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Unidas Podemos Podemos entrará en una etapa de "liderazgo coral" hasta que Yolanda Díaz asuma el relevo de Iglesias

La intención es que la vicepresidenta tercera de Trabajo, Yolanda Díaz, lidere junto a las ministras de Derechos Sociales y de Igualdad, Ione Belarra e Irene Montero, las posiciones de la formación en el Gobierno, mientras Iglesias sigue como secretario general. De esta manera, de forma transitoria, habrá un liderazgo "coral" alejado del personalismo.

Iglesias, Díaz, Belarra
Belarra, Díaz e Iglesias, este martes en el Ministero de Derechos Sociales. Mariscal / EFE

La salida de Pablo Iglesias del Gobierno de coalición no supondrá, al menos de momento, un cambio radical en el liderazgo del partido, sino que, más bien, durante un tiempo la formación evolucionará hacia un liderazgo "coral" que permita una renovación tranquila de la dirección. Esta es, al menos, la intención del secretario general, que buscará que Yolanda Díaz gane todavía más peso político durante un tiempo antes de ceder de forma completa el timón del partido.

Este liderazgo coral o compartido tiene dos dimensiones, la orgánica y la política. A nivel orgánico la etapa que se abrirá tras las elecciones de la Comunidad de Madrid dividirá la responsabilidad de la dirección de Podemos en dos ámbitos claves: la Secretaría General, que en principio será ocupada por Pablo Iglesias suceda lo que suceda en los comicios autonómicos; y el 'Podemos del Gobierno', que liderará la vicepresidenta tercera de Trabajo, Yolanda Díaz.

Díaz estará acompañada en esta labor por las ministras de Derechos Sociales y Agenda 2030, y de Igualdad, Ione Belarra e Irene Montero. Durante la etapa de Iglesias en el Gobierno, los distintos ministerios de Unidas Podemos han negociado con los departamentos socialistas aquellas materias en las que eran competentes.

Sin embargo, en las negociaciones sobre compromisos alcanzados en el acuerdo de coalición, cuando el proceso se ha enquistado de manera preocupante, Iglesias ha sido el encargado de tratar de desbloquear el asunto con Pedro Sánchez en reuniones del máximo nivel. Esa función recaerá a partir de ahora en Díaz, que liderará las posiciones de su partido en el seno del Ejecutivo, el ámbito más importante para la formación morada.

A la vez, existirá un liderazgo a nivel de organización política, que seguirá recayendo sobre la figura del secretario general. Aunque las elecciones en la Comunidad de Madrid son las que decidirán finalmente el futuro de Iglesias, no está previsto que a corto plazo el partido celebre una asamblea ciudadana para renovar sus órganos y liderazgos de manera formal. La intención es la de tener cerrado el relevo para Yolanda Díaz de cara a las próximas elecciones generales, pero el objetivo de Unidas Podemos, al igual que el del PSOE, es agotar la presente legislatura, por lo que previsiblemente no habrá comicios hasta 2023.

"Se ha construido un espacio de liderazgo colectivo, yo soy el secretario general pero tenemos una vicepresidenta y también tenemos ministros, por lo que el liderazgo es coral", aseguró el miércoles el propio Iglesias en una entrevista en la Cadena Ser.

Abandono transitorio de un liderazgo personalista al uso

Más allá del ámbito organizativo también hay una dimensión política en la que Podemos experimentará importantes cambios y, al menos durante un tiempo, pasará a ser una formación distinta. Aunque a lo largo de su corta trayectoria el partido ha tenido importantes liderazgos encarnados en figuras relevantes (quizá el ejemplo más concreto fue la batalla que Iglesias e Íñigo Errejón mantuvieron para liderar a la organización), en los últimos años, al igual que el resto de formaciones, se ha construido de una forma más personalista en torno a la figura del secretario general.

Si desde siempre el peso político de Iglesias ha sido crucial, tras la entrada de Podemos en el Gobierno de coalición (una batalla en la que el ya exvicepresidente lo apostó todo hasta las últimas consecuencias) el cierre de filas en torno a su figura es absoluto, y el resto de liderazgos se han ido desdibujando. Esto no quiere decir que no hubiera perfiles fuertes (Díaz es una prueba de ello), pero el peso de Unidas Podemos recaía, casi al completo, en el secretario general.

De esta manera, el "personalismo" dará paso a un "liderazgo coral" en el que Iglesias se repartirá responsabilidades y poder con Yolanda Díaz y el resto de ministros morados. "Hasta ahora el liderazgo fue más personalista, y eso en el pasado fue condición de posibilidad para muchos avances, pero ahora un liderazgo coral puede ser más útil. Yolanda genera unas enormes esperanzas en la izquierda y será un honor trabajar para ella en lo que me corresponda", afirmó el secretario general de Podemos en este sentido.

El objetivo es reforzar a Yolanda Díaz: "Tenemos que trabajar para apoyarla y rodearla", señaló Iglesias

Sobre la duración de esta etapa, no está nada claro y, en todo caso, las elecciones en la Comunidad de Madrid serán muy relevantes para despejar el futuro de Podemos a nivel de organización política. El objetivo es, en todo caso, que el liderazgo coral sirva para reforzar a una Yolanda Díaz que, tarde o temprano, cogerá de forma definitiva las riendas del partido y definirá su rumbo.

Serán, por tanto, la vicepresidenta tercera del Gobierno y el funcionamiento de este nuevo liderazgo compartido los que decidan si de aquí a varios años Unidas Podemos mantiene una dirección más coral o, al contrario, el partido se aglutina en torno a una figura fuerte que marque el camino y que defina las grandes decisiones, como ha hecho hasta este momento Pablo Iglesias. 

Sin embargo, todo apunta a que el liderazgo coral servirá como una etapa transitoria que dará tiempo a reforzar más a Yolanda Díaz, a la vez que figuras como Belarra y Montero también ganan peso. "En el partido tenemos que trabajar para apoyar y rodear a Yolanda; ella puede ser la próxima presidenta del Gobierno de nuestra patria", señaló Iglesias.

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