estar en contradicción de su trayectoria feminista, se trató en profundidad el feminismo y el ejercicio del poder, con la moderación de la periodista Patricia Reguero.

La antropóloga Rita Segato arrancó con una disquisición sobre qué es el poder y sobre términos que es necesario entender o definir cuando se habla de ejercerlo, y advirtió desde el inicio que "carezco por completo de fe institucional". Para Segato, la lucha del feminismo debe ser en todos los frentes, aunque "es importante saber dónde poner la mayoría de las fichas". Aclaró que en las sociedades patriarcales se entiende el poder como adueñarse o apropiarse de cosas, un concepto, el de la "dueñidad", que marca gran parte de su pensamiento. "La dueñidad es el mal del presente y en la actualidad es insuficiente hablar de desigualdad. Lo que hay es una concentración enorme de la riqueza". A su entender, es más importante hablar en términos de influencia que de poder, "porque con la influencia sí cambiamos el mundo". Y advirtió: "otro tema importante en los movimientos sociales es el del protagonismo. Ví a personas matarse por el protagonismo, y esto dentro del feminismo es fatal, despreciable".

En su intervención, Irene Montero ha insistido en que ser "millones" y estar "organizadas correctamente en nuestros territorios y a nivel internacional" es "determinante" para lograr objetivos como el presupuesto para políticas públicas o una movilización popular a favor de una ley como la del solo sí es sí o a favor de la legalidad del aborto. La ministra ha dicho que en los "momentos difíciles" que ha afrontado en su cargo y frente a la "reacción a los avances" promovidos, "la clave ha sido que estamos juntas".

A su juicio, el feminismo tiene en la actualidad a nivel internacional "una clara voluntad de poder", el que siempre se les ha negado a las mujeres "solo por el hecho de ser mujeres", enfocada a la capacidad colectiva de tomar decisiones en todos los espacios, institucionales o no. Esta "voluntad", ha añadido, "es un avance decisivo para que el feminismo esté siendo el principal impulso democrático del mundo entero en este momento".

Montero ha destacado también cómo el movimiento feminista avanza en la sociedad "con un planteamiento de transformación estructural profundamente antineoliberal", empeñado en "la destrucción de aquellos actores que se han sostenido en los privilegios del sistema patriarcal y del capitalismo".

Por otra parte, ha lamentado la "violencia política" ejercida contra las feministas, como "estrategia que busca despojarnos de poder" y desacreditar a mujeres que están en un parlamento o en un movimiento social en defensa de un territorio. "Que a una mujer no le merezca la pena [aguantar la violencia política]no es algo personal ni individual, sino disciplinarnos a todas. Se ejerce para un objetivo colectivo. Que nuestros derechos no sean peleados y demostrar quién manda", añadió.

Ante eso, ha dicho, "es importante que estemos más juntas que nunca para demostrar que ejercemos el poder de forma colectiva", y que las "estrategias de violencia no nos van a parar porque si una se cansa va a venir otra detrás y la vamos a acuerpar para que vuelva a coger fuerza".

Por su parte, Karamanos ha dicho que "los feminismos transformadores tienen una aspiración de transformación en el sentido de sentirnos afectadas por lo que está pasando al resto de la civilización, por la precarización de la vida". Karamanos ha destacado que "el feminismo es una alternativa de democracia, un cuestionamiento respecto de la libertad que se contrapone directamente con las libertades que propone el neoliberalismo". "Desde el feminismo estamos proponiendo una transformación: que se pueda transitar por distintos caminos y no solo por la vía principal. Pero la reacción a este movimiento va a intentar restringir de forma cada vez más violenta esta libertad", añadió. 

El evento que ha concluido este domingo ha sido organizado como la apertura de "un espacio de encuentro en España para construir alianzas feministas a nivel internacional que permitan avanzar hacia unas sociedades más democráticas".