Este artículo se publicó hace 3 años.
El PP vuelve a usar Catalunya como arma arrojadiza para desviar la atención de su crisis interna
El presidente de los populares visita Barcelona para anunciar una batería de acciones contra "el adoctrinamiento en las aulas" tras el caso de Canet de Mar justo en los días en los que su enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso vuelve a estar en el centro de
Madrid-Actualizado a
El Partido Popular (PP) obtuvo el pasado mes de febrero su peor resultado electoral en unas autonómicas de Catalunya. Su candidato, Alejandro Fernández, logró solo el 3,85% de los votos y tres diputados. Fueron superados, además, por Cs y Vox. Pero esa baja representación en el Parlament no impide que el partido recurra una y otra vez a usar cuestiones catalanas como arma arrojadiza, especialmente desde el resto del Estado. Este martes el líder popular Pablo Casado sí se desplazó hasta Barcelona. Desde allí anunció una batería de acciones contra "el adoctrinamiento" en las aulas y el "apartheid linguístico" que a su juicio se vive. Todo ello en mitad de una crisis interna que se ha vuelto a reavivar, con fuerza, por la rebelión de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a cuenta de las cenas de Navidad.
A Casado, pese a estar en Barcelona por la cuestión de la lengua, le preguntaron por las declaraciones de Ayuso. Y él le contestó con una advertencia. "Ayer hubo 100 muertos por Covid", dijo. La dirección nacional de Génova pugna por colocar estos días sus mensajes sobre Catalunya, aprovechando el suceso de acosos a una familia en Canet de Mar frente a sus cuitas internas, que siguen todavía vivas en fechas prenavideñas.
Pese a los malos resultados electorales del partido, Casado no ha variado su estrategia de confrontación total con el independentismo. Este año, tras la concesión de los indultos, la oposición saltó incluso a las calles, junto a Cs y Vox, para protestar por la decisión. Y el mensaje reiterado es criticar sin cesar a los "socios" del Gobierno. En el PP confían en que estos posicionamientos logren atraer, en el resto del Estado, a votantes desencantados por esta cuestión con Pedro Sánchez y el actual PSOE.
Hablar de Catalunya, consideran en el PP, les sale rentable. Una muestra de ello fue la comparación que hizo ayer la portavoz parlamentaria Cuca Gamarra entre el niño de Canet y el rey emérito. Al ser preguntada qué relación tiene la libertad de Juan Carlos I para volver a España con el caso del niño de Canet de Mar, Gamarra lo ha enmarcado en el "concepto de la libertad", ante la "limitación que se pretende" de la misma por parte de algunos partidos.
Por su parte, Casado dedicó ayer un largo discurso a anunciar una serie de acciones concretas para defender la "libertad" de elección de las familias para estudiar en español. "Todos somos padres de Canet", dijo. A continuación, defendió algunas de sus propuestas que a su juicio resolverían este problema. Como por ejemplo "un cuerpo de Alta Inspección Educativa para garantizar el fin de la segregación lingüística". O "una ley de Lenguas que blinde, tutele y defienda la libertad de elección y de acceso a la función pública, sin que el idioma sea un requisito".
El PP también ha impulsado una declaración institucional en el Congreso "de condena de lo que está haciendo la Generalitat" y en apoyo a la familia de Canet. Los populares acusan al Govern de cometer un delito de desacato a
una sentencia judicial y les ha avisado de que acudirán a los tribunales "si el Gobierno no hace nada" por proteger a la familia señalada. Además, acudirán a la Unión Europea, tanto a la Comisión, como a la Comisión de Peticiones y al Consejo de Europa, según anunció Casado.
Los populares han llegado a comparar la situación que se vive en Catalunya con el nazismo
El PP, en palabras de su vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, ha llegado a comparar la situación que se vive en Catalunya con el nazismo. "¿Qué nos queda por ver? ¿Vamos a llegar a ver en Catalunya a los que pidan que se pueda estudiar en castellano con un brazalete marcado, para que puedan ser señalados por la calle, igual que hacían los nazis con los judíos?", señaló hace unos días.
La otra principal protagonista de la disputa interna en los populares, Ayuso, también ha usado la cuestión catalana en numerosas ocasiones, en una suerte de proyección como líder estatal en vez de autonómica. De hecho, ha justificado la creación, a medida de Toni Cantó, de una Oficina del Español, porque considera que "hay regiones donde no se permite estudiar" esta lengua.
Recogida de firmas fallida
Este año, la acción del PP sobre Catalunya ha tenido un paralelismo con otra realizada en 2006. Pero los resultados no han sido los mismos. Los populares anunciaron en junio que recogerían firmas contra los indultos a los presos del Procés. La campaña fue un pinchazo y se fue desinflando con el paso de los días y sin terminar de ser rematada. Las cifras que dieron entonces, más de 300.000 apoyos, contrastan con los cuatro millones de adhesiones que consiguió Mariano Rajoy contra el Estatut hace 15 años.
Las manifestaciones en las calles, todavía no convocadas durante este año pero sí el pasado, tampoco son un asunto nuevo. Ya en 2008 se vieron imágenes de dirigentes de los populares y de un incipiente Cs liderado por Albert Rivera contra la inmersión linguistica en las escuelas catalanas. La cuestión de la lengua también está siendo campo de batalla para los populares en la Comunidad Valenciana. Allí sí se sucedieron movilizaciones con presencia del PP. Vista la estrategia de la derecha sobre esta cuestión no parece descabellado que vuelvan a intentar visibilizar sus posiciones en las calles. Vox, de momento, ha convocado alguna acción de protesta ante las puertas del Parlament.
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