Mañana de intensidad mediática en la Ciudad de la Justicia de València. A la declaración de Mónica Oltra ante el juzgado de instrucción número 15, se le ha sumado la primera sesión del juicio por el caso Alquería –que investiga la presunta contratación irregular por parte de ex-directivos de Divalterra, una empresa pública dependiente de la Diputació de València–. A pesar de los rumores, no han aparecido miembros de la extrema derecha en busca de su minuto de gloria.

La exvicepresidenta de la región ha asegurado que ha declarado desde "la transparencia y desde esa rendición de cuentas" y que está "serena, tranquila y obviamente más cansada". Confía en que sus explicaciones "hayan convencido". Por ello, ha añadido que "ahora toca tener paciencia, es el momento de la Administración de Justicia". 

El apoyo a Mónica Oltra, a pesar de las llamadas por Whatsapp, también ha sido discreto y se ha limitado a diferentes cargos y militantes de Compromís pero sin pancartas ni ruido. Quienes sí han aprovechado las cámaras han sido los funcionarios de justicia, que a media mañana se han concentrado ante la fila de trípodes que esperaban la salida de Oltra para exigir a la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, mejoras en su situación laboral. También, un solitario manifestante mostraba una enorme pancarta denunciando los riesgos de la industria química en Nàquera, un pequeño pueblo a unos 20 kilómetros de València.

Y ya fuera de estas anécdotas, la espera de Oltra se ha hecho larga. La negativa del juez a grabar la declaración de Oltra para evitar filtraciones –por lo que había constantes revisiones de la transcripción– y la existencia de numerosos abogados, junto a la minuciosidad del juez han provocado que el interrogatorio haya superado las cuatro horas.

Durante toda su declaración, la ex-vicepresidenta se ha ratificado en su versión, que ya dio a conocer en las diferentes comparecencias parlamentarias y ruedas de prensa. Ha negado que diera ninguna instrucción en relación con el expediente administrativo que se abrió en el momento de saberse que había una denuncia por abusos de una menor tutelada en un centro concertado por la Generalitat. Una versión que coincide con la de los otros 13 cargos, técnicos y funcionarios de la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas investigados en la misma causa. También ha reiterado que desconocía la existencia de ninguna denuncia hasta el 4 de agosto de 2017 por una llamada de su ex-marido. "Ha sido muy clara en todas las respuestas y no se ha contradicho en ningún momento", ha asegurado un testigo de la declaración.

Por la tarde, la declaración ha continuado con el interrogatorio de la Fiscalía y las acusaciones particulares, representadas por el presidente del partido ultra España 2000, José Luis Roberto, y asociación Gobiérna-te de la agitadora de extrema derecha, Cristina Seguí, representada por Pablo Delgado, abogado del ex-presidente valenciano Francisco Camps y Vox. Esta parte ha sido mucho más corta, en parte por la negativa de Oltra a responder a las preguntas de las acusaciones particulares.

Apoyo total de Compromís, perfil bajo de Ximo Puig

El apoyo de Compromís a Oltra, que ve en este proceso un caso de lawfare, o sea de manipulación de la justicia con finalidades políticas, se ha representado con la presencia de numerosos militantes y cargos de la coalición, entre otros, la secretaria general de Més Compromís, Àgueda Micó, el diputado Carles Esteve, los concejales de València Giuseppe Grezzi y Pilar Soriano, o los secretarios autonómicos Iván Castañón e Isaura Navarro. Hasta el punto que desde algún medio se ha dejado entender que este lunes sería "festivo" en el Govern para facilitar el apoyo a Oltra. Otros, que no han podido desplazarse a la Ciudad de la Justicia, han manifestado desde sus perfiles de redes sociales su confianza en un rápido archivo.

Desde San Sebastián, donde se encuentra para presentar el nuevo proyecto para la Ciudad de la Luz de Alacant, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha sido mucho más cauto. Preguntado por los periodistas ha afirmado que cree "en ella [por Mónica Oltra] y en la justicia" y no dudaba que "va a declarar la verdad".

En la rueda de prensa donde anunció su dimisión, Oltra tuvo palabras muy duras hacia Puig, al que acusó de amenazar con expulsar Compromís del Govern si ella no renunciaba y les responsabilizó de que "ganaran los malos". Nada apunta a que la relación haya mejorado desde entonces.