Este artículo se publicó hace 4 años.
A Miguel Hernández se le respeta
La defensa de la figura y el legado del poeta por parte de la sociedad civil ha sido clara y rotunda con cada intento por silenciar o acallar su vida y obra. Este domingo importantes personalidades de la cultura participarán en un recital en el Cementerio del Este (Madrid) en protesta por la decisión del Ayuntamiento de no incluir sus versos en el memorial a las víctimas del franquismo.
Alejandro Torrús
Madrid-
Sus versos, su historia, su legado se respetan. Pocas figuras de la historia de España del siglo XX aúnan tanto esfuerzo de la sociedad civil por defender su legado, su figura, su recuerdo. El Ayuntamiento de Elche en 2011 maltrató su legado y la reacción fue inmediata. Intentaron borrar el nombre del secretario del juicio que le condenaría a muerte y se produjo tal efecto Streisand que el nombre de Baena Tocón quedó inscrito a fuego. Ahora, ha sido el Ayuntamiento de Madrid el que ha dejado fuera del Memorial de la Almudena los versos del poeta y la reacción ha sido espectacular. La respuesta ha sido rotunda: a Miguel Hernández se le respeta.
"Miguel tiene el poder de conectar con la gente de manera absolutamente natural. Nunca lo hizo a propósito ni lo buscó. Su obra tiene un mensaje que llega a cualquier tipo de lector. Su poesía llega a la gente que está enamorada, a la que no, a las que se sienten solas y las que no… Su poesía tiene algo especial que le permite conectar con todas las personas", explica a Público José Luis Ferris, doctor en Literatura Española por la Universidad de Alicante y biógrafo de Miguel Hernández.
Este domingo, de hecho, importantes personalidades de la cultura participarán en un recital a las 12.00 horas en el cementerio del Este de Madrid en protesta por la decisión del Ayuntamiento de Madrid de no incluir, tal y como estaba diseñado, los versos del poeta de Orihuela en el memorial en recuerdo a las víctimas del franquismo, del que el Consistorio de Almeida ya había arrancado previamente los nombres de los fusilados por la dictadura. La iniciativa nació de la librería La Libre de Barrio de Leganés y la sociedad civil la hizo suya. Nombres como el de Elvira Lindo, Carlos Bardem o Edurne Portela se unieron de inmediato al manifiesto lanzado en defensa de la obra del poeta.
¿Pero qué tiene Miguel Hernández que lo ha convertido en símbolo? ¿Qué provoca que miles de personas hayan hecho suya la defensa a ultranza del poeta? Ferris apunta un par de claves más. La primera, su clase social: "Era una persona de clase humilde y a base de esfuerzo llega a lo más alto. Es difícil que la gente no se identifique con esto". La segunda, la sensación compartida de que durante largos años su legado y su poesía fueron arrebatados y escondidos, por lo que ahora la lucha tiene que ser doble para evitar que algo similar pueda suceder.
"Miguel Hernández fue el poeta del pueblo sin quererlo", señala José Luis Ferris
"Miguel Hernández fue el poeta del pueblo sin quererlo. Sus mensajes, sus metáforas llegaban al miliciano. Hubo otros poetas que quisieron ser los poetas del pueblo, pero tenían que fingir mucho porque sus orígenes eran burgueses y eso les provocaba que su literatura fuera más forzada. Pero no es el caso de Miguel. Su mensaje llegaba perfectamente a las capas más humildes", incide Ferris.
En esta misma línea se expresa la escritora y doctora en Estudios Culturales por la New York University Isabel Cadenas Cañón, que explica que Miguel Hernández mezcla y hace coincidir como pocos el mundo del activismo político con el mundo literario. Y añade, a las razones ya explicadas, dos nuevos factores. Por un lado, "fue un grandísimo poeta que fue minusvalorado en su época", por lo que reivindicar hoy día su figura también es una especie de justicia histórica. Por otro, el autor de Nanas de la Cebolla no dudó ni un segundo en alistarse al Ejército Republicano y participar en la defensa de la democracia republicana.
