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Ejecutivo de coalición El PSOE empieza a "tragar sapos" frente a Unidas Podemos para mantener la paz en el Gobierno

Unidas Podemos, por su parte, ha tenido que avalar hoy a Dolores Delgado como fiscal general del Estado, pese a que en su día Iglesias pidió su dimisión. Y antes hubo otras cesiones.

El lider de Podemos, Pablo Iglesias, junto al ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos (i), en el pleno del Congreso de los Diputados tras finalizar la primera jornada de la sesión de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. EF
La recién designada fiscal general del Estado, Dolores Delgado, este jueves en la Comisión de Justicia del Congreso

Veinticuatro horas han bastado para que queden a la vista dos grietas importantes entre los partidos que forman el Gobierno de coalición, pero también para que PSOE y Unidas Podemos escenifiquen que las aguas han vuelto a su cauce.

De miércoles a jueves, el Partido Socialista ha tenido que ceder posiciones en materia de política migratoria y, especialmente, en lo que respecta al modo -y hasta a los tiempos- de abordar la reforma del consentimiento sexual -el "sólo sí es sí"- en el Código Penal. 

El Gobierno zanja el choque por la ley de violencia sexual en apenas dos horas

Paralelamente, Unidas Podemos ha tenido que mostrar en el Congreso de los Diputados su apoyo al nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado, pese a que en su día Pablo Iglesias pidió su dimisión como ministra de Justicia. 

El vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos es, precisamente, quien acostumbra a usar la expresión "tragar sapos" -ya la utilizaba en campaña electoral-, y eso es exactamente lo que ambas fuerzas han tenido que hacer para mantener la paz en el Ejecutivo de coalición.

Y, si el miércoles las críticas de la formación de Iglesias a la posición del Ministro del Interior llevaban a una corrección de postura por parte del Gobierno, el jueves las "divergencias" daban paso a otra crisis. 

De hecho, después de que Público y otros medios se hicieran eco de esas "divergencias" sobre la ley integral de libertad sexual en la que trabaja el Ministerio de Igualdad -en realidad el problema de fondo radica en cómo abordar la reforma del Código Penal-, el Gobierno apenas dejaba pasar dos horas antes de remitir un comunicado sobre el "consenso total" en esta materia.

Lo cierto es que el malestar en Unidas Podemos con el ministro de Justicia venía de lejos. Casi un mes después de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, remitiese a Juan Carlos Campo el borrador de la ley integral, su formación criticó la actitud de bloqueo del ministro. 

En sólo dos horas el asunto estaba zanjado, y el Gobierno se comprometía a llevar esta ley al Consejo de Ministros en plazo, esto es, el 3 de marzo, para que su tramitación comience antes del 8-M.

El fondo del debate está en que, hasta la fecha, los representantes del PSOE en el Gobierno han vendido que la reforma del Código Penal  será "amplia", y por tanto tocará varias materias. Esperan que, al tener varias aristas, disminuya la atención en la reforma del delito de sedición, por el que fueron condenados los líderes del procés catalán.

Y, como avanzó este medio, Unidas Podemos tiene claro que tanto la sedición como el consentimiento sexual deben desgajarse de la reforma amplia, ir por separado.

Así, y tras la primera reunión del comité que velará por el cumplimiento del acuerdo de coalición -sobre el que apenas han trascendido detalles-, parece que la situación ha vuelto a la calma.

Las cesiones de Unidas Podemos

Con todo, las cesiones del PSOE han contribuido a rebajar la tensión, pero lo cierto es que Unidas Podemos también ha tenido que tragarse varios sapos hasta la fecha.

Asens, a Delgado: "Que usted esté al mando de la Fiscalía es una buena noticia"

El caso más evidente ha tenido lugar esta tarde, cuando Jaume Asens, presidente del grupo confederal en el Congreso, ha arropado a la exministra Delgado en su comparecencia. "Que usted esté al mando de la Fiscalía es una buena noticia". "Usted cumple {los requisitos], más allá de la opinión de cada uno sobre usted, nadie duda de sus méritos".

Esto, por no hablar del cese esta misma semana del periodista Fernando Garea como presidente de la Agencia EFE . Han evitado comentarlo, como han evitado recordar que en su día pidieron designar desde el Congreso a quien ostentara la presidencia de la agencia pública, en lugar de hacerlo a dedo.

O cómo pasaron de puntillas sobre la decisión del presidente del Gobierno de mantener a José Félix Tezanos al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuando escasos meses antes, en noviembre, Iglesias había reclamado su dimisión.

O cómo han arropado al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, muy criticado por la derecha -que ya ha llevado el caso a los tribunales-, por su reunión con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. 

Y, en lo que respecta a Catalunya o a Venezuela, los representantes de Unidas Podemos han aligerado sus discursos, aunque no hayan variado sus posiciones. Esto es especialmente evidente cuando Iglesias responde a preguntas sobre el autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó: la posición en esta materia la marca el presidente, así como la ministra de Exteriores, viene a decir. Ambas partes tragan sapos. 

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