¿Dónde han pactado ERC y Junts y dónde no después de las municipales?
El acuerdo entre Esquerra y PSC en las diputaciones de Lleida y Tarragona desata un alud de reproches entre las dos principales fuerzas independentistas, pero ambas están firmando pactos con terceros para dejar a la otra en la oposición.
Barcelona-Actualizado a
El acuerdo que ERC ha cerrado con el PSC y que le permitirá presidir las diputaciones de Lleida y Tarragona ha desatado un nuevo episodio de reproches cruzados entre los republicanos y Junts per Catalunya. Pero la verdad es que en los últimos días se está produciendo un goteo constante de anuncios en el que las dos principales formaciones del independentismo catalán dejan al otro partido en la oposición y evitan gobernar conjuntamente.
Después de que se anunciara la alianza, el partido de Carles Puigdemont y Laura Borràs lamentó que "una vez más, ERC ha priorizado pactar con el PSC y ha descartado la unidad del independentismo". A su vez, Esquerra replicó que en la cumbre independentista celebrada el día 2 en Ginebra –avanzada en exclusiva por Público–, el partido "concretó su voluntad de mano tendida para priorizar pactos por alcaldías y presidencias independentistas en municipios, consejos comarcales y diputaciones". Al mismo tiempo, sin embargo, "Junts cerraba acuerdos con el PSC para desbancar a ERC, como fuerza más votada, en municipios como Roses, L'Ametlla de Mar o La Bisbal d'Empordà".
Más allá de las críticas entre ambas formaciones, que en ningún caso son nuevas, repasamos el mapa de acuerdos y desacuerdos que han protagonizado después de las elecciones municipales del 28 de mayo y de la propuesta del president de la Generalitat, Pere Aragonès, a articular un "frente democrático soberanista" en defensa de Catalunya.
Los acuerdos
A diferencia de lo que ha sucedido en Tarragona y Lleida, Junts y ERC sí se han entendido en la Diputació de Girona, donde han decidido reeditar el acuerdo del último mandato. La presidencia la mantendrá Junts, que es la principal formación del ente provincial, con diez representantes, mientras que ERC –segunda fuerza, con ocho– ocupará la vicepresidencia.
Ambas formaciones también han cerrado alianzas en otras instituciones de la demarcación, como los consejos comarcales del Ripollès –con presidencia de ERC–, el Gironès y la Selva –con Junts a la cabeza en ambos casos– y el Baix Empordà, dónde compartirán la presidencia, con dos años para cada partido. A nivel municipal destaca el pacto en Olot, que permite a Pep Berga (Junts) mantenerse en la Alcaldía, pese a perder la mayoría absoluta. Inicialmente parecía posible que ERC optara por aliarse con la CUP y el PSC para cerrar un gobierno alternativo y romper la hegemonía posconvergente en la capital de la Garrotxa.
Fuera del ámbito municipal, pero igual de reciente en el tiempo, cabe añadir la llegada a la presidencia del Parlament de Anna Erra (Junts), que logró el cargo la semana pasada gracias al apoyo de ERC.
Los desacuerdos
Los casos más mediáticos son, de momento, las diputaciones de Lleida y Tarragona, dos instituciones que mueven presupuestos anuales que superan holgadamente los 100 millones de euros. Sin embargo, no son los únicos. Hace diez días se confirmó que PSC y Junts habían llegado a un acuerdo para repartirse la Alcaldía en Roses (Girona), desbancando a ERC, la fuerza más votada. El mismo escenario se ha dado en La Bisbal d'Empordà o en L'Ametlla de Mar (Baix Ebre). A nivel comarcal, Junts y PSC se han extendido al Consell del Montsià (Terres de l'Ebre), donde ERC también es la formación con más representantes.
Del mismo modo, Junts tampoco ostentará la alcaldía en municipios donde ha sido la fuerza más votada como consecuencia de acuerdos en los que ERC está implicada. Uno de los casos más paradigmáticos es el de Tortosa (Baix Ebre, Tarragona), donde Movem-PSC y ERC se repartirán la Alcaldía, con dos tercios del mandato para Jordi Jordan (alcaldable de Movem-PSC) y un tercio para Mar Lleixà (ERC). Junts se impuso con 10 concejales –a uno de la mayoría–, mientras que Movem-PSC sumó siete y podrá llegar al poder gracias a un acuerdo con ERC (tres) –ya avalado por las bases republicanas– y la CUP (1), que se ha comprometido a votar la investidura y no entrar en el ejecutivo local. El pacto entre ERC y PSC tendrá continuidad en el Consell Comarcal del Baix Ebre, donde la presidencia será para Esquerra, que tiene 10 representantes, los mismos que Junts –en la oposición– y el PSC suma cinco.
