Los deseos de Isabel Díaz Ayuso no han sido escuchados. La presidenta de la Comunidad de Madrid pidió en público y privado que el Partido Popular reformarse su sistema de primarias para elegir candidatos y que fuera "un militante, un voto", pero el partido ha elegido otro camino. 

La discusión radicaba en elegir entre sistema de compromisarios o militantes. Sin entrar en guerras internas, desde Génova aseguran que el elegido no es un modelo mixto, es "un sistema de compromisarios", que es lo que venían defendiendo Feijóo y sus aliados más próximos, como Alfonso Fernández Mañueco y Juan Manuel Moreno Bonilla. 

Finalmente, a falta del trámite de que sea aprobado en el Congreso Nacional de julio, el PP tendrá un sistema basado en el funcionamiento del Congreso de los Diputados y con un espíritu similar al sistema de primarias de los partidos de Estados Unidos. Los militantes elegirán a los compromisarios y estos serán los que elijan al candidato final. Sin embargo, los populares intentan dar peso a la militancia (para contentar al PP de Madrid) e imponen un modelo en el que los compromisarios tendrán que anunciar a qué candidato apoyarían en caso de salir elegidos. De este modo, se ofrece cierta transparencia para que la militancia sea consciente de a quién votan finalmente y evitar así situaciones como la de 2018, cuando los compromisarios que apoyaban a María Dolores de Cospedal dieron sus votos a Pablo Casado y boicotearon de forma inesperada la victoria de Soraya Sáez de Santamaría. 

"En una lista única, los compromisarios se adherirán a una candidatura de un presidente. Sabrán que los compromisarios están comprometidos al presidente que queramos", anunciaba Gema Igual, alcaldesa de Santander y una de las encargadas de elaborar esa ponencia política. El resto de responsables eran Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia,  María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Dani Sirera. 

El documento de la Ponencia de Estatutos fue adelantado por ABC y ya explicaba que también queda reformado el sistema de avales. En lugar de 100, ahora serán necesarios 500 y tendrán que provenir de, al menos, 25 provincias diferentes. 

López Miras intentaba rebajar la realidad y aseguraba en la presentación del documento que buscaban "dar más participación a los afiliados", para advertir de que la organización interna que defina el PP dirimirá el futuro de España, puesto que "cuando Sánchez convoque elecciones, se va", aseguraba el presidente murciano.

Sin entrar en guerras internas, desde Génova aseguran que no este no es un modelo mixto, es "un sistema de compromisarios", que es lo que venía defendiendo Feijóo y sus aliados más próximos, como Alfonso Fernández Mañueco y Juan Manuel Moreno Bonilla. 

Sin embargo, la propuesta de primarias no resolvería crisis recientes, como la que surgió al salir victorioso Pablo Casado. Entonces, los militantes votaron a Soraya Sáenz de Santamaría, pero posteriormente, entre los compromisarios elegidos, hubo una alianza entre los sectores de Cospedal y Casado. Esta situación, si bien ahora sería menos probable, podría volver a darse en el caso de que haya tres o más candidatos. Los compromisarios podrían volver a crear alianzas, igual que los grupos parlamentarios en el Congreso aúnan sus votos con unas u otras intenciones.