Acostumbradas a reunirse por distintas cuestiones, las principales ONG de Euskadi se han encontrado este lunes en la sala Bolunta de Bilbao para manifestar su posición común ante un tema sensible: el papel mantenido por esas organizaciones no gubernamentales durante los años duros en el País Vasco. La lectura conjunta de lo sucedido ha dado lugar a una autocrítica inédita, marcada también por el nuevo escenario abierto tras la desaparición de ETA.

La convocatoria de este acto, en el que se han dado cita representantes de distintas organizaciones vascas y en el que no se admitieron preguntas, había sido difundida por el Foro Social Permanente, una entidad que realizó tareas para facilitar el final de ETA y que hoy trabaja en los distintos aspectos aún no resueltos tras el periodo violento, principalmente en materia de convivencia –con un acercamiento a las víctimas del terrorismo– y presos.

En la sala Bolunta –donde también estaba Luca Gervasoni i Vila, presidente de la Federación Catalana de Organizaciones por la Justicia Global (LAFEDE), quien remarcó que "los lazos que nos unen a Euskadi y Catalunya nos interpelan a todos"– se hizo hincapié precisamente en esos asuntos que siguen latentes. 
"Reconocemos con total honestidad que, durante demasiados años, no hemos estado a la altura del momento, de lo que sucedía en nuestra casa", señala la declaración leída por Eneko Calle en representación de las alrededor de 80 entidades que forman parte de la Coordinadora de ONGs de Euskadi.

"A título individual algunas de nosotras sí se ha implicado en diferentes movimientos vascos, pero, en nombre de una idea de neutralidad, como organizaciones no hemos asumido la responsabilidad que seguramente nos correspondía haber asumido y somos conscientes de que esta actitud ha provocado incomprensión en numerosos sectores y,como muchas víctimas nos han hechos saber, ha aumentado en ellas la sensación de discriminación", señala el texto.

"Por ello, queremos expresar hoy públicamente nuestras más sinceras disculpas a todas y todos aquellos que no entendieron nuestra posición y, de manera especial, a aquellas a las que con esa posición hayamos podido aumentar su ya enorme dolor: las víctimas, todas las víctimas, de ETA y del Estado. A todas ellas, les enviamos hoy un sincero y sentido abrazo", añade el texto leído este lunes en Bilbao.

"Memoria colectiva e inclusiva"

Del mismo modo, la Coordinadora de ONG del País Vasco, la Red de Economía Alternativa y Solidaria de Euskadi (REAS) y la catalana LAFEDE dieron a conocer otra declaración en la que destacan que "después de décadas de violencia, el País Vasco afronta un horizonte de convivencia, paz y reconciliación". Un horizonte, remarcan, que "no debe olvidar lo ocurrido en el pasado, que debe poner en el centro el reconocimiento del daño causado a las víctimas de ETA junto al resto de víctimas de otras expresiones de violencia, construyendo así una memoria colectiva e inclusiva de lo ocurrido".

En tal sentido, apuestan por "defender los derechos humanos como eje central y única referencia  para la convivencia democrática en el País Vasco, así como la construcción de  una cultura de paz que siente las bases para la no repetición", así como "garantizar los principios de verdad, justicia y reparación para todas
las víctimas de todas las expresiones de violencia".

También llama a "instar a las instituciones la aplicación de la legislación ordinaria en materia de política penitenciaria y el fin del alejamiento", al tiempo que plantea contribuir "al desarrollo de una cultura de la paz, la convivencia y la reconciliación, desde los valores propios del sector basados en el fomento de la participación social y el impulso de la inclusión y la cohesión social en nuestra sociedad".