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Olona exige a Moreno en el debate gobernar juntos en Andalucía

El presidente de la Junta evita responder: "Quiero ahora tener un pacto con los ciudadanos andaluces, me comprometo a dejarme la piel e interpretar el sentir general, interpretar la diversidad de Andalucía".

Los seis principales candidatos a la Presidencia de la Junta de Andalucía, (i-d) Macarena Olona, Juanma Moreno, Juan Espadas, Juan Marín, Inmaculada Nieto y Teresa Rodríguez, al comienzo de su participación en el segundo y último debate televisado antes d
Macarena Olona (Vox), Juanma Moreno (PP), Juan Espadas (PSOE), Juan Marín (Cs), Inma Nieto (Por Andalucía) y Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía),  durante el debate en Canal Sur entre los candidatos a la Presidencia de la Junta de Andalucía.  Efe

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, candidato del PP, acometió este segundo debate, emitido por Canal Sur, con una estrategia y agresividad diferentes a las del primero. En lugar de tratar de pasar de puntillas, se reivindicó como un gestor moderado, sereno, el yerno perfecto que pretende ser, y trató, incluso, de desentenderse de la ultraderecha, que fue la que lo hizo presidente y con la que fue el primero en toda España en pactar. Y con la que hasta ahora, tampoco en este debate, ha descartado cogobernar, si les dan los números.

Moreno insistió en que lo que quiere es "gobernar con la mayoría de los andaluces" y que su proyecto "representa mejor que nadie el sentir ponderado de la inmensa mayoría de Andalucía". "Quiero ahora tener un pacto con los ciudadanos andaluces, me comprometo a dejarme la piel e interpretar el sentir general, interpretar la diversidad de Andalucía".

Macarena Olona (candidata de Vox), durante la primera parte del debate, se dirigió una y otra vez al presidente para tratar de atraerlo a su terreno ideológico –libros de texto, chiringuitos ideológicos "¿te vas a entender con el PSOE?", le preguntó–, que tanto comparte con el del PP, aunque Moreno se empeñe, según las encuestas con gran éxito, en negarlo.

"Déjeme hacer mi debate, usted haga el suyo", le replicó Moreno en varias ocasiones. El presidente trató de distanciarse de Olona por varias vías: "Somos dos partidos diferentes"; "no es necesario proyectar una mala imagen de Andalucía". "Hablo de sus políticas", le replicó Olona.

Después, en el último bloque, llegó el momento de Olona, que le espetó al presidente Moreno: "Va a tener mi mano tendida. Si tan solo necesita una abstención de Vox, no va a ser presidente si Vox no está dentro del Gobierno. O estamos dentro o no cumplen lo firmado". Moreno agachó la cabeza. Nada dijo y dejó hablar a los demás. Cuando le llegó el turno, evitó rechazar la oferta. Tampoco la aceptó: "Yo quiero gobernar en una alianza con los andaluces, donde pueda interpretar la diversidad. No entiendo en términos de coherencia, que usted ahora quiera ser vicepresidenta de una institución en la que no cree y que quiere destruir".

Luego, añadió: "Señora Olona. Usted no sabe lo difícil que es gobernar. Uno tiene que tomar decisiones. Cerrar una provincia o cerrar un sector económico, desalojar a 3.000 personas por un incendio. No se duerme, pero eso es gobernar, desgastarte tú para no desgastar a los andaluces. Nadie promete tanto como el que no va a gobernar".

Juan Espadas, candidato del PSOE, estuvo rápido en la respuesta: "Más claro el agua. Estamos ante una declaración de amor. Es la hora de la verdad. O Vox y el PP o un Gobierno de progreso y de derechos. El PSOE sale a ganar y el PP no le está hablando claro a los andaluces. Los andaluces se van a movilizar y a frenar a la derecha". Luego, Espadas preguntó a Moreno: "Si el PSOE es el partido más votado ¿repetirá la foto con Vox? Usted es un señor de derechas, que se presenta por el PP y que no ha ganado nunca unas elecciones, pero pactó con Vox para ser presidente". 

-Usted sí lo tiene claro. Va a pactar con ocho partidos, trató de defenderse Moreno.

–Lo va a repetir [el pacto con Vox] porque no lo niega, le replicó Espadas.

–¿No tiene otra campaña? Vox, Vox, Vox, le dijo Moreno.

Nieto y Moreno

En esta ocasión, tanto Espadas como Inma Nieto (Por Andalucía), sí decidieron responder, aun brevemente a Olona, pero trataron, una vez más, de percutir sobre el presidente. Espadas, aunque pidió respeto, quedó, sin embargo, desdibujado cuando la candidata de Vox le habló de la corrupción, de los ERE, del pasado y del gasto de dinero público en prostíbulos, un terreno en el que Moreno no quiso entrar a saco –en el PP, en este momento, se analiza que tocarlo demasiado acaba por beneficiar a Vox, no a ellos–.

Nieto le dio fuerte al presidente Moreno, quien en algún momento llegó a enzarzarse con la candidata de Por Andalucía. "Se le está poniendo toda la cara de la señora Susana Díaz con la soberbia: ya sabe dónde está la señora Susana Díaz", le dijo. "La moderación se mide en las consecuencias de las políticas, y las suyas no lo son. Usted es educado, yo también, pero moderado no es, sus políticas han hecho polvo nuestros servicios públicos", le espetó. "Qué bien actúa, presidente", le jaleó con sorna. "Ve usted una hormigonera y se vuelve loco", le reprochó. "Es muy mal gobernante": "Ha sido un monumento a la nada", remachó Nieto. La candidata de Por Andalucía dejó claro que los votos para su coalición eran para gobernar, para un Ejecutivo progresista. 

Teresa Rodríguez, candidata de Adelante Andalucía, de nuevo, combatió con entereza los embates ideológicos de Macarena Olona, quien se pasó buena parte de la primera parte del debate tratando de ridiculizar la necesidad de una buena educación sexual en los centros educativos de Andalucía. "Ya que Moreno no defiende la ley, lo hago yo. Si no, tenemos a los curas diciendo que masturbarse te deja ciego", dijo Rodríguez. 

De nuevo, emergieron dos modelos del debate, uno de bajos impuestos, sobre todo para las rentas más altas –Moreno utilizó a una persona con 50.000 euros disponibles para donar a sus descendientes– y otro en el que se defienden la educación y la sanidad públicas.

Rodríguez habló de la Ley de Bioclimatización de los colegios, que ahora, con la ola de calor, está de plena actualidad y acusó al Gobierno andaluz de no ponerla en marcha: "¿Van a seguir tolerando que no se aplique la ley de bioclimatización? Hoy se desmayan niños y docentes, no han puesto la primera piedra de esta ley".

Juan Marín, vicepresidente de la Junta y candidato de Ciudadanos, ejerció en esta ocasión de perfecto escudero de Moreno y defendió con uñas y dientes la gestión del Gobierno en estos años. 

Moreno quiso dibujar a Espadas como un agente de Pedro Sánchez en Andalucía y sacó el tema de la cesta de la compra. "¿Por qué no habla de la inflación? Ante la inacción de Sánchez, no tenemos competencias, pero con las pocas que tenemos está el canon del agua, vamos a dejar de cobrar el canon del agua. Ellos [en referencia al PSOE] quieren subir los impuestos".

"Los socialistas no vamos a subir los impuestos. Lo que no vamos a hacer es dar regalos fiscales a los más ricos"; replicó Espadas.

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