Este artículo se publicó hace 2 años.
Un error del PP salva la reforma laboral de Yolanda Díaz y la derecha intenta impugnar el resultado de la votación
Con varios giros de guion, ruptura de la disciplina de voto mediante, por la mínima y, sobre todo, gracias a un voto favorable de un diputado popular, esta medida clave de la legislatura ha recibido el visto bueno de la Cámara Baja.
Pilar Araque Conde
Madrid-
Unos hablan de "justicia poética", otros de "anomalía en el voto emitido". Lo vivido en la tarde de este jueves en el hemiciclo del Congreso no ha dejado indiferente a nadie: la reforma laboral de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, acordada con los agentes sociales y que viene a sustituir a la modificación introducida por Mariano Rajoy hace diez años, ha superado su examen definitivo en el Congreso. Con varios giros de guion, ruptura de la disciplina de voto mediante, por la mínima y, sobre todo, gracias a un error de un diputado del PP al emitir su voto telemático.
Díaz y el Gobierno en su conjunto llegaban en la mañana de este jueves al Pleno con la confianza de que el nuevo marco de relaciones laborales, regulado a través de un decreto-ley, sería aprobado por la mínima gracias a los dos votos de Unión del Pueblo Navarro (UPN), entre otros grupos, después de que el PSOE alcanzara este miércoles por la tarde un acuerdo con la dirección del partido navarro a cambio de retirar la reprobación del alcalde de Pamplona, Enrique Maya (Navarra Suma).
Sin embargo, los dos foralistas navarros, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, han expresado a su llegada al Pleno su malestar por la decisión de tener que respaldar la reforma laboral, dejando en el aire el sentido del voto. No obstante, poco después, han asegurado en los pasillos del Congreso que votarían a favor. Hasta ahí, y al margen del intenso debate en el hemiciclo a cuenta del contenido de la reforma, la cuestión sobre los apoyos parecía más o menos solventada.
Nada más lejos de la realidad. La votación ha tenido varias sorpresas y momentos que ha dejado escenas para la posteridad: gritos, murmullos, abrazos, incertidumbre, gestos... En menos de un minuto, la reforma laboral se ha proclamado derogada y luego convalidada debido a la concatenación de hechos que han vuelto a hacer saltar por los aires el clima político. Otra vez.
Primero, una confusión verbal por parte de la presidenta del Congreso, Mertitxell Batet, a la hora de pronunciar el dictamen de las votaciones. "Sí: 166 más nueve votos emitidos telemáticamente. No 169 más cinco votos emitidos telemáticamente. Ninguna abstención. Por lo tanto, queda derogado el real decreto ley". Los escaños lo dejan claro, pero Batet se ha equivocado al narrar el resultado de la votación.
Esto ha permitido que la bancada de la derecha y la ultraderecha haya estallado de euforia al creer que la reforma laboral había sido derogada ante el gesto de incredulidad de Navia Calviño, Yolanda Díaz y el resto de ministros presentes, los diputados socialistas, morados, de Cs... Aunque también ha destacado el gesto de tranquilidad de Pedro Sánchez a sus compañeras de escaño, la vicepresidenta primera y segunda.
Casi 20 segundo después, Batet ha vuelto a retomar la palabra para rectificar: "Los servicios de la Cámara me informan que ha quedado convalidado el real decreto ley", ha señalado, lo que ha causado el estallido de alegría en la otra parte del hemiciclo. Independientemente de esta anécdota, el resultado del reparto de escaños hacia un sentido u otro no ha coincido con la previsión y la reforma laboral ha recibido luz verde por solo un escaño: 175 síes frente a 174 noes.
La derecha intenta impugnar el resultado a pesar del fallo
Y es que, a pesar de la ruptura de la disciplina de voto de los dos diputados de UPN, la reforma laboral de Yolanda Díaz ha salido adelante gracias al error de un diputado del PP, Alberto Casero, al votar telemáticamente. Al menos esa ha sido la versión confirmada por fuentes parlamentarias del PP nada más terminar el Pleno. Sin embargo, momentos después, el grupo popular, con su portavoz al frente, Cuca Gamarra, ha achacado el asunto a "un error informático del sistema de votación" a pesar de no tener pruebas de ello.
En este sentido, la dirección del grupo popular se ha reunido con Batet para exigir que permitiera rectificar el sentido del voto de su compañero de filas, algo que está prohibido por el reglamento. "La Mesa era consciente de que había una anomalía en el voto emitido por parte de un miembro de esta Cámara", ha justificado Gamarra además de aseverar que Casero se había intentado poner el contacto con la mesa del Congreso para trasladar ese supuesto fallo informático.
Vox se ha sumado a estas quejas tildando lo ocurrido de "pucherazo" a pesar de no existir pruebas del origen del error para determinar si ha sido humano o informático. "Agotaremos todas las instancias, incluyendo la Penal", ha asegurado la secretaria general del grupo de extrema derecha en la Cámara Baja, Macarena Olona.
Sin embargo, desde las filas del PSOE, esta acción se ha visto como una pataleta por parte del PP, ya que "suele ser habitual que no acepten las votaciones", como ha reclamado el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Héctor Gómez. En todo caso, el resultado es el que es y, a la espera de cómo se resuelva el asunto, al que ni los socios de Gobierno ni Cs le ven recorrido, la reforma laboral ha sido convalidada por la Cámara Baja a pesar de todas adversidades en un día sin precedentes.
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