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El Ayuntamiento de Madrid se decanta por la empresa de un sobrino de Amancio Ortega, sin bagaje cultural, para gestionar un teatro 

Desestima el proyecto presentado por la mayor productora de musicales en España para la rehabilitación y explotación del Teatro de Madrid, cerrado desde 2011. Más Madrid ha presentado duras alegaciones al proyecto y los vecinos temen que los planes escondan sólo la instalación de un espacio de restauración, con terrazas y barras al aire libre, sin oferta cultural.

Teatro Madrid, en el distrito de Fuencarral-El Pardo de la capital.
Teatro Madrid, en el distrito de Fuencarral-El Pardo de la capital. A. Plata / Europa Press

El Teatro de Madrid, ubicado al lado del centro comercial La Vaguada, en el distrito de Fuencarral-El Pardo de la capital, es un teatro municipal que lleva cerrado, en desuso, desde 2011, cuando terminó el contrato con la empresa Artibus, que lo había gestionado desde su inauguración, en 1992. En sus casi dos décadas de vida, el teatro, con 900 butacas, acogió festivales y espectáculos de danza, sobre todo. Su cierre lo dejó a expensas del vandalismo y condenó al barrio a prescindir de una oferta cultural sobresaliente. 

Ahora el Ayuntamiento de Madrid lo quiere rehabilitar y darle una nueva vida como teatro y espacio cultural. Sin embargo, la polémica envuelve la manera en la que lo está haciendo, generando desconfianza incluso entre algunos organismos del propio consistorio, como el Servicio de Medio Ambiente y Escena Urbana de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo

El Teatro de Madrid estaba adscrito al Área de Gobierno de Obras y Equipamientos del ayuntamiento, pero sin explicación previa y por decreto de 23 de febrero de 2021 de la delegada de este área pasó directamente a depender de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, presidida por el concejal Francisco Javier Ramírez, conocido por su fiebre por las enseñas españolas, ya que ha hecho importantes inversiones para colocar banderas en numerosos espacios públicos en Fuencarral y Chamberí, distrito que también preside. 

Según ha informado el Ayuntamiento a Público, el paso del teatro a la competencia de la Junta de Fuencarral se debió a "la voluntad del distrito de recuperar la actividad cultural de este espacio tras diez años cerrado, para presentar una mayor oferta cultural a los vecinos del distrito y del conjunto de la ciudad de Madrid".

Una vez en manos del concejal Javier Ramírez, el teatro se convirtió inmediatamente en objeto de deseo por parte de dos mercantiles que presentaron sendos proyectos de viabilidad, entre mayo y junio de 2021, para reabrirlo y explotarlo. 

Una de las empresas interesadas es Stage Entertainment España, la productora que ha montado los mayores musicales en España, entre otros, El Rey LeónMamma Mía! Y la segunda, la firma J&L Spain, SL, ubicada en A Coruña dedicada a la gestión de discotecas y restaurantes. El concejal presidente de Fuencarral-El Pardo desestimó el proyecto de la primera y se quedó con el de la mercantil gallega; un proyecto que adolece, según los técnicos municipales consultados por este medio, de envergadura y capacidad técnica. 

Según la versión del Ayuntamiento de Madrid ofrecida a este medio, "la inadmisión de la iniciativa presentada por la empresa Stage Entertainment se debe a que no se ajustaba al régimen jurídico previsto por el distrito, de conformidad con la Ley de Contratos del Sector Publico, puesto que su iniciativa se refería a un contrato de concesión de obras y no de concesión de servicios. Por lo tanto, desde el punto de vista jurídico y técnico, esa propuesta es incompatible con los fines y objetivos para la prestación del servicio cultural".

Críticas de Más Madrid

Esta explicación no convence a Más Madrid. Pilar Perea, concejala de Más Madrid en Fuencarral-El Pardo y portavoz de la Comisión Permanente Ordinaria de Cultura, Turismo y Deporte, cree que la decisión unilateral de Javier Ramírez es "arbitraria": "Hemos estado muy pendientes de todo el proceso seguido respecto al Teatro Madrid por su extraordinaria relevancia para la cultura en el distrito de Fuencarral -El Pardo y la propia ciudad --explica Pilar Perea--. Nos parece completamente arbitrario que sea el concejal del PP de este distrito el que decida unilateralmente que prospere una propuesta que presenta serias deficiencias técnicas (por lo que hemos presentado importantes alegaciones), en detrimento de la propuesta de otra empresa técnicamente mucho más completa y que, sin embargo, es desestimada sin someterla a informe de otros servicios municipales y sin la suficiente fundamentación jurídica que avale esa decisión".

