Público
Público

El futuro del Govern ya está en manos de las bases de Junts

Este jueves a medianoche se inicia una consulta a los más de 6.000 militantes con derecho a voto, que tendrán que responder si quieren que su partido se mantenga en la Generalitat o no. En las últimas horas, la mayoría de dirigentes han hecho público su posicionamiento, con excepción de Jordi Turull, que se atiende a que la sindicatura electoral que supervisa el proceso reclama "neutralidad"

La presidenta del Parlament Laura Borràs i l'exconseller Jordi Turull durant el congrés de Junts a Argelers.
La presidenta del Parlament Laura Borràs y el exconseller Jordi Turull durante el congreso de Junts en Argelers. Natàlia Segura / ACN

Horas decisivas para Junts y para el Govern catalán, que en los próximos días puede sufrir una ruptura en función de lo que decidan las bases del partido de Laura Borràs y Jordi Turull. Este jueves a medianoche empieza una consulta que se alargará hasta las 17 horas del viernes, donde los 6.465 militantes con derecho a voto podrán expresar si quieren que Junts siga en la Generalitat o no. También podrán votar en blanco. En las últimas horas, la mayoría de dirigentes han hecho público su posicionamiento: a favor de la ruptura, el expresident Carles Puigdemont, la presidenta del partido, Laura Borràs, y el portavoz, Josep Rius; en contra, los consellers Jaume Giró, Violant Cervera, Victòria Alsina y Lourdes Ciuró, los históricos Artur Mas y Xavier Trias y cuadros locales, como el del Maresme (Barcelona) prácticamente en bloque.

Consellers y cuadros locales, entre los más reacios a la ruptura

Cuando prácticamente ya todos se habían pronunciado, la Sindicatura Electoral –el órgano interno que supervisará la consulta– ha pedido "neutralidad", especialmente a quienes ostentan cargos públicos o en la Ejecutiva, pero eso ha sido incumplido por Borràs, que ha tuiteado que votaría el 'no' utilizando, además, la simbología de Junts, otra cuestión contraindicada por el ente. El secretario general, Jordi Turull, se ha atendido a esta reclamación para no hacer público el sentido de su voto, aunque había afirmado que haría llegar su posición a los militantes.

En cualquier caso, los posicionamientos públicos han sorprendido poco, ya que hace semanas que se han venido produciendo pronunciamientos al respecto y la división de opiniones augura una fractura interna. Esto ha sido negado reiteradamente, la última vez, por parte del propio Turull, que afirmó que el partido va a la una, aunque pueda haber distintas sensibilidades porque no son "una secta". También rechazó que haya peligro de que el partido se rompa tras el resultado de la consulta: "No veo ningún riesgo de rotura". Pero el caso es que desde hace meses hay divergencias en el seno de Junts respecto a la estrategia a seguir.

A partir de esta medianoche, los 6.465 afiliados con derecho a voto podrán responder "sí", "no" o una abstención a la pregunta "¿Quieres que JxCat continúe formando parte del Govern de Catalunya?". Para votar es necesario tener un mínimo de seis meses de antigüedad como militante. Un preámbulo introducirá la cuestión, en la que Junts afirma que la auditoría interna ha constatado "incumplimientos de elementos que son centrales" en el acuerdo de gobierno con ERC y que ha presentado propuestas para reconducirlo. "Estas propuestas, hasta el momento, no han sido aceptadas", concluye.

¿Quién está a favor de la ruptura y quién está en contra?

Las divergencias internas se plasman, una vez más, en la decisión sobre si deben o no salir del Govern. La apuesta por la ruptura tiene como caras más visibles a Puigdemont –que ya no ostenta ningún cargo en el partido pero es líder indiscutible– y Borràs, la primera que puso esta opción sobre la mesa hace meses, antes de ser elegida presidenta del partido, y que elevó las críticas contra ERC tras ser suspendida como presidenta del Parlament en julio. De hecho, hacer una auditoría sobre el acuerdo de gobierno fue una de sus condiciones para formalizar la candidatura conjunta a la dirección con Turull. Esta lista unitaria se planteó, al mismo tiempo, para evitar una guerra abierta por el control del partido debido a la existencia de varios sectores.

