MADRID.- El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González ha dejado en evidencia la supuesta misión del comisario José Villarejo en este caso. En su declaración el pasado lunes ante el juzgado que instruye la causa sobre la compra de su ático de Estepona (Málaga), presuntamente con el dinero de un soborno tras propiciar un pelotazo urbanístico en Arganda del Rey (Madrid) del que salió favorecido el constructor de Martinsa Fadesa, Fernando Martín, explicó que los comisarios Villarejo y Enrique García Castaño le aseguraron que “un confidente del caso Gürtel” era quien había informado a la Policía de la compra de su ático.

Sin embargo, su nombre no aparece en ninguno de los informes elaborados por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) para el juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Es más, el juzgado de Estepona ha preguntado a la fiscalía si esta investigación debería incluirse en el sumario Gürtel y el ministerio público se ha mostrado en contra. Tampoco el instructor de la investigación de la red de Francisco Correa, el juez de la Mata, ha solicitado a la UDEF ningún dato acerca de las informaciones desveladas por el comisario Villarejo y que vincularían directamente a González y Enrique Cerezo con la trama Gürtel; con el testaferro profesional ubicado en Miami Rudy Valner; o con la empresa panameña que presuntamente medió en la compra.

El punto culminante de esta supuesta investigación policial sobre Ignacio González habría llegado en noviembre de 2011, cuando según el comisario José Villarejo el entonces presidente de la Comunidad de Madrid pide una reunión con él y con el comisario García Castaño para tapar estas pesquisas. Villarejo filtró al periódico El Mundo partes de la grabación de esa reunión para demostrar que él nunca quiso chantajear a González y que era el expresidente de la Comunidad de Madrid quien quería que él tapara el caso. Pero aunque el juzgado de Estepona le ha pedido a Villarejo la grabación íntegra y el dispositivo con el que lo grabó para que el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil lo analice, el comisario aún no lo ha entregado.

González por su parte asegura que esa versión de la reunión en la Puerta del Sol “no es verdad. Fue a instancia del otro comisario, porque ni conocía al señor Villarejo y ni mucho menos conocía el motivo de la investigación y difícilmente podía querer tapar algo que desconocía. El motivo de que acudiera es porque le habían comentado que estaban haciendo algún tipo de montaje acerca del ático que habían alquilado, que no quería tapar nada porque era todo legal”.

Investigación sin juez

En lo que sí parecen coincidir las tres partes involucradas en la reunión es que ningún juez había encargado al comisario Villarejo ninguna investigación y tampoco las pesquisas de este se incluyeron en el sumario Gürtel, a pesar de que la información provenía de un confidente de esa trama. González le recuerda al juez en su declaración que “no ha tenido ninguna intervención procesal en la causa Gürtel” y añade “que nunca ha declarado en la misma”.

Según González, la iniciativa de la reunión surgió después de que le comunicara al comisario García Castaño su indignación por las informaciones que estaban saliendo en los medios de comunicación sobre la compra de su ático y el caso Gürtel, fue este quien le propone que acuda Villarejo. “Cuando el señor Castaño le propone la reunión, avisó de que iba a ir un compañero que le podría aportar algo en relación con las informaciones que le preocupaban respecto a la adquisición del inmueble”. Esta es la misma versión que el comisario García Castaño dio a Público, aunque después la modificó en el juzgado.

Ya en la reunión, los policías le informan de que “había un confidente del caso Gürtel que le decía que las comisiones que había pagado el Sr. Martín [Fernando Martín, de Martinsa Fadesa] por las adjudicaciones en Arganda” y que él “había recibido una comisión que se las habían dado en dinero y en una casa y eso es totalmente falso. Lo que intento era ver de dónde salía esa historia y demostrar que no tenía nada que ver ni con Arganda, ni con las adjudicaciones, ni con Gürtel ni con el Sr. Martín”.

El exdirigente del Partido Popular justificó ante el juez la compra del lujoso piso de Estepona alegando que había sido comprado con los 600.000 euros de la indemnización por despido de su mujer, Lourdes Arroyo, y con un crédito que pidió a La Caixa. En total, 741.100 euros y no los dos millones que asegura el comisario José Villarejo que en realidad le costó.

La grabación

El expresidente de la Comunidad de Madrid se negó a escuchar los cortes de la grabación que demostrarían que González quiso presionar a los policías para que no le investigaran alegando que “está absolutamente sacada de contexto y alterada para dar una impresión contraria a la que realmente fue”, aseguró.

Incluso explicó que cuando el comisario Villarejo le pide que le facilite el recibo de alquiler del piso para callar la investigación a él le pareció “anormal y sobre todo si se le pide algo que es totalmente accesible a una investigación policial, entonces le pareció un montaje”. Asegura que no le envió ningún documento “porque inmediatamente después se hizo pública [la supuesta investigación] a través de un medio de comunicación” y recordó que los responsables del Ministerio de Interior habían calificado las noticias sobre la supuesta investigación de su ático “como ilegal porque no se correspondía con ninguna investigación policial”.

No sería la primera vez que se relaciona al comisario Villarejo con investigaciones sin autorización judicial, que el Ministerio del Interior no reconoce como suyas pero que mediante filtraciones a medios de comunicación, sindicatos y asociaciones como Manos Limpias acaban judicializándose. Un ejemplo sería el informe Pujol elaborado por Villarejo, filtrado a El Mundo y enviado a los tribunales por el sindicato ultra ahora intervenido por la UDEF.