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El conflicto de Catalunya El Gobierno recula tras las presiones de ERC y recupera la mesa de diálogo

Los independentistas catalanes amenazaron con bloquear los Presupuestos Generales del Estado. Sánchez se reunió en La Moncloa con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, antes de rectificar su decisión inicial de aplazar la negociación entre gobiernos hasta después de las elecciones. El presidente también mantiene la reunión con Torra el próximo 6 de febrero.

Sánchez mantiene la reunión con Torra, pero aplaza la mesa de diálogo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene su voluntad de entrevistarse con el president de la Generalitat, Quim Torra, el 6 de febrero en Barcelona, pero aplaza el inicio de la mesa de diálogo sobre el "conflicto político" pactada con ERC a después de que se constituya un nuevo Govern tras las elecciones catalanas, ha anunciado el Palacio de la Moncloa.

En menos de cuatro horas el Gobierno de Pedro Sánchez ha rectificado su decisión de no convocar la mesa de diálogo entre gobiernos para afrontar el conflicto de Catalunya hasta después de las elecciones catalanas, para mostrar ahora su disposición a reunirse con el Govern antes de los comicios.

El cambio de posición viene precedido por el gran malestar creado en ERC con este anuncio y la amenaza de los independentistas catalanes de no dar su respaldo a los Presupuestos Generales del Estado.

El nuevo posicionamiento del Gobierno  vino precedido de una reunión celebrada en La Moncloa entre el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el portavoz en el Congreso de ERC, Rafael Rufián, según adelantó Catalunya Radio, y luego confirmaron las fuentes consultadas por Público.

Este nuevo cambio de postura vino a culminar un día disparatado del Gobierno en cuanto a su posición en el conflicto de Catalunya, repleto de mensajes contradictorios. Así, a primera hora de la mañana de este jueves la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, dio la impresión de que dejaba en el aire la celebración de la reunión entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, prevista para el próximo día 6 de febrero en Barcelona.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de descubrir un monolito en memoria de las víctimas españolas del nazismo, Calvo aseguró que ese encuentro "de producirse" se hará para hablar de los problemas de Catalunya en el marco de la "seguridad jurídica" del Estado español y no para afrontar esta conversación desde algunos planteamientos que ha visto reflejados en los medios de comunicación este mismo jueves por parte del independentismo.

Fuentes el entorno de la vicepresidenta aclararon que pese al tiempo verbal que utilizó nunca quiso poner en cuestión que la reunión se celebraría y sólo quiso contextualizar en el marco en que el Ejecutivo iba a celebrarla.

Lo cierto es que sólo una hora después el Gobierno emitió un comunicado en el que informaba de que la reunión entre ambos presidentes se mantenía "como no podía ser de otra manera".

Y fue en ese mismo comunicado en el que el Gobierno aplazaba la mesa de diálogo hasta que hubiera un nuevo Ejecutivo en Catalunya. En concreto, se decía que se iniciaría ese diálogo "en cuanto haya hablado el pueblo catalán y se constituya el nuevo Parlament, así como el nuevo Govern". En este sentido, añadía la nota: "Cuanto antes se celebren las elecciones y haya nuevo Govern, antes iniciaremos el diálogo".

Cumplir los acuerdos

Ya por la tarde, en la nueva nota informativa del Gobierno se recalcaba que se seguía pensando que, dado el horizonte electoral que se avecinaba en Catalunya, no se daban las mejores circunstancias para iniciar ese diálogo entre Gobiernos, pero se rectificaba la posición de la mañana: "Para descartar cualquier duda respecto a nuestra voluntad de dialogar, manifestamos nuestra disposición a celebrar la mesa de diálogo entre gobiernos acordada antes de las elecciones catalanas", se afirma en el escrito.

Lo cierto es que la primera posición del Gobierno incumplía el acuerdo alcanzado con ERC para la investidura de Pedro Sánchez, en el que el Ejecutivo se comprometía a formar la mesa de diálogo entre gobiernos a los quince días de estar designado el Ejecutivo.

En el comunicado del Gobierno también se especifica en este sentido que su compromiso es cumplir los acuerdos pactados con ERC que, entre otras cosas, incluían la rápida convocatoria de la mesa de diálogo entre gobiernos.

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