En Montblanc (Conca de Barberà), ERC ha llegado a un acuerdo con la lista del PDeCAT para echar de la Alcaldía a Josep Andreu, que ha ocupado el cargo en los últimos 16 años e históricamente había militado en ERC, pero ahora se había presentado con una candidatura vinculada a Junts tras romper el carné de los republicanos. En Masquefa (Barcelona) se ha sellado el entendimiento entre PSC y ERC que evita la Alcaldía de Junts, que se había impuesto el 28-M.
En Manresa (Barcelona) no se reeditará el Gobierno entre ERC y Junts tras la ruptura de las negociaciones. De hecho, los republicanos ya han cerrado un acuerdo de gobierno con el PSC, con Marc Aloy (ERC) en la Alcaldía. En Móra la Nova (Terres de l'Ebre, Tarragona), Esquerra –que ganó las elecciones– gobernará conjuntamente con el PSC, dejando a Junts en la oposición, una situación que puede darse también en la capital comarcal, Móra d'Ebre, si bien con un acuerdo más amplio –con otros partidos– y con Junts en la oposición a pesar de ser primera fuerza.
En Manlleu (Barcelona) ERC pierde la Alcaldía después de dos décadas en el poder y el nuevo Gobierno local tendrá mayoría absoluta, tras el pacto entre Junts (ocho concejales) y PSC (cuatro). Junts también tendrá la Alcaldía en Santa Coloma de Farners (Selva), donde ha formalizado un acuerdo con la formación Independents de Santa Coloma, desalojando a Esquerra del poder municipal. En el Consell Comarcal del Alt Empordà se ha reeditado el pacto entre Junts y PSC, que garantiza la mayoría al Gobierno y mantiene la presidencia en Junts, mientras que ERC liderará la oposición. Donde también parece claro que no habrá acuerdo entre Junts y ERC es en Tàrrega, Lleida. Junts –primera fuerza– está abierta a gobernar con la CUP, a la vez que también hay conversaciones para reeditar el Gobierno tripartito formado por ERC, cuperos y PSC.
Conversaciones abiertas
Con matices diversos, existen otras ciudades donde hay conversaciones abiertas que implican a los dos grandes partidos independentistas y que podrían acabar en gobiernos conjuntos. Son ejemplos Vic y Valls, que tienen en común que la Alcaldía seguro que recaerá en Junts, la cuestión es si finalmente lo hará con un acuerdo con ERC o sin él. En la capital de Osona (Barcelona) el alcalde será Albert Castells, que no ha podido mantener la mayoría absoluta obtenida por la ahora presidenta del Parlament, Anna Erra. En la capital del Alt Camp (Tarragona) la vara de mando la tendrá Dolors Farré, que ganó un concejal –de ocho a nueve– y el dilema es si reeditará el Gobierno conjunto con ERC del último mandato.
Por último, están los casos de Barcelona y Girona. En la capital la victoria fue de Xavier Trias (Junts), que ha mantenido conversaciones con Ernest Maragall (ERC), por lo que no se puede descartar un acuerdo entre ambos partidos. La cuestión es que Trias todavía no tiene la Alcaldía garantizada, ya que tanto PSC como BComú buscan opciones alternativas para sumar una mayoría absoluta de 21 concejales que les permita gobernar la ciudad.
En Girona, el acuerdo independentista parece más que probable y permitirá impedir un Gobierno del PSC, la fuerza más votada el 28-M. El pacto, que se está negociando, implica a tres fuerzas: Guanyem –donde está la CUP– aparte de Junts y ERC. La Alcaldía, sin embargo, recaería en Lluc Salellas (Guanyem), que igualó a ocho concejales con el PSC, mientras que Junts sumó seis y ERC, cuatro. El futuro Gobierno, si finalmente se cierra, tendrá a 17 de los 27 concejales del pleno.
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