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Isarel Medios árabes revelan la existencia de conversaciones secretas entre Siria e Israel

Distintos medios árabes han publicado que Siria e Israel están celebrando conversaciones secretas. Israel está interesada en echar a las unidades iraníes y milicias chiíes establecidas en Siria, mientras que Damasco trata de crear una situación que le permita la reconstrucción del país después de una década de guerra civil.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, observa durante una conferencia de prensa con el secretario de Estado de los EEUU, Mike Pompeo, y el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Abdullatif Al Zayani, durante su reunión en Jerusalén.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu Menahem Kahana / REUTERS

La revelación de contactos secretos entre Siria e Israel en distintos canales se ha conocido a través de varios medios árabes y ha sido comentada por un especialista israelí, Mordechai Keidar. Se habrían desarrollado en las últimas semanas en varios lugares, incluida una reunión dentro de una base militar rusa en la costa siria del Mediterráneo.

Mordechai Keidar es un excoronel del ejército miembro del centro de estudios estratégicos BESA, un instituto muy cercano al primer ministro Benjamín Netanyahu, a quien asesora regularmente. Keidar escribe regularmente en medios de comunicación como Makor Rishon, un periódico radical afiliado a los colonos judíos que viven en los territorios palestinos ocupados.

La primera noticia sobre los contactos la publicó el 23 de diciembre el diario El Elaph firmada por el periodista Majdi al Halabi. Fue una entrevista con un alto cargo del ejército israelí cuyo nombre no se menciona. Esta no es la primera vez que este periódico saudí publica entrevistas con altos dirigentes israelíes, a veces de manera anónima, como en este caso, que revelan noticias de distinto alcance en beneficio de Israel.

Keidar se hace eco de medios que han publicado noticias complementarias sobre unas conversaciones que tendrían por objetivo "establecer relaciones" entre Siria e Israel, y augura que el gobierno de Netanyahu las hará públicas antes de las elecciones del 24 de marzo. Por ahora, ni Tel Aviv ni Damasco han confirmado o desmentido la existencia de esos contactos.

En la entrevista con El Elaph, el alto cargo militar israelí reconoce que la intención de Netanyahu es quebrar las relaciones entre Siria e Irán y acabar con la presencia de elementos y milicianos iraníes y proiraníes en Siria. Según el alto cargo, el presidente Bashar al Asad llevó a los iraníes a Siria para resolver el problema del Estado Islámico y para reforzar a su ejército durante la guerra civil.

Una vez fue derrotado el Estado Islámico, continúa el alto cargo militar israelí, la presencia de Irán se ha convertido en un gran problema para Asad, en una carga para Siria y Rusia. Aunque este es el punto de vista israelí, los iraníes son el primer socio de Siria, un país que ha sido hostigado permanentemente, desde mucho antes de que se iniciara la guerra civil en 2011, por Occidente y los aliados árabes de Israel.

No hay que olvidar que tanto los occidentales como los aliados árabes de Israel, como el propio Israel, mantuvieron y armaron a organizaciones yihadistas como Al Qaeda (Frente al Nusra) y el Estado Islámico, y que si no hubiera sido por Irán y por Rusia, las fuerzas oscuras apoyadas por Occidente, Israel y los "árabes moderados" habrían derrotado al gobierno sirio.

A la pregunta de El Elaph sobre qué esperan los sirios de Israel, el alto cargo militar respondió: "Quieren volver a la Liga Árabe, necesitan ayuda económica y petróleo, por ejemplo. Necesitan dinero para pagar a los iraníes para que se vayan, y quieren mejorar la imagen del régimen".

El 14 de enero la revista libanesa Al Shiraa reveló que al menos uno de los encuentros tuvo lugar en la base rusa de Hmeimim, cerca de la ciudad de Lataquia, y que con anterioridad israelíes y sirios celebraron al menos un encuentro en Chipre. Según publicó otro medio árabe, a Hmeimim fueron el responsable de la Agencia de Seguridad Nacional siria, el general Ali Mamluk, y el consejero del presidente Asad Bassam Hassan. Por parte israelí participaron el exjefe del ejército Gadi Eisenkot y el exjefe del Mosad Ben Menashe. El anfitrión fue el general ruso Alexander Chekhov.

Por su parte, el excoronel Mordechai Keidar comenta que Israel tiene la capacidad necesaria para ayudar a Siria en Estados Unidos y también para ayudar a Damasco a obtener de los países suníes el dinero necesario para echar a Irán.

Este cándido planteamiento no oculta que Israel se ha convertido en la potencia hegemónica en la región, la que dirige a todos los países de la zona, y que ahora quiere poner en su nómica al gobierno de Damasco para alejar a Irán de sus fronteras, tanto en Siria como en Líbano. Keidar explica que también Rusia está interesada en echar a Irán de Siria. "Los rusos ven a Israel como un puente para llegar a Estados Unidos, el Golfo y el eje suní".

Para Siria, una cuestión central es la recuperación del Golán que Israel ocupó en la guerra de 1967 y que después se anexionó unilateralmente en contra del derecho internacional. Por muchos contactos secretos que haya, Israel nunca abandonará el Golán por propia voluntad, es decir si Estados Unidos y Europa no la obligan a salir, algo a que a americanos y europeos les importa un comino.
Es difícil creer que Bashar al Asad ponga a Siria en manos de Israel como ha ocurrido con los dirigentes de Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Sería nefasto para Damasco renunciar a la alianza con Irán. Aunque Siria está viviendo en circunstancias muy difíciles, la paz con Israel sin obtener garantías internacionales de que va a recuperar el Golán está fuera del tablero de juego.

Todo indica que Israel se está aprovechando de la debilidad de Damasco. Asad debe reconstruir el estado, sus infraestructuras, su industria, sus ciudades destruidas total o parcialmente, una labor que no se realizará rápidamente pues requiere mucho tiempo y el visto bueno de Israel.

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