ORÍGENES // JOSÉ MARÍA BERMÚDEZ DE CASTRO

* Director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, Burgos

Hace ahora treinta años inicié mi primera aventura científica como bio-antropólogo. Mi directora de tesis, la doctora Pilar-Julia Pérez, me aconsejó el estudio de las poblaciones aborígenes de las islas Canarias. En aquellos años apenas teníamos en España un puñado de fósiles humanos, por lo que mi deseo de investigar sobre la evolución humana del Pleistoceno tuvo que esperar. Sin embargo, mi tesis doctoral me dio la oportunidad de descubrir el apasionante y fascinante misterio del origen de los primeros habitantes de las islas Canarias.

Durante cinco años alterné el estudio de las colecciones esqueléticas de los canarios (Gran Canaria) y de los guanches (Tenerife y La Gomera) con los primeros restos fósiles encontrados en 1976 en el yacimiento de la Sima de los Huesos de Atapuerca. Debo confesar que investigación de las primeras poblaciones aborígenes de Canarias, cuya arribada a las islas quizás no fue anterior al siglo IV antes de nuestra era, me cautivó y me hizo vivir momentos apasionantes. El origen norteafricano de raíces beréberes de las diferentes tribus de cada isla parece confirmado por las investigaciones arqueológicas, lingüísticas y bio-antropológicas, pero las razones que obligaron a estos primeros pobladores a realizar la peligrosa travesía entre la costa africana y las islas Canarias (¿nos suena de algo?) sigue siendo un enigma después de tantos años. Las pequeñas diferencias bio-antropológicas entre las tribus de cada isla han sido demostradas tanto por la antropología clásica, como por la paleogenética, aunque la cultura material tiene sin duda un sustrato común.

Hace pocas semanas he tenido la oportunidad de regresar después de muchos años a la isla de Gran Canaria y conocer de primera mano los avances espectaculares en las investigaciones sobre los aborígenes de esta isla. La sorpresa más agradable ha sido mi visita al Museo y Parque Arqueológico de la Cueva Pintada de Gáldar. La muestra esquelética de Gáldar fue una de mis preferidas por su excelente estado de conservación. Se decía que en la región de Gáldar vivió la tribu de mayor rango jerárquico de la isla, cuya lucha contra los conquistadores europeos, ya en época medieval, fue épica.

El Museo de la Cueva Pintada de Gáldar es uno de esos lugares que los amantes de la prehistoria no deberían dejar de visitar. Descubrir el mundo perdido y poco conocido de los aborígenes de Canarias y de su historia más reciente es un aliciente más para viajar a uno de los archipiélagos más afortunados del planeta.