El arzobispo de Tarragona se desmarca de la petición de elecciones de Argüello: "La Iglesia no debe entrar en política partidista"
"No podía efectuar estas declaraciones, al menos en nombre de los obispos", lamenta Planellas. Zapatero también arremete contra los obispos: no pidieron urnas "en los cuarenta años de la dictadura de Franco".

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El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, se ha desmarcado por completo de la petición de urnas que ha venido reclamando, tras el estallido del caso Cerdán, el presidente de la Conferencia Espiscopal, Luis Argüello, y que el pasado viernes refrendó su secretario general, Francisco García Magán. En declaraciones al Diari de Tarragona, Planellas fue muy contundente: "La Iglesia no debe entrar en política partidista".
Según recoge el Diari, Planellas manifestó: "No comparto las declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, y del secretario general y portavoz, Francisco García Magán, en las que reclaman al Gobierno español la convocatoria anticipada de elecciones generales".
Luego, Planellas agregó: "Argüello no podía efectuar estas declaraciones, por lo menos en nombre de los obispos, sin haber tratado este tema en la Comisión Permanente del episcopado, que se ha reunido precisamente esta semana en Madrid". En la rueda de prensa del viernes, García Magán así lo puntualizó: "No hay posición de la Conferencia Episcopal". Sin embargo, después, como portavoz de la institución, respaldó por completo a Argüello.
"No hay, pues, una posición consensuada entre los obispos de la Conferencia Episcopal", expuso Planellas. "Por lo tanto, en este asunto, Argüello solo puede pronunciarse como arzobispo de Valladolid, pero de ninguna manera sus declaraciones representan al conjunto de los obispos de la Conferencia Episcopal", prosiguió.
El arzobispo, recoge el Diari, apostilló: "Evidentemente hay que luchar contra la corrupción e investigar lo que sea conveniente, en la iglesia, en la política, en las empresas... Además, la Iglesia no debe entrar en política partidista, en la línea de la constitución pastoral Gaudium et spes del Vaticano II".
La respuesta del Gobierno
Las declaraciones de Argüello y García Magán, además de causar rechazo entre los obispos, como queda claro tras las declaraciones de Planellas, también lo ha provocado entre grupos de cristianos de base, que han mostrado su repulsa ante una irrupción tan palmaria en el campo político.
Después de las declaraciones de García Magán, que no sentaron nada bien ni en el PSOE ni en el Gobierno de España, el ministro de presidencia, Félix Bolaños, envió una dura carta a Argüello en la que le expresaba su "extrañeza" —y la del Ejecutivo— porque reprodujera "forma exacta" las peticiones y argumentos de PP y Vox.
Después, Bolaños acusó a los obispos de haber abandonado la "neutralidad política" y también el más mínimo "respeto institucional". Luego, les espetó estar en "comunión espiritual y política" con "la derecha y la ultraderecha".
Este lunes, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero arremetió con toda dureza contra los obispos y les reprochó haber reclamado urnas contra Pedro Sánchez cuando no lo hicieron "en los cuarenta años de la dictadura de Franco, al que llevaron bajo palio".
Luego, recordó las manifestaciones que se hicieron durante su mandato: "A mí me acusaron de ser más o menos el diablo porque iba a acabar con las familias; había muchos obispos, de la mano del PP, nunca vi tantos obispos en mi vida. Obispos que curiosamente veinte años después han vuelto a salir a pedir elecciones".
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