La frase es del vicepresidente deportivo del Barcelona: “El precio real de Cesc es el que pedía el Arsenal, unos 60 millones como mínimo”. Quiero pensar que Josep Maria Bartomeu dice esto para vanagloriarse del gran fichaje realizado y, de paso, presumir de su capacidad negociadora. Sin embargo, esta afirmación se me antoja ventajista cuando fue el Barça el que pidió al Arsenal que no trascendieran las cifras totales de la operación, unos cuantos millones más de los 40 que Rosell dijo públicamente que no valía Cesc.

Aunque sorprenda, algunos están descubriendo ahora a Fàbregas. Entiendo que no es lo mismo jugar en la Premier que hacerlo en la Liga, aunque el catalán tampoco lleva tanto de azulgrana: apenas un partido liguero, más otro de la Supercopa de España, otro de la de Europa y el Gamper. Claro que su rendimiento está siendo espectacular, pues además de ser un crack, Cesc no necesitaba aclimatación, aunque parece que sí presentación.

Fueron muchos los que tomaron a Guardiola por caprichoso cuando priorizó su fichaje teniendo en plantilla a Xavi, Iniesta y Thiago. Rosell fue uno de ellos, de ahí que dijera lo que dijo de Fàbregas y llevara las negociaciones con el Arsenal a regañadientes.

Quien aún no termina de ver a Cesc como titular es Del Bosque. Mientras el seleccionador se empeñe en alinear juntos a Xabi Alonso y Busquets, Fàbregas tendrá más complicado ser titular junto a Xavi, Iniesta y Silva, los cuatro indiscutibles. A ver si el hecho de que Guardiola tenga a Cesc en el Barça ayuda al marqués. Jugando de falso nueve, el puesto que habitualmente ocupa Messi, Fàbregas ha marcado ya tres goles, a los que hay que añadir los dos a Chile. Ah, y con él, La Roja también defiende mejor. ¿Acaso hay mejor manera de hacerlo que no perdiendo nunca el balón?