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Fracasa la negociación entre PP y Ciudadanos para su integración 

Adrián Vázquez dimite ante la imposibilidad de convencer a su partido para ir en las listas del PP en catalanas y europeas.

Adrián Vázquez
Adrián Vázquez, tras el Comité donde se decidió que Ciudadanos no se presentará a las elecciones generales del 23 de julio. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

La absorción de Ciudadanos tendrá que esperar para el PP. O darla definitivamente por perdida. Adrián Vázquez, eurodiputado y actual secretario general de Cs tras ganar a Edmundo Bal en las primarias, no ha conseguido convencer a los críticos de su partido para que aprueben la integración dentro del PP en las listas electorales de catalanas y europeas. Así, ha anunciado también su dimisión.

"Desde las direcciones nacionales del partido Ciudadanos y el Partido Popular queremos lamentar la imposibilidad de haber podido llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes, a pesar de la honesta voluntad compartida de alcanzar un entendimiento", han trasladado fuentes de Ciudadanos en un comunicado.

"Ambas direcciones", continúa, "agradecen la buena disposición de quienes han estado sentados en la mesa hasta el último minuto para tratar de conseguir un consenso y se emplazan a seguir colaborando".

Además, el eurodiputado y líder de la formación naranja ha anunciado también su dimisión. "Lo hemos intentado todo, y puedo decir por mi parte, con la máxima serenidad y buena conciencia, que lo he intentado todo también para garantizar un futuro a este proyecto político en el que, como tantos otros, he dedicado muchos años de mi vida", dice en otro comunicado posterior.

"Dado que ni puedo ofrecer mi compromiso a una causa en la que no creo ni quiero ser un obstáculo para mis compañeros, he decidido dar un paso al lado y poner mi cargo de Secretario General a disposición del partido, con carácter inmediato, para que sean otros quienes tomen las riendas de ahora en adelante", zanja.

Cs Catalunya se enfrentó a la dirección 

Trras días de negociaciones -allanadas por conversaciones ya iniciadas hace meses entre Génova y Adrián Vázquez para una lista conjunta en las europeas- y riñas internas, finalmente se ha impuesto el 'no' a la condición inamovible del PP: ni coalición ni movimientos en las siglas de la candidatura, que serían las suyas.

Desde el primer momento en el que los dos partidos pusieron la opción del pacto sobre la mesa, la dirección de Cs trasladó que no había "líneas rojas", que las "las cosas" iban "bien". El acuerdo que el PP había buscado durante años en Catalunya parecía posible y Génova transmitía que era "cuestión de días". Pero la filial catalana de Cs tenía algo que decir ante el idilio entre Vázquez y la dirección nacional del PP y esta semana la unidad ha volado por los aires: "Aquí no queremos la integración ¿Nos van a llevar atados y amordazados a unas listas del PP?", criticaba Carlos Carrizosa, líder de Cs en Catalunya y diputado en el Parlament, este mismo viernes en una entrevista en La 2 y Ràdio 4 horas antes de la reunión del Comité del que también forma parte.

Y apuntaba: "Habría que preguntarle qué incentivos puede tener el señor Vázquez para sostener que la integración en Catalunya es una buena idea para la sociedad catalana". Solo un día antes, el jueves, el eurodiputado había defendido en Madrid la necesidad de un "frente amplio" porque era el "momento en la historia de la democracia española para hacerlo y revertir todo lo que ha ocurrido". "Si hay gente que no entiende eso, tiene que dejar de mirarse el ombligo y mirar hacia afuera. Quien quiera recibir ese mensaje, que lo reciba", apostilló en un mensaje claro a Carrizosa.

El choque era total y la dirección no ha logrado torcer el brazo a quienes consideran que la "integración" supondría firmar la disolución de facto del partido y que, por tanto, se debe decidir en una Asamblea.

Ni catalanas ni europeas

De cara a las europeas el acuerdo era más fácil y contaba con menos resistencias internas porque la voz más autorizada era precisamente la de Vázquez, pero Génova quería un todo o nada. Porque el objetivo de los de Feijóo, y así lo transmiten distintas fuentes populares, era cerrar el capítulo que se abrió en 2006 -cuando se fundó Cs- y vender una reunificación de las fuerzas de la derecha bajo las siglas del PP. "Cs tienen que decidir si desembocar completamente en el PP", declaraba el viernes Feijóo. Una imagen ansiada y que, además, podría darle ahora una baza para la campaña electoral en Catalunya, donde Cs llegó a ser primera fuerza con Inés Arrimadas como candidata en 2018.

El PP sigue sin candidato

Pero la ilusión se esfumó este viernes y el PP tiene que pasar al siguiente problema: el candidato. Más de una semana después de la convocatoria electoral, el PP sigue sumido en dudas sobre quién será su cabeza de cartel el 12 de mayo. Se sabe que la dirección nacional no quiere a Alejandro Fernández, líder del PP catalán, pero la crisis interna que podría abrir apartarle ahora y la ausencia de un candidato alternativo claro complican el margen de maniobra de Génova.

Como ya publicó este medio, desde el PP de Catalunya transmiten su preocupación por el poco tiempo que queda para las elecciones y su incapacidad para arrancar las preparación de la campaña en este escenario.

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