El Gobierno ve en riesgo su investigación sobre la publicidad de productos de territorios palestinos ocupados si decae el embargo a Israel
La Dirección General de Consumo había iniciado una investigación para detectar las empresas que se aprovechan de esta ocupación, cuya base legal se acoge al decreto de embargo de armas a Israel.

Madrid--Actualizado a
Este miércoles se vota en el Congreso la convalidación del decreto aprobado por el Consejo de Ministros para efectuar un embargo de armas a Israel en el contexto del genocidio en Palestina. A pocas horas de la votación (y tras haberse producido un intenso debate en la Cámara Baja), no está claro que el Parlamento vaya a refrendar esta iniciativa, y podría ocurrir que hubiera más votos en contra que a favor de la misma, lo que provocaría que el decreto decayera y sus efectos dejaran de tener validez.
Este martes, la portavoz del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, recordó que lo que se iba a votar el miércoles no es la aprobación del decreto, sino su convalidación, porque la norma ya está en vigor desde su aprobación por parte del Consejo de Ministros, el pasado 23 de septiembre.
La convalidación o no de la iniciativa depende, a priori, de Podemos, un partido que se ha mostrado muy crítico con la iniciativa al considerar que se trata de un "embargo fake y lleno de agujeros que no termina con la compraventa de armas con el Estado de Israel". Aunque durante el debate de este martes en el Pleno los de Belarra se mostraron muy críticos con el Gobierno, todavía no han desvelado el sentido de su voto (si se abstuvieran, la norma podría, en principio, ser convalidada, pero su voto contrario la haría decaer).
Si esto ocurriera, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 debería paralizar la investigación que ha iniciado recientemente sobre las empresas que operan en territorios palestinos ocupados por Israel.
La semana pasada, el ministro del ramo, Pablo Bustinduy, anunció que su departamento investigaría a empresas que publicitan en España servicios prestados o productos hechos en los territorios palestinos ocupados por Israel.
Aunque Bustinduy había apuntado en otras ocasiones a la necesidad de poner fin a la "economía del genocidio" y de que "ninguna empresa que opere en España tenga sus cuentas de resultados manchadas con la sangre del pueblo palestino", desde este departamento explican que no habían podido poner en marcha una investigación desde sus competencias hasta que el Gobierno aprobó el decreto de embargo de armas a Israel.
El artículo 4 de esta norma recoge que "la publicidad de la comercialización de bienes originarios de asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado y de servicios prestados en dichos asentamientos tendrá la consideración de publicidad ilícita". En el artículo 3, además, se especifica que "queda prohibida la importación en España de los productos originarios de asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado, de acuerdo con la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de 19 de julio de 2024".
Respecto a la identificación de estos territorios, el decreto mandata a la Agencia Tributaria, a propuesta del Ministerio de Exteriores, la elaboración de un listado de localidades y códigos postales correspondientes a los asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado.
Como la base legal de la investigación de Consumo es el decreto, si la Cámara Baja opta por no convalidarlo este miércoles, los de Bustinduy deberán interrumpirla. El pasado año, Consumo remitió una nota informativa a las empresas españolas que importan alimentos de territorios ocupados por Israel (Palestina y los Altos del Golán) para exigirles que indiquen el origen de estos productos de forma clara en el etiquetado en base al el derecho de las personas consumidoras a recibir información veraz.
Consumo pidió que los alimentos importados desde territorios ocupados por Israel fueran etiquetados como procedentes de un "asentamiento israelí" y no como "productos de Israel". También podrían utilizarse expresiones tales como "producto de los Altos del Golán (asentamiento israelí)" o "producto de Cisjordania". Además, los productos de Palestina que no provengan de estos asentamientos israelíes deberían presentar también indicaciones diferenciadas y claras sobre su origen, tales como "producto de Cisjordania (producto palestino)", "producto de Gaza" o "producto de Palestina".
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