Borràs lleva meses poniendo en duda la continuidad del Ejecutivo

Además de Puigdemont y Borràs se han pronunciado a favor de la ruptura los miembros de la ejecutiva afines a la presidenta, como son los diputados Jaume Alonso-Cuevillas, Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, así como el portavoz del partido, Josep Rius. En un artículo en El Punt Avui, ha defendido esta opción ante "el inmovilismo" de ERC para cumplir el pacto. También Alonso-Cuevillas ha hecho un artículo al respecto, en El Món, titulado Salir del Govern es cuestión de dignidad. La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, también ha hecho público que votará por la ruptura.

Pese a haberlo hecho explícito reiteradamente en anteriores ocasiones, Borràs ha anunciado que votará 'no' en la consulta con un mensaje de audio en Twitter donde dice que el ejecutivo "ha decidido no liderar la independencia" y ha perdido la "legitimidad".

En contra de la salida del Govern se posicionan los perfiles más institucionales, como los consellers de Economía, Jaume Giró, de Exteriores, Victoria Alsina, de Justicia, Lourdes Ciuró, y de Derechos Sociales, Violant Cervera. Lo explicitaron con una entrada conjunta en la Ejecutiva que fijó la pregunta de la consulta, y se pronunciaron abiertamente en este sentido en las últimas horas.

Cervera ha defendido en una entrevista en El Segre que una salida del Govern empeorará la fractura independentista y ha destacado la labor que están haciendo desde dentro. Giró, uno de los que se posicionó primero sobre la permanencia, también remarcó que Junts es "un partido de gobierno" que quiere estar en las instituciones, aunque garantizó que dejará su cargo "inmediatamente" si gana el 'no '.

Alsina, hasta ahora independiente, se hizo militante de la formación para defender la permanencia: "Abandonar al Govern a ocho meses de las municipales es un salto al vacío", dijo el martes en un acto con alcaldes y cargos electos de las comarcas de Girona precisamente para defender que JxCat continúe en el Govern. Este miércoles ha avisado en una entrevista en Catalunya Ràdio de que Junts caería "en la irrelevancia política" si se marcha del ejecutivo.

Miembros históricos del espacio convergente, como son el expresident Artur Mas y el exalcalde de Barcelona Xavier Trias, también se inclinan por el 'sí'. Mas ha defendido que es "más útil" para la sociedad catalana que Junts se quede en el Govern en una situación en la que la independencia "no está en la esquina". "Se presenta a las elecciones para gobernar, no para ir a la oposición. Salir del Govern no tiene demasiado sentido", ha afirmado. Trias, por su parte, todavía no ha confirmado si se presentará como candidato a la alcaldía de Barcelona, ​​a la espera del resultado.

Los cuadros locales serán también un factor clave en la decisión de esta consulta, y alcaldes y candidatos de Junts del Maresme (Barcelona) han hecho público un manifiesto donde rechazan ser parte del "rotura" del independentismo.

Una votación prevista, pero sin fecha

La aceleración de la crisis entre Junts y ERC en la última semana ha hecho adelantar una votación de la militancia que se aprobó en el último congreso nacional, en julio, aunque no se había fijado fecha. Junts empezó el curso presentando los resultados de la auditoría, que concluía que el pacto de Govern con ERC se estaba incumpliendo en cuanto a la cuestión nacional y el Ejecutivo de Pere Aragonès estaba "alejando a Catalunya de la independencia". A partir de ahí, fijó tres cuestiones principales a enderezar y ante la negativa de ERC, ha pasado pantallas rápidamente hasta situarse en su punto actual.

Lo que han estado reclamando en las negociaciones mantenidas con ERC este septiembre son tres aspectos recogidos en el acuerdo de Govern, como son la creación de un espacio de dirección estratégica del independentismo, la coordinación de los partidos independentistas en Madrid y que en la mesa de diálogo sólo se trate la autodeterminación y la amnistía.

A finales de un mes de septiembre en el que la tensión escaló alrededor de la Diada, el partido reclamó a Aragonés que se sometiera a una cuestión de confianza, algo que el presidente consideró máxima muestra de deslealtad y desembocó en el cese del vicepresidente Jordi Puigneró. A partir de ahí, el partido debatió en una larga ejecutiva si salían de inmediato del Ejecutivo o lo sometían a votación, decisión que finalmente se impuso. Está por ver cuáles serán los resultados y, en caso de que sean ajustados, qué efectos tiene en un partido todavía en consolidación.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias