El Gobierno de coalición vivía desde hace meses un periodo de calma interna visto pocas veces desde el comienzo de la legislatura. La buena marcha de la vacunación contra la covid-19, los esperanzadores datos económicos y laborales, y la resolución de discrepancias como el incremento del SMI o las medidas para atajar la subida de la factura de la luz, habían apaciguado cualquier tensión latente entre los dos partidos que conforman el Ejecutivo. Hasta que llegó la negociación presupuestaria.

En la última semana tanto el PSOE como Unidas Podemos han protagonizado una escalada de tensión en el seno del Gobierno a raíz de los Presupuestos. Si hace una semana la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, mandaba un mensaje de "tranquilidad" y garantizaba que habría Presupuestos (eso sí, matizaba que las cuentas tenían que mandar un "mensaje reformista claro"), este lunes advertía de que "el tiempo se está echando encima", después de un intenso fin de semana de negociaciones.

Pese a que se han producido avances en muchos puntos, la "distancia" entre ambas formaciones radica en las cuestiones ya conocidas: Impuesto de Sociedades, prestaciones familiares (ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, y prestación por crianza) y, sobre todo, la ley de Vivienda y la regulación de los alquileres en las denominadas zonas de mercado tensionado.

Los escasos avances en estas materias están provocando un bloqueo que ha afectado, sobre todo, a los plazos que el Gobierno manejaba para aprobar las cuentas "en tiempo y forma", como defendió Pedro Sánchez. De hecho, el objetivo de los socialistas era cerrar un acuerdo de PGE con Unidas Podemos este lunes, y la intención ahora es tenerlos esta misma semana.

Este bloqueo está logrando tensionar a los dos socios del Ejecutivo, que se trasladan mutuamente la presión de no cumplir con los plazos previstos para aprobar los Presupuestos. En el PSOE se ha llegado a criticar la forma de negociar de Unidas Podemos y se ha apuntado que el espacio confederal está faltando a la discreción al airear las diferencias en las materias bloqueadas en ruedas de prensa, un supuesto que en la época de Pablo Iglesias como vicepresidente se llegó a calificar en alguna ocasión de "deslealtad" .

La portavoz del Comité Organizador del 40º Congreso Federal del PSOE, Eva Granados, elevó el tono de forma clara al referirse al comportamiento de sus socios: "A los compañeros de Unidas Podemos les quiero decir que en un Gobierno se discute, se debate, pero no se hacen ultimátums, ni se condiciona", afirmó.

Para la dirigente socialista, lo que esperan los ciudadanos del Gobierno de coalición son "mensajes claros", por lo que pidió que todo se hable en las mesas de negociación "y no en ruedas de prensa".

No obstante, acabó con un mensaje positivo y apostó porque habrá un acuerdo en breve: "Vamos a tener los mejores presupuestos ante la situación que estamos atravesando en estos momentos", dijo.

En Unidas Podemos, en cambio, se insiste en separar la "discreción" de la necesidad de que la ciudadanía conozca las posiciones de los dos partidos que conforman el Gobierno de coalición, sobre todo en materias tan importantes como la regulación de los alquileres o la fiscalidad. Yolanda Díaz siempre ha defendido que la discreción es un elemento crucial para el éxito de cualquier negociación, al igual que la confianza, pero eso, ha precisado en alguna ocasión, no está reñido con que los ciudadanos puedan valorar las distintas actitudes de los partidos ante determinadas cuestiones o debates.

La ley de Vivienda sigue siendo el principal escollo

Este lunes, la vicepresidenta segunda recordó que Unidas Podemos ya le remitió un documento a los socialistas para negociar los Presupuestos "a principios de agosto" e insistió en que "el tiempo se está echando encima". En este sentido, ha asegurado que "cuando el PSOE quiera" su formación "está dispuesta"; "por nosotras no va a ser, pero hay que tener voluntad de negociar".

Este mismo lunes tuvo lugar una reunión entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, para tratar de desbloquear la negociación de la ley de vivienda, pero tampoco se pudo avanzar en materia de regulación de alquileres.

En las últimas reuniones, Unidas Podemos le habría propuesto al PSOE que las medidas de limitación de alquileres tengan menor alcance en el caso de los pequeños propietarios, con el objetivo de acabar con los alquileres abusivos afectando lo menos posible a la economía de aquellos arrendadores para cuya economía los alquileres son fundamentales. A cambio, el espacio confederal defiende que la regulación de los alquileres tiene que tener un mayor alcance en el caso de los grandes propietarios, y en especial en el de los fondos buitre

Fuentes del Gobierno ven muy difícil que las cuentas puedan llegar al Consejo de Ministros que se celebra este martes, aunque no lo dan por imposible; en todo caso, también se contempla la posibilidad de celebrar un Consejo extraordinario a lo largo de la semana si hay acuerdo.