Opinión
Wikileaks y el Baaz
Por Eugenio García Gascón
Mientras se publican los cables que se han cruzado la secretaría de Estado en Washington y las embajadas y consulados de Estados Unidos por el mundo en los últimos años, el partido Baaz iraquí, al que pertenecía Saddam Hussein, considera que las filtraciones de Wikileaks de octubre acerca de la invasión de Iraq aportan un material imprescindible para denunciar la ocupación militar de ese país que comenzó en 2003 y que ha causado un sinfín de víctimas.
El Baaz está estudiando presentar denuncias contra Estados Unidos en los tribunales internacionales, y para ello se reunirá con expertos en legislación internacional. El partido de Saddam Hussein está convencido de que por ese camino conseguirá compensaciones económicas para las víctimas, y piensa que aunque las compensaciones no lleguen pronto, tal vez podrán obtenerse más adelante, quizá dentro de algunos años, basándose en los documentos que ha aportado Wikileaks.
Los 400.000 documentos filtrados por Wikileaks en octubre recogen muertes de civiles y abusos de prisioneros en grandes cantidades, y según el Baaz prueban también que el Ejército estadounidense ha cometido crímenes de guerra por los que algún día tendrá que responder ante los tribunales.
El Baaz dominó Iraq hasta la invasión de 2003, cuando se prohibió el partido. Desde entonces los baazistas han actuado desde la clandestinidad y en contra de la ocupación, y muchos de sus líderes se han exiliado, principalmente a Siria y Jordania. Durante el ejercicio del poder, el Baaz cometió innumerables crímenes y reprimió al extremo a la oposición. Sin embargo, los baazistas sostienen el "remedio" que han aplicado los Estados Unidos ha sido mucho peor que la enfermedad.
Los baazistas consideran que el actual gobierno iraquí es ilegal puesto que se ha establecido bajo el dominio de una potencia extranjera.
Otros activistas internacionales también sostienen que las filtraciones de Wikileaks constituyen una base suficiente para denunciar a Estados Unidos y al Reino Unido, y a sus líderes George Bush y Tony Blair, aunque todavía no han dado ningún paso en ese sentido.