Público
Público

"Montilla no puede echar al resto la culpa de todos los males"

ANA PARDO DE VERA

Guillermo Fernández Vara (Olivenza, Badajoz. 1958) asume la complicación de haber sido el sucesor -'con sus ventajas e inconvenientes'- de un pata negra como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pero apela a la 'naturalidad' de su gestión que, efectivamente, ya le ha dado un espacio propio en política donde no caben las comparaciones.

El presidente extremeño es un defensor acérrimo del Estado de las autonomías siempre que se dé la ecuación 'fortaleza más fortaleza igual a fortaleza' entre Estado y comunidades autónomas. Como ex consejero de Sanidad y médico-cirujano de profesión, Fernández Vara no puede evitar mostrar su preocupación por la actual falta de profesionales sanitarios y sus problemas.

 

¿Para cuándo la reforma del Estatuto de Extremadura?

Queremos que nuestra reforma entre a discutirse en el Parlamento en septiembre de 2008 para que pueda estar aprobado en Extremadura en el primer semestre de 2009 y, en el segundo semestre, en las Cortes Generales. Actualmente, está en una Comisión de Expertos que está estudiando un documento de propuesta. Queremos que sea un Estatuto nuevo, un Estatuto nuestro y un Estatuto indubitadamente constitucional. En seis meses debería estar estudiado.

¿Cree que el presidente Zapatero ha gestionado bien la reforma territorial en esta legislatura?

El presidente ha intentado que el desarrollo autonómico permita que, en la España de las autonomías, todas se puedan sentir cómodas sin que ello debilite al Estado. La ecuación fortaleza más fortaleza da doble fortaleza, mientras que, si para fortalecer a las comunidades autónomas, tenemos que debilitar al Estado, tenemos la suma fortaleza más debilidad igual a debilidad. Entonces se perderán los instrumentos de cohesión que el Estado debe mantener.

¿Se mantienen esos elementos de cohesión con la reforma del Estatuto de Cataluña?

Con el Estatuto que salió de Cataluña, no, porque la solidaridad no la fijaba el Estado. Los elementos de cohesión son financiación, energía, transportes públicos, ríos,... Esto es lo que nos cohesiona y ésa es una de las razones por las que hemos recurrido el Estatuto de Andalucía, por la competencia en el tema del Guadalquivir, aunque ahora, en el ejercicio práctico de asumir la transferencia, ha quedado razonablemente bien. Si el Estatuto de Catalunya hubiera salido de las Cortes como entró, también habríamos recurrido.

¿No da imagen de desunión un recurso entre dos comunidades autónomas del PSOE?

Hay que entenderlo como un gesto de normalidad, no de hostilidad, porque es un instrumento que nos da la Constitución. Extremadura y Andalucía mantienen una relación histórica muy buena y fluida. Desde el respeto y sin pretender agredir a Andalucía, apelamos al Tribunal Constitucional, que debería estar para dirimir diferencias y no para hacer política, como algunos pretenden hacer.

Montilla habla de 'desafección' entre la sociedad española y la catalana y la imagen de Extremadura es usada por el independentismo catalán como agravio comparativo...

En mi discurso de investidura dije que, aun siendo grave que un millón de personas se queden sin luz, como ocurrió en Catalunya, más grave es que nosotros nos quedemos sin el millón de personas, cuando se nos fueron hace veinte años. Y la luz vuelve, pero las personas no. Todos tenemos problemas y se trata de ver cómo somos capaces de resolverlos entre todos. En Catalunya, un 15% de la población se declara independentista, pero hay otro 85% que no. Y hay un 12% de catalanes que se sienten sólo españoles, pero hay un 70% que se sienten españoles y catalanes. Quiero ser muy cuidadoso con mis palabras para no alimentar la catalanofobia.

¿Cree entonces que se han utilizado sus palabras?

Pepe Montilla me parece un tipo sensato que está en una situación complicada, porque todo el mundo da soluciones, pero luego hay que gobernar con una realidad tremendamente compleja. Tengo mucho respeto por Montilla y por Catalunya, pero también quiero que se sepa que no pueden echarnos al resto la culpa de todos los males. Ya me gustaría a mí que se produjesen problemas en los trenes de cercanías de Extremadura o en las obras del AVE, porque eso significaría que se están haciendo muchas obras. Y yo me alegro por ello, pero siempre que ellos se alegren de lo que se haga en Extremadura.

