Al menos 2.000 mujeres se han visto afectadas por un programa que pretende salvar vidas y atiende a miles de mujeres cada año en Andalucía. Los errores y retrasos en los diagnósticos de cribado de cáncer de mama han sido incontables.

AMAMA, la Asociación de mujeres con cáncer de mama, no ha parado de recibir llamadas de mujeres que, a través de testimonios desgarradores, cuentan fallos en diagnósticos, dejación de funciones a la hora de llamar a pacientes e, incluso, casos de metástasis por falta de atención exhaustiva.

El programa de detección se lleva aplicando en Andalucía desde 1995. Su objetivo es localizar a tiempo un tumor en pacientes, elevar las posibilidades de curación y ofrecer una mejor calidad de vida a todos ellos. Teniendo en cuenta que el cáncer de mama es el tumor maligno más común entre las mujeres andaluzas, era de esperar que la asociación AMAMA comenzase a recibir cientos de llamadas.

Según el Gobierno andaluz, en 2023, se cribaron 368.562 mujeres y se detectaron 1.182 cánceres. Debido a la ausencia de cifras y datos del programa durante los últimos cinco años, el Ministerio de Sanidad ha reclamado a la Junta que se faciliten los resultados de todos ellos para continuar la investigación.

Este último escándalo ha puesto en jaque al Gobierno andaluz. Juan Manuel Moreno Bonilla no ha explicado exactamente de dónde proviene esta crisis. No ha especificado si se trata de un centro en particular o es un problema general que envuelve por completo a su sistema público de salud.

Desde UGT defienden que no se trata de un error aislado, sino que es solo la punta del iceberg. La falta de personal y largas listas de espera serían algunas de las razones por las que cientos de mujeres no pueden tratarse justo a tiempo y evitar, en algunas ocasiones, el empeoramiento de un cáncer. 

A pesar de que se promete actuar con transparencia, rapidez y revisiones internas a la hora de conectar con las afectadas, muchas de ellas aseguran recibir estos mensajes con escepticismo. Exigen responsabilidades al Sistema de Salud Andaluz. Aunque algunas de las víctimas no querían que toda la responsabilidad cayese en la ya ex consejera de Salud Rocío Hernández, Bonilla ha intentado frenar el escándalo con su cese.

Izquierda Unida, la asociación Defensor del Paciente y Adelante Andalucía han denunciado al SAS por dejación de funciones y delitos como el de homicidio, lesiones imprudentes y el de omisión del deber de prestar servicios sanitarios.