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Canet de Mar Un Congreso plural vuelve a reivindicar la diversidad de las lenguas frente al enésimo ataque de las derechas a costa del catalán

PP, Vox y Cs también han atizado el falso conflicto lingüístico en Canet de Mar durante la sesión de control al Gobierno, primero, y luego durante el debate de una iniciativa de Vox para aplicar otro 155 a Catalunya tras la sentencia del castellano.

15/12/2021.- (De izq a der, delante) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Soc
Parte de los miembros del Gobierno y los diputados del grupo socialista aplauden en la sesión de control al Ejecutivo. Javier Lizón / EFE

Las derechas de PP y Cs y la ultraderecha de Vox han vuelto a convertir el uso del castellano en su principal campo de batalla. La pugna entre estos partidos por liderar la afrenta contra el Gobierno a raíz del caso del menor de Canet de Mar también se ha trasladado este miércoles al Congreso de los Diputados, donde han atizado el falso conflicto lingüístico escolar en Catalunya durante la sesión de control al Gobierno, primero, y luego durante el debate de una iniciativa de Vox para aplicar otro 155 a Catalunya tras la sentencia del castellano.

Lejos de abordar el asunto con rigor y decoro parlamentario, los representantes de estas formaciones han empleado insultos para descalificar no solo al Gobierno por "no hacer nada para garantizar" el uso del castellano en las aulas (las competencias en Educación son autonómicas), sino al uso constitucional del resto de lenguas cooficiales del Estado, es decir, el catalán, gallego y euskera, en los centros educativos.

Desde las nueve de la mañana, la chabacanería se ha instalado en el hemiciclo. Así, el líder del PP, Pablo Casado, el primero en intervenir desde su escaño, ha parafraseado a Pedro Sánchez en unas declaraciones realizadas en 2015 y fuera de la sede de la soberanía para airear: "¿Qué coño tiene que pasar en España para que usted asuma alguna responsabilidad?".

Durante su turno de réplica a Pedro Sánchez, quien le ha recriminado su falta de respeto a las Cortes Generales, Casado se ha llevado por delante también el lenguaje inclusivo y la campaña de Consumo contra la publicidad sexista dirigida a la infancia. "Tanta chorrada de niñes y juguetes, pero deja desprotegidos a los niños", ha remachado Casado.

La líder de Cs, Inés Arrimadas, en un tono similar, ha acusado a Sánchez de "no hacer nada cuando tiene al fascismo y al odio delante", en referencia a ERC, pese a que su formación ha pactado en varias comunidades autónomas con la ultraderecha.

"Este es un Gobierno que trabaja por la convivencia en las aulas. No vamos a politizar ni la lengua ni la educación en ninguno de los territorios de nuestro país. Y, finalmente, este es un Gobierno que vive, siente e interpreta la diversidad territorial, las lenguas cooficiales y que va a garantizar el derecho de los niños a utilizar las lenguas constitucionales", ha respondido Sánchez.

El presidente del Ejecutivo también ha mostrado su apoyo a la familia acosada en Canet de Mar, como posteriormente ha hecho la ministra de Educación, Pilar Alegría. Para ella, el PP ha pedido su dimisión, asegurando que es "la mejor coartada del separatismo". Y todo ello a pesar de que la ministra de Educación, así como el resto de miembros del Gobierno, ha pedido a la Generalitat que acate la sentencia del Tribunal Supremo en la que ratifica la cuota del 25% del castellano en los centros de educación de Catalunya.

"¿Desde cuándo el PP ha dejado de ser esa derecha responsable en este país? ¿Desde cuándo el PP utiliza cualquier excusa para intentar dividir a la sociedad de este país?", ha replicado Alegría a la bancada conservadora para después preguntar: "¿No se dan cuenta de que con estos discursos, ustedes lo que fomentan es el odio y la división?".

La mayoría del Congreso, frente a la derecha

Pero los reproches hacia el modo de actuar de la derecha con esta cuestión, utilizada constantemente como arma arrojadiza para desautorizar el apoyo de los socios independentistas al Gobierno, no han salido solo de los sillones azules, donde están ubicados los miembros del Consejo de Ministros.

También, la mayoría de los portavoces de los grupos, que representan la diversidad del Estado en el hemiciclo más plural de la historia reciente, han cargado contra PP, Vox y Cs durante el debate de la moción consecuencia de interpelación de la ultraderecha, que previsiblemente será rechazada este jueves.

"Lo que les molesta es que haya otra lengua distinta del castellano", ha señalado el diputado de la CUP, Albert Botran, desde la tribuna entre abucheos de los diputados ultras. La diputada de PNV Josune Gorospe ha tomado la palabra para tildar de "lamentable espectáculo" la actuación de las derechas en sede parlamentaria por sus insultos, amenazas y desprecio a la diversidad y a la pluralidad lingüística. "Están haciendo henchida de orgullo patrio de una España monocolor", ha afeado.

El diputado del BNG, Néstor Rego, ha continuado en la misma línea: "Una vieja estrategia del fascismo es hacer pasar a la víctima por agresores y a los agresores por víctimas. Lo retratan perfectamente a ustedes", ha relatado frente al ruido de la bancada de las derechas, que no han parado de jalear como si de un partido de fútbol se tratara.

"La única lengua que les importa es el castellano, una lengua que sin ningún complejo llaman el español. ¿Qué son entonces la lengua catalana, vasca y gallega? Convierten al español en el mayor enemigo de las lenguas de todo el Estado", ha lanzado la diputada de ERC Montserrat Bassa.

Por su parte, el diputado de los comunes Joan Mena ha defendido la inmersión lingüística, "un consenso bueno para los hijos de las clases populares, para los hijos de los castellanoparlantes y porque son buenos para la convivencia en un país plurilingüe". 

La portavoz de Educación del PSOE, Mari Luz Martínez Seijo, ha cerrado el turno de intervenciones acusando al PP de caer en el extremismo de Vox, auspiciado por datos falsos sobre el supuesto peligro que vive en castellano. "No solo piden intervenir Catalunya sino restringir las libertades de cada uno de hablar otras lenguas bajo la amenaza de la sanción. Esta moción refleja un extremismo ideológico y fanático que representa a esa España negra que votó en contra de la Constitución", ha rematado.

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