La dura pugna a cuatro entre Junts, PSC, Comuns y ERC mantiene abierto el escenario electoral en Barcelona
Según el estudio de 'Key Data' para 'Público', el candidato de Junts obtendrá el 21,2% de los votos y 10 concejales, los mismos que el PSC de Collboni, que quedaría medio punto por debajo. Colau, con el 18,2%, sumaría 9 y la ERC de Ernest Maragall, 7.
Barcelona-
Las elecciones municipales de Barcelona del próximo 28 de mayo se presentan como las más ajustadas y emocionantes que se recuerdan, con un total de cuatro candidatos con aspiraciones razonables a llegar a la alcaldía de la capital catalana. A poco más de tres meses, el escenario está totalmente abierto y la aritmética podría ser endemoniada, hasta el punto de que difícilmente ningún pacto a dos sumará la mayoría absoluta de 21 concejales y políticamente no parecen factibles las alianzas que implican a tres formaciones. En estos momentos, Xavier Trias se situaría en la pole position, pero extremadamente igualado a Jaume Collboni y con muy poco margen sobre la alcaldesa, Ada Colau, mientras que el republicano Ernest Maragall aparece más retrasado, pero sin estar en ningún caso descartado.
Según el estudio del observatorio Key Data para Público, que recoge las últimas tendencias de las encuestas electorales publicadas, Junts sería la fuerza más votada, con el 21,2% de los sufragios y 10 concejales. Esto confirmaría el acierto de la apuesta por Xavier Trias -alcalde de la ciudad entre 2011 y 2015- como candidato, ya que en los anteriores comicios Junts recibió apenas el 10,5% de las papeletas, que le comportaron cinco ediles.
En cifras absolutas, la proyección es que la lista de Trias sumaría casi 150.000 sufragios, unos 4.500 más que el PSC de Jaume Collboni, que se quedaría en un apoyo del 20,6%, que se traduciría también en 10 representantes municipales. Supone 2,2 puntos y dos concejales más que los obtenidos en las elecciones de 2019. La diferencia entre Trias y Collboni, por tanto, se sitúa en el empate técnico.
La estimación coloca a Barcelona en Comú justo un concejal por debajo, es decir, con nueve. La formación de Ada Colau alcanzaría el 18,2% de los votos, 2,5 puntos menos que cuatro años atrás, cuando acumuló 10 concejales y fue la segunda fuerza más votada, a menos de 5.000 papeletas de la ERC de Ernest Maragall. El partido independentista, precisamente, es el último que mantiene ciertas opciones de aspirar a la alcaldía de la ciudad, si bien los últimos sondeos lo colocan por detrás de Junts, PSC y BComú. En el caso de la proyección de Key Data, la candidatura de Ernest Maragall sumaría siete representantes, tras recibir el 15,1% de las papeletas -más de 106.000, con una estimación de participación del 64,9%-, lo que implicaría un retroceso de 6,3 puntos y tres concejales respecto a la anterior votación.
PP y la Cup también tendrían representación, pero quedan fuera Ciudadanos, Vox y Valents
Key Data también prevé que el PP y la CUP obtengan representación en el pleno municipal, mientras que quedarían fuera Ciudadanos, que se hunde, Vox y Valents. En el caso del PP, el partido de derechas solo capitalizaría parcialmente la desaparición de Cs, puesto que pasaría de 5,0% al 6,6% del apoyo y de dos a tres representantes. En cualquier caso, parece que la candidatura que encabezará Daniel Sirera tiene garantizada la presencia en el consistorio, mientras que hace cuatro años la lista liderada por Josep Bou estuvo a punto de no alcanzarla. Quien retornaría al pleno es la CUP, que en 2019 no alcanzó el umbral mínimo del 5% para conseguir representación. El estudio le da el 5,3% de los votos y dos concejales. De 2015 a 2019, el partido de la Esquerra Independentista tuvo tres concejales en la capital.
Por último, Cs mantendría la tendencia hacia la irrelevancia -y muy probable desaparición como partido- que arrastra desde hace unos años y pasaría de seis a ningún concejal y de un apoyo del 13,2% al 3,1%. En 2019, la formación se presentó en coalición con la Barcelona pel Canvi de Manuel Valls y el ex primer ministro francés lideraba una candidatura que, sin embargo, quedó muy por debajo de sus propias expectativas. La extrema derecha de Vox mejoraría los resultados de la anterior cita municipal y crecería del 1,2% al 4,5% de los sufragios, pero no alcanzaría el 5% exigido para conseguir concejales. En cualquier caso, está cerca.
Pactos complicados
El escenario de fragmentación del voto hace años que se repite en Barcelona y, de hecho, ahora mismo no existe ninguna alianza entre dos partidos que sume la mayoría absoluta de 21 concejales, una situación que Key Data prevé que continuará después del 28 de mayo. La cifra solo podría alcanzarse con pactos a tres bandas. Sin embargo, en la práctica políticamente son difícilmente viables. Esto favorecería a la fuerza más votada, ya que en unas elecciones municipales se garantiza la alcaldía si el resto de formaciones no son capaces de articular una mayoría absoluta.
Los partidos que integran el actual gobierno municipal -BComú y PSC- subirían hasta los 19 concejales, uno más de los que tienen ahora, pero con los socialistas de primera fuerza. No entra en el escenario de las posibilidades que si la CUP obtiene dos concejales decida dar la alcaldía a Jaume Collboni, como tampoco parece viable que los Comuns pacten con el PSC y el PP de Daniel Sirera ceda sus votos para evitar alcaldía de un Trias con quien comparte en gran parte del modelo de ciudad. En el mandato que está a punto de terminar, los grandes proyectos de ciudad han salido adelante con el apoyo de ERC, pero plantear que los de Ernest Maragall pactarán con PSC y Comuns para cerrar el paso a Trias también parece una situación altamente improbable.
Por tanto, si partimos de la proyección de resultados que hace Key Data, Xavier Trias tendría un escenario relativamente favorable para recuperar la alcaldía de Barcelona ocho años después. Aunque fuera con un gobierno en solitario en primer término y con la posibilidad de ampliarlo en un futuro, ya sea con una alianza con un PSC con el que comparte gran parte de la visión económica y de modelo de ciudad -rebajar las regulaciones al turismo, apuesta por los macroproyectos y la ampliación de las grandes infraestructuras y enterrar en el cajón la idea de ir reduciendo el espacio disponible para los coches- o con ERC. En cualquier caso, esto no deja de ser hipótesis a partir de una estimación electoral que muestra un escenario electoral absolutamente abierto y que no permite concluir quién será el alcalde de Barcelona después de los comicios del 28 de mayo. La batalla a cuatro continúa.
El estudio elaborado por KeyData para Público es un análisis desk rearch de toda la información disponible, tanto del comportamiento electoral del ámbito de la elección y su evolución como de todas las encuestas, publicadas o no, a las que se ha tenido acceso.
Con toda esa información y aplicando las ponderaciones correspondientes, se llega a una estimación de voto sobre la que se aplica la ley electoral para asignar escaños.
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