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Trump Devolver la "justicia social" al centro del debate como antídoto al 'trumpismo'

El debate organizado por Espacio Público reunió al politólogo Pablo Bustinduy, la economista Mónica Melle, la doctora en Ciencias Políticas Gabriela Brochner y el profesor de la Universidad de Mánchester Miguel Martínez Lucio.

Miembros del debate "El Trumpismo, la nueva barbarie"./ Público

La irrupción hace casi cuatro años del magnate Donal Trump en la pugna por la Casa Blanca y su victoria contra Hillary Clinton terminó de poner patas arriba a las democracias liberales, dando paso a una forma de hacer política e incidir en el mundo que los cuatro ponentes han analizado desde diferentes prismas. El Espacio Ecooo, en pleno centro de Madrid, se convirtió una vez más en el escenario para la conclusión de un debate abierto por Espacio Público, en esta ocasión sobre el alcance internacional de un concepto político todavía en construcción: el trumpismo.

El politólogo Pablo Bustinduy, exdiputado de Podemos y antigua cabeza visible de la formación morada en el Congreso de los Diputados, quiso señalar al origen de Trump como figura política. En concreto, lo consideró un "síntoma histórico" de sus dos predecesores, George Bush y Barack Obama, que dejaron tras de sí un mundo "doblemente quebrado", tanto a nivel económico, como a nivel bélico, con la invasión de Irak como punto de partida. No obstante, consideró que se comete una equivocación si se analiza a Trump "como algo excepcional". 

Bustinduy incidió en que el hecho de que Trump tuviera que enfrentarse a una "defensora del sistema", como Hillary Clinton, terminó de situar el marco en una posición favorable para el entonces candidato del partido conservador. El establishment contra él. Un riesgo que puede repetirse en unos meses, en caso de que las encuestas estén en lo cierto y Joe Biden se alce con la nominación demócrata, algo que "coloca al progresismo ante la peor de las disyuntivas posibles", haciendo a los votantes de izquierda elegir entre susto o muerte, entre "Macron o Le Pen".

Su receta pasa por no enfocar el trumpismo desde una perspectiva "emocional". "En ese campo él tiene mucho que ganar", sostuvo. En relación con eso, consideró que el proceso de impeachment iniciado hace unas semanas es "una de las operaciones políticas peor planteadas", ya que regala a un político dañado por su gestión económica "un escenario favorable para la reelección". Bustinduy expuso que la solución pasa por volver a situar "la justicia social" en el centro del debate. Algo que solamente ve capaz de hacer a "Bernie Sanders y Elizabeth Warren".

La privatización de la política

La economista Mónica Melle, perteneciente a Economistas frente a la Crisis, señaló a Trump como parte de un "capitalismo salvaje al que se le han dado varias vueltas de tuerca". "Trump entiende el Gobierno como un conjunto de empresas. Cree que la deuda federal funciona como un crédito empresarial. De ahí las presiones a los presidentes ucranianos y australianos", añadió.

Es lo que Melle denominó como "privatización de la política". "Las decisiones están en manos de unos pocos dueños del capital. En 2016 la mitad de los ingresos de las campañas presidenciales vino de 130 familias", agregó. Se trata de algo que va en consonancia con la espectacularización de las formas de hacer política. "Cualquiera que pueda comprar un espacio en las televisiones puede ganar elecciones", denunció. Hemos llegado, segun ella, "a un capitalismo salvaje y con Trump se dió una nueva vuelta de tuerca".

Melle también repartió su cuota de culpa a la socialdemocracia, que permanece todavía "perpleja" tras el duro golpe de la Gran Recesión de 2008 y "se adaptó a la ideología socioliberal". "Ha tenido una larga etapa de estabilidad, pero las preguntas ya no son las mismas. Las recetas del austericidio han provocado mucha desconfianza en los partidos. Han calado en los votantes, incluso de izquierda". La actual consejera en la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid señaló sus dos principales debes: "La redistribución de la riqueza y el crecimiento sostenible". 

Melle discrepó con Bustinduy en relación al eventual impeachment contra Trump. Afirmó que esta operación le parece cada vez más factible, entre otros motivos porque las políticas fiscales aplicadas no han tenido los efectos que él quería.

Bolsonaro y el cambio de enemigo

La doctora en Ciencias Políticas Gabriela Brochner puso el foco en Jair Bolsonaro, figura política que bebe directamente de la escuela Trump. Aunque con menos recorrido que su homólogo estadounidense, el brasileño mantiene la misma "agenda conservadora y muy neoliberal", que reproduce un esquema de comportamiento propio de la "masculinidad bélica" que se puede observar en ambos dirigentes. 

Brochner incidió en este punto, explicando que el Ejecutivo de Bolsonaro "tiene más militares en cargos de poder que todos los gobiernos de los 21 años de la dictadura cívico-militar, menos uno". "No solo está atacando a las mujeres, también a indígenas, personas negras, o LGTB". Algo que es una respuesta a "la entrada de estas identidades en los espacios de poder que, durante mucho tiempo, tenían vetados".

"Hablar del trabajo no está de moda"

Por su parte, el profesor de la Universidad de Mánchester Miguel Martínez Lucio habló también de los nuevos enemigos del trumpismo. Mientras que antes la derecha conservadora atacaba a la clase trabajadora, ahora articula discursos cada vez más "ácidos" contra "los extranjeros y las empresas extranjeras".

Los socialdemócratas han dejado a "la clase ha quedado a un lado", afirmó el docente y esto representa un problema, porque la derecha ha sabido aprovechar esta fisura. "La clase obrera ha quedado fuera del discurso de la igualdad". "Lo que ha hecho la derecha es hablar de la clase trabajadora cuando a nosotros nos da vergüenza", explicó el profesor Martínez Lucio,.

Durante el debate, este prestigioso catedrático en el área de relaciones laborales, constató que desde hace un tiempo "hablar del trabajo no está de moda", pero apreció la existencia de signos de renovación. Aparecen, según él, "nuevas formas de sindicalismo", porque ahora "es muy difícil organizar espacios a través de la negociación colectiva y del sindicalismo clásico". "La Economía de las plataformas es muy global" y los sindicatos "han de volver a sus orígenes sociopolíticos".

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