¿Qué parte de responsabilidad tiene el Gobierno central en la crisis ferroviaria catalana?

El presidente del Gobierno no debería haberle puesto fecha a una infraestructura de tanta complejidad. Una empresa no hará nunca nada que tú le digas que haga y que le obligue a hacer cosas que no tenga que hacer. Se han generado unas expectativas y eso ha producido un rechazo e incluso, según he notado cuando estuve allí, una cierta sensación de preocupación colectiva. El presidente ha hecho bien yendo a Catalunya y reconociendo que ha habido problemas y que tratarán de solucionarse.

¿Y la ministra de Fomento?

La ministra de Fomento puede acertar o equivocarse, pero nadie le puede negar el esfuerzo que ha hecho en esta legislatura por dotar de infraestructuras modernas a este país.

¿Cómo marcha el Plan de Infraestructuras en su región?

Tengo interés por que todo el AVE esté lo antes posible en construcción, ya que desde que una cosa se decide hasta que empieza a construirse, hay una serie de obstáculos que salvar que no dependen de la voluntad política, sino de procedimientos administrativos. Ya se ha licitado el tramo del AVE Mérida-Badajoz, en enero se licitará el tramo Badajoz-Cáceres y la declaración de impacto ambiental de todo el AVE Badajoz-Madrid concluirá antes de que finalice el año. También es muy importante que, cuanto antes, se inicien los pasos en Portugal, porque el AVE Madrid-Badajoz tiene virtualidad si es un AVE Madrid-Lisboa, para que haya tráfico. Lo bueno del AVE no es que vayas en hora y media a Madrid, sino que vayas cada hora y media.

Ha propuesto que los presidentes autonómicos se reúnan más allá de los encuentros con el presidente del Gobierno...

El Estado se cohesiona desde arriba pero se puede hacer también desde abajo. Las competencias exclusivas del Estado o las compartidas se discuten a convocatoria del Gobierno de España, pero los presidentes autonómicos no nos convocamos nunca para hablar de las competencias transferidas, porque como son nuestras, no las queremos hablar con nadie. Creo que podemos ponernos de acuerdo en las cosas sencillas de la política de cada día; podemos elaborar un protocolo que nos permita decirle a la gente: 'Le vamos a facilitar un poco las cosas y no le vamos a poner obstáculos'. ¿Por qué no ponemos, por ejemplo, un sueldo parecido en toda España a los médicos?

En este tema, por cierto, Extremadura tiene competencia en Portugal. ¿Hasta qué punto llega el problema de los médicos?

La transferencia sanitaria en 2002 ha supuesto un incremento enorme de recursos: se han abierto hospitales, unidades de salud mental, de cuidados paliativos,... En Extremadura había cinco Unidades Médicas Especializadas (UME) y ahora hay 17. Ha habido, por tanto, una demanda de servicios que ha disparado la contratación de los profesionales para atenderlos, y este país no estaba preparado para eso. No hay suficientes médicos formados, debido a dos realidades: envejecimiento y tecnología. La población envejece y necesitas más personal porque cada día los médicos deben frecuentar a más gente. Los avances tecnológicos, por su parte, suponen aparatos nuevos que necesitan a una persona para manejarlos. Se están empezando a aumentar los números clausus de la universidad, pero el problema no es la carrera, sino la especialidad, porque la carrera pasa de seis a doce años. El sistema MIR es el problema y yo, como consejero de Sanidad durante doce años, estoy muy preocupado con este tema.

¿Qué le ha parecido la reacción del rey con Chávez en la Cumbre Iberoamericana?

El rey ha sido tan importante para la estabilidad de Extremadura que, aunque nos hubiera parecido mal su reacción, no lo diríamos. Y aunque nos parezca bien, tampoco. Sobre el rey -y todo es criticable en democracia-, los políticos nos debemos de manifestar lo menos posible.

¿Cree que la imagen del rey ha quedado dañada?

Ante la ciudadanía, todo lo contrario. Pero la política internacional y la diplomacia son otra cosa.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias