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Franquismo Blas Infante podría ser exhumado de su fosa

En el 81 aniversario de su asesinato, Blas Infante, padre de la patria andaluza, podría ser exhumado de la fosa en la que se encuentra enterrado desde la madrugada del 10 de agosto de 1936. 

Monumento Blas Infante / EUROPA PRESS

maría serrano velazquez

“A mi abuela Angustias le dijo un enterrador del cementerio de Sevilla en plena posguerra que Blas Infante, su marido, estaba en aquella fosa de Pico Reja”. A más de cuatro metros de profundidad en la parte derecha del cementerio de San Fernando yacen los restos de 3500 víctimas de la represión en Sevilla.

La fosa de Pico Reja esconde posiblemente el cuerpo del padre de la patria andaluza, fusilado en la madrugada del 10 de agosto de 1936. Uno de los nietos de Infante, Javier del Mas, declara a Público la etapa tan oscura que se vivía en Sevilla hace ocho décadas. "El administrador de Queipo de Llano, general que a sangre fría tomó la ciudad, firmaba cada día cuarenta sentencias de muerte convirtiendo a Sevilla en un campo de muerte. Su cómplice era Manuel Díaz Criado".

Las tapias del cementerio y el kilómetro cuatro de la carretera que iba hacia Carmona se llenaban de escuadras de militares preparados para asesinar sin orden ni juicio. Solo había sed de venganza. Blas Infante sería asesinado en aquella carretera junto a la representación de la élite política republicana.

Un destino que parecía escrito

La hija mayor de Infante, Luisa, fallecida en el año 2001, nunca olvidaría la última noche que paso junto a su padre en el balcón de Villa Alegría. “Allí mirábamos las estrellas donde me decía que nunca podríamos hacer nada con nuestro destino que estaba escrito en aquel cielo, sin saber la tragedia que iba a comenzar al día siguiente”.

El motivo más habitual de asesinato en la Sevilla golpista se aplicaba por bando de guerra o heridas por arma de fuego. “Mi abuelo sería asesinado con 51 años sin poder nunca imaginar que su profesión de notario y sus principios andalucistas podían llevarlo a la muerte”. La fosa de Infante no es la única del camposanto sevillano Quedan otras seis fosas comunes con 28.892 cuerpos en su totalidad, no todos ellos pertenecen a la etapa represiva. La Dirección General de Memoria Democrática de la Junta ha abierto el período de alegaciones antes de la intervención en las fosas comunes de las cuatro capitales andaluzas. Entre ellas, se encuentra la de Pico Reja, donde se encontrarían los restos de Infante. Hasta el momento, la única fosa que se encuentra exhumada de las capitales andaluzas es la de Málaga, en el cementerio de San Rafael con 2840 víctimas exhumadas.  

Desenterrar a Queipo de la Macarena para el perdón de las víctimas

La familia Infante, que coordina la Fundación Blas Infante, lleva a cabo actividades en torno a su memoria. Su nieto Javier del Mas ha destacado a Público que “la futura intervención de la Junta es un paso más en la lucha pero que después de 81 años sin haber conseguido el cuerpo de mi abuelo, mi madre no va a poder ya solucionar el dolor que ha vivido durante toda su vida. Quedaría pendiente también quitar a los golpistas como Queipo de Llano de la Macarena para cerrar la herida de la muerte de esos miles de inocentes”. 

El historiador José Díaz Arriaza destaca como principal investigador de aquellas fosas en Sevilla capital que la tarea que la Junta de Andalucía iniciará en la capital andaluza no será nada sencilla. “Localizar y exhumar sería, en el caso sevillano, un trabajo arqueológico complicado aunque no imposible”. Arriaza apunta que la fosa de Infante sería una de las primeras en cavarse y “se abriría a finales de julio de 1936, cerrándose a finales de agosto de 1936”. Una de las primeras en intervenir por parte de los golpistas y localizada dentro del cementerio. Los cuerpos seguían llegando y tenían que dar paso a la apertura de una nueva y profunda zanja. 

Javier del Mas asegura por los testimonios de su madre María de los Ángeles Infante que la viuda de Blas Infante fue durante los primeros diez días de agosto a los sótanos del antiguo cine Jáuregui a llevarle ropa limpia y alguna comida a su abuelo. “Después de aquellos días durante la mañana del día 11 le dijeron que ya no estaba allí”, aclara Javier. Angustias, viuda de Infante, no recibiría ninguna explicación para conocer las verdaderas causas de la muerte de su marido. “Solo le dieron las gafas de mi abuelo y un antiguo reloj”, aclara su nieto.

Tu padre está en Inglaterra

La madre de Javier solo tenía seis años cuando a su padre se lo llevaron en la mañana del 2 de agosto de su casa de Coria del Río conocida como Villa Alegría. En el libro ‘Andaluzas, protagonistas a su pesar’, María de los Ángeles Infante recuerda la tarea durísima de su madre para sacar a sus hijos adelante. “A pesar de la dureza de pensar que mi padre ya no estaba con nosotros, continuaron haciendo registros en la casa. Se llevarían la radio y también la caja fuerte. Decían que la emisora era clandestina y que mi padre la tenía para intervenir con los rusos. Más tarde nos devolvieron la radio. La bandera de mi padre de Andalucía estaba muy bien guardada. Solo la sacaba mi madre de vez en cuando para que no se picara por el paso del tiempo”. 

Angustias García Parias no pudo contar a sus hijos la verdadera historia de su padre durante años. Decía que estaba en Inglaterra de viaje. Sus familiares la recuerdan como una mujer siempre enlutada y muy valiente. Javier recuerda que su madre le decía que “la tristeza de él la llevó ella siempre y murió con tan solo 63 años en 1954. A los Infante le quedaron de ella muchas anécdotas como la otra víctima de aquel brutal asesinato. María de los Ángeles, hija de Blas, destacaba que “siempre que su madre se levantaba lo primero que hacía era ir al jardín, donde teníamos el jazmín y se ponía a recoger todos los que podía para ponerlo en todos los retratos que había de él en la casa”.  

La sentencia que aún pesa sobre Infante

El 5 de mayo de 1940, Angustias recibiría la notificación de pago de 2000 pesetas para los herederos de Infante recalcando la finca que el asesinado había dejado a su nombre. Además la Autoridad militar de la Región acusaba a Blas Infante de “una actitud de grave oposición y desobediencia al mando legítimo y de las disposiciones del mismo emanadas”. Lo acusaban de haber participado en las elecciones de 1932. Una candidatura de “tendencia revolucionaria” a juicio de los militares. También fue acusado como “propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz”.

Angustias pago aquella multa y salió adelante vendiendo algunas de las propiedades que la familia conservaba. De la casa de Villa Alegría nunca se marcharon a pesar del intento de embargo. En el año 2001 la casa pasó a ser de titularidad pública para la Junta de Andalucía. Hoy es la sede del Museo de la Autonomía Andaluza. La lucha de los grupos políticos como Izquierda Unida en el Parlamento no ha permitido que la sentencia de Infante haya sido anulada. Blas sigue teniendo una condena en firme de aquel bando 81 años después de su asesinato.

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