"La clase social de Miguel Hernández, que era muy humilde, ha actuado en una doble vertiente. Por un lado, le permitió y le permite ser mucho más cercano al mundo militante y al mundo de la Memoria Histórica. Por otro lado, esa clase social a la que perteneció también sirvió para que otros poetas o críticos dijeran que no era tan buen poeta. De hecho, yo lo estudié como un poeta menor y me decían que sus obras escritas en el frente eran menos brillantes. Yo creo, por contra, que sus últimas obras fueron realmente buenas" , explica Cadenas Cañón.
La escritora se refiere, especialmente, a los poemas incluidos en su poemario Viento del Pueblo, escrito desde el mismo frente de batalla y que hoy en día es un símbolo de la lucha de los demócratas contra el fascismo internacional y nacional que atacó a la II República aquel lejano 18 de julio de 1936. Sus versos reflejaron el destino de esa España que no se rindió a la fuerza de los militares y que empuñaron las armas para defender la democracia republicana, un destino que estuvo marcado por tres palabras: guerra, cárcel y muerte.
"A Miguel Hernández no lo asesinaron, como a otros. En su caso, lo hicieron morir. Lo tuvieron durante años de cárcel en cárcel buscando que renunciara a sus principios y Miguel nunca se rindió. Fue un poeta valiente y un luchador que tenía claro que para vencer al fascismo eran necesarias las armas, pero también un frente cultural fuerte", señala Julia Hidalgo, militante comunista y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Andalucía.
"Miguel Hernández nos recuerda que la poesía está disponible para todo el mundo y para todos los públicos"
El poeta moriría en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942. La causa oficial de la muerte era tuberculosis. La causa real fue haber luchado contra el fascismo en el campo de batalla y en el campo de las ideas a través de sus artículos y poemas. Su legado fue silenciado durante años y sólo una vez recuperada la democracia los españoles pudieron conocer los versos de una de las mentes más brillantes de la generación del 27. Quizá por eso, por ser uno de los más rojos de los poetas antifascistas, sus versos siguen molestando a una parte de la sociedad a la que aún le cuesta condenar la dictadura franquista. Y es que, cabe recordar, la sentencia que costó la vida a Miguel Hernández sigue hoy día legal y firme.
"Miguel Hernández representa todo lo contrario de esa imagen clásica del poeta en una torre de marfil que nunca pisa el suelo. Tanto él como su poesía están siempre a ras de suelo. Su obra nos recuerda que la poesía está disponible para todo el mundo y para todos los públicos, que no se trata de algo lejano ni tampoco de utilizar palabras que parecen oscurecer la realidad. Su poesía nombra realidades cotidianas de la gente, es combativa y parte de sus propias heridas, que eran heridas compartidas por mucha gente", defiende la poeta, periodista y escritora Laura Casielles, que añade que, por todo lo anteriormente nombrado, ahora existe una reacción popular a cada intento de silenciar la vida y obra del poeta cabrero. "Y el acto de este domingo es una muestra más de que no estamos dispuestos a permitir que se vuelva a silenciar al poeta", explica.
Así, la defensa de Miguel Hernández, y también del memorial por las víctimas del franquismo en Madrid, continúa este domingo en Madrid a las 12.00 horas con un recital que contará con la propia Laura Casielles, José Luis Ferri y otros nombres como Almudena Grandes, Juan Carlos Mestre o Inma Chacón. "Sin memoria no hay recuerdos ni historia que valgan. Sin las placas que recuerdan a las víctimas, leales a la democracia, sus palabras y sus nombres, cualquier monumento se queda vacío, se convierte en piedra para la traición. Contra la historia traicionada, la memoria. Contra los versos arrancados, cultura", reza el manifiesto que ha servido también como convocatoria.
El evento será retransmitido en directo desde la página de Público y sus redes sociales. A Miguel Hernández se le respeta.
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