Una vez elegida por el concejal Ramírez la oferta de la empresa gallega, se abrió el proceso para tramitar su iniciativa privada para explotar el teatro. El pasado 10 de enero concluyó el plazo para presentar alegaciones y en el periodo de tres meses la junta municipal debe pronunciarse sobre las mismas. Posteriormente, la junta elaborará los pliegos para convocar un concurso público. La empresa gallega partirá en dicho concurso con cinco puntos de ventaja respecto a otros competidores al ser suyo el proyecto de viabilidad. Pero, ¿quién está detrás de J&L Spain, SL

Sobrino político de Amancio Ortega

Público ha rastreado a través del Registro Mercantil quién está al frente de la mercantil coruñesa: Juan Carlos Rodríguez Cebrián, sobrino político de Amancio Ortega, casado con Dolores Ortega Renedo, hija de Antonio Ortega, el hermano fallecido del creador de Zara. Dolores es la cuarta accionista principal de Inditex. Rodríguez Cebrián fue director general de Servicios Generales y vocal del Consejo de Administración de Inditex entre 1997 y 2005. En la actualidad, ya lejos del negocio textil, este reconocido empresario gallego atesora, junto con su esposa, importantes SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable) y tiene aspiraciones de presidir el Deportivo de la Coruña. 

Tras importantes inversiones en el ladrillo, Juan Carlos Rodríguez Cebrián se pasó hace años al mundo del ocio y la restauración. Controla varios locales de ocio nocturno en A Coruña como la Sala Pelícano, Dux, Playa Club, Amura y la Sala Moom 57, con su socio Luis Diz, la otra mitad de J&L Spain. La mercantil está participada en un 50% por Inversiones Saona, SL, uno de los vehículos financieros de Rodríguez Cebrián para invertir en nuevos proyectos de restauración. 

Irregularidades aún no subsanadas

Como es preceptivo, el estudio de viabilidad se sometió a la valoración de distintos servicios municipales, entre ellos el Servicio de Medio Ambiente y
Escena Urbana de la Junta de Fuencarral-El Pardo
, que el 2 de junio de 2021 advirtió en su informe técnico varias irregularidades, entre ellas, la insuficiencia de indicaciones sobre las obras que se pretenden acometer en el teatro. "Con la documentación aportada no se pueden conocer las obras que se
proponen, debiendo para ello aportar planos del estado actual y planos del estado propuesto para poder estudiar el alcance de las obras y valorar su viabilidad", consta en el informe del Servicio de Medio Ambiente de la Junta presidida por Javier Ramírez.

Más Madrid ha incluido en las alegaciones que ha presentado al proyecto las advertencias de este servicio municipal, que aún no se han subsanado, según la formación de izquierdas. "En cuanto al restaurante que el estudio contempla, se afirma [por parte del Servicio de Medio Ambiente de la junta municipal] que para poder implantar dicha actividad deberá justificar que la actividad queda vinculada directamente al uso principal o característico del edificio, es decir,  el cultural, y que contribuye a su desarrollo", consta entre las alegaciones de Más Madrid. 

"No consta  información sobre las obras ni sobre la integración del restaurante en el proyecto cultural"

El Ayuntamiento de Madrid ha declinado responder a Público respecto a si ha requerido a la empresa gallega a que subsane estas irregularidades. El proyecto podría ser impugnado si durante el procedimiento que desembocará en el concurso público no se atiende al requerimiento del Servicio de Medio Ambiente. 

El grupo municipal de Más Madrid alerta en sus alegaciones de que en el proyecto elegido por el ayuntamiento "no consta ninguna información sobre las obras a realizar ni sobre la integración del restaurante en el proyecto cultural". 

18 millones de presupuesto

¿Cuál es el proyecto de Rodríguez Cebrián para el Teatro de Madrid? La empresa ha declinado contestar a las preguntas de este medio. En su proyecto consta que su "planteamiento será recuperar el edificio actual, ponerlo en valor renovando y actualizando su aspecto, y dotando al uso actual de nuevas alternativas de ocio". El presupuesto total de su proyecto asciende a  18.046.555 euros

La aparente falta de concreción respecto al uso cultural principal que plantea J&L Spain para el teatro preocupa a los vecinos. La histórica asociación vecinal La Flor, instalada hace décadas en Fuencarral-El Pardo, asegura que tiene "dudas" sobre lo que quiere hacer la firma gallega en el teatro. "No vemos la oferta cultural por ningún lado en el proyecto --clama Carmen Espinar, portavoz de esta asociación--. Nos han saltado muchas alarmas. No nos da confianza que este tipo de empresas se ocupen del teatro. No son especialistas en gestión cultural, sino que gestionan discotecas. Además, el proyecto dedica una parte importante a desarrollar la instalación de un restaurante en el teatro".

Más Madrid: "El proyecto excluye cualquier repercusión cultural específica sobre la zona en la que se va a instalar"

Los vecinos rechazan que se imponga una oferta de restauración y piden que el espacio cultural que se pretende reabrir permita el uso de sus instalaciones a artistas del barrio. La Asociación Vecinal La Flor no ha hecho alegaciones al proyecto porque se le pasó el plazo, según explica su portavoz. 

El proyecto planea configurar una zona destinada a barras y terrazas entre los arcos del edificio del teatro y el edificio colindante, que es una biblioteca pública. "Se puede deducir que cualquiera de los usos terciarios a instalar implicará la redacción de un Plan Especial para autorizar su implantación", consta en las alegaciones de Más Madrid, dado que según el Plan General el uso principal del edificio del teatro es el cultural. Según la formación, "el proyecto excluye desde su origen cualquier tipo de repercusión cultural específica sobre la zona en la que se va a instalar". 

"Estamos estudiando llevar este asunto a la Oficina Municipal contra el Fraude y la Corrupción para que estudie posibles irregularidades en este procedimiento", indican desde Más Madrid.

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