Durante 20 años seguidos la ciudad de Valladolid estuvo gobernada por el PP. Allí comenzó su carrera política también el expresidente del Gobierno José María Aznar. En la cultura popular de finales de los 90 y principios de los 2000 se hacían juegos de palabras con el nombre del municipio más grande de Castilla y León y su tendencia política.

Pero llegó Óscar Puente (Valladolid, 1968) en el año 2015. No ganó las elecciones municipales pero la suma de apoyos de otras fuerzas a su izquierda, en un año propicio para esas plataformas, desalojó al PP del Ayuntamiento. Puente ya era un dirigente importante del PSOE en Valladolid y Castilla y León. De hecho se había presentado en 2011, año en el que obtuvo un mal resultado.

Desde que llegara a la Alcaldía, sus resultados, su gestión y su particular forma de hacer política lo fueron catapultando al panorama mediático nacional. Se mantuvo del lado de Pedro Sánchez cuando el partido se abrió en canal en el año 2016. Para recompensar el favor, el secretario general del PSOE nombró a Puente portavoz de la Ejecutiva Federal en Ferraz tras ganar las primarias en 2017.

No duró mucho. Él quería centrarse en la Alcaldía y además es un político al que no le gustan los encorsetamientos de los argumentarios que le tocan a un portavoz en Madrid. Porque Puente no es un político al uso. Especialmente en su relación con las redes sociales. Es vehemente y directo pero alaba la cercanía que le permite contestar a la gente de su ciudad. “Se hace mucha política desde el miedo. Hay mucha gente demasiado preocupada por no meter la pata”, explicaba al respecto en una entrevista realizada con Público antes del 28 de mayo.

Puente estaba convencidísimo de que ganaría las elecciones municipales de nuevo. De hecho, lo hizo. Mejoró en votos a los obtenidos en 2019. Pero sus socios de izquierdas no aguantaron el tirón y el PP recuperó mucho terreno.

Sánchez ahora lo ha designado para su nuevo Gobierno. Se ocupará del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. El presidente ya le había ido preparando el terreno para el Consejo de Ministros y estaba en todas las quinielas previas. El pasado mes de septiembre fue elegido como portavoz inesperado para contestar a Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida. Él también había sido el más votado pero no podía gobernar. “De ganador a ganador”, le dijo con sorna en un discurso que fue muy comentado por su estilo.

Puente ha estado en el foco mediático estas últimas semanas de forma casi permanente. Justo esos días de la investidura sufrió intimidación y acoso en la estación de tren de Valladolid. Una situación que llegaron a justificar desde el PP pese al carácter violento y delincuencial del personaje agresor en cuestión. Puente además luego fue designado como integrante de la Comisión Negociadora del PSOE para la investidura de Sánchez. De nuevo aparecía en la foto.

El exalcalde tiene experiencia en cuestiones de Movilidad Sostenible. Una de las grandes transformaciones que emprendió en el Ayuntamiento fue precisamente llenar la ciudad de Valladolid de carriles bici. “Hemos puesto en marcha un sistema de alquiler de bicis que es el mejor de Europa”, destacaba hace unos meses. El nuevo Ayuntamiento de PP y Vox ya han amenazado algunas de esas instalaciones.

El nuevo ministro se recompuso de la derrota electoral y fue incluido por Sánchez en las listas para el Congreso. “Lo que hay en juego no es cualquier cosa, es ni más ni menos la llegada del fascismo al Gobierno”, dijo durante la campaña. Desde luego Puente encaja perfectamente con la definición de “ministro político” dentro de un ministerio de carácter técnico. El carácter de la legislatura le viene como anillo al dedo.