En ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha sido la principal protagonista en el arranque de la sesión de control que se celebra este miércoles en el Congreso de los Diputados. Tanto PP como Vox han criticado con dureza la situación económica. Y Calviño ha contratacado, especialmente contra el partido ultraderechista, al que le ha dejado un recado tras la matanza de niños producida este martes en Texas, EEUU. "Qué se puede esperar de una formación que el día que lloramos una matanza en EEUU propone repartir armas a los ciudadanos", le ha afeado a su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros. 

La vicepresidenta no se ha extendido más en las acusaciones pero conviene recordar que allá por 2019, el líder ultraderechista, Santiago Abascal, propuso que "los españoles de bien" pudieran ir armados para ejercer su "autodefensa". 

Calviño ha acusado también a Vox de infundir miedo a la ciudadanía española por la situación económica. Y le ha recordado que su partido "faltó al respeto a las personas con discapacidad", en referencia a unas declaraciones del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo hacia una diputada del PSOE. Para la vicepresidenta, Vox es un partido "que falta respeto a las personas diferentes" y que genera miedo, "crispación y confusión en los ciudadanos".

Por lo demás, la vicepresidenta se ha defendido de las acusaciones sobre la situación económica. Primero, con Jaime de Olano, diputado del PP. "Los españoles sí confían en este Gobierno, porque saben que este es el Gobierno que defiende el interés general, este es el Gobierno que los ha protegido ante la crisis más grave a la que se ha enfrentado nuestro país en muchas décadas", ha dicho. 

La ministra, como ha hecho en reiteradas ocasiones durante estas sesiones de control, ha pedido a los populares que "salgan del rincón del no y empiecen a remar en la dirección del interés general". Antes, Olano había pedido a Calviño que pactara la política económica con el PP y no con Otegi, Echenique o